La Algeciras de mi adolescencia y juventud (II)

Observatorio de la Trocha-Nuestros recuerdos personales

Como nuestra ya ciudad, que no pueblo, crecía, fue necesario construir un nuevo hospital que sustituyera al histórico hospital de la Caridad. Así se edificó el actual hospital Punta Europa, en 1978

La Algeciras de mi adolescencia y juventud (I)

Iluminación de los carnavales en 1991.
Iluminación de los carnavales en 1991. / E. S.
Juan Carlos Martín Matilla - Licenciado en Filología

25 de julio 2024 - 23:04

Algeciras/En el parque María Cristina se celebraban los famosos Festivales de España a finales de los años sesenta y más o menos, en la primera mitad de los años setenta, a los que acudía gran afluencia de público. Después fueron suprimidos y ya en la siguiente década se celebraban conciertos con grandes artistas del panorama musical.

La droga llegó a nuestra ciudad en los convulsos años de la Transición y de la llamada “movida” ochentera, y fue defendida como símbolo de progreso, libertad y modernidad por varios intelectuales. Después se comprobó que trajo muerte y sufrimiento. Por muchas zonas de Algeciras se veía gente drogarse o caminar por las calles como “zombis”. Era muy conocida la zona del puente del Caracol, pero no hacía falta irse a los extrarradios, pues en pleno centro de la ciudad observábamos drogadictos: en la Plaza Alta, donde hubo una redada de la policía a finales de los años setenta con el fin de acabar con la concentración de drogadictos; en la Escalinata; en el parque María Cristina; en el parque de las Acacias, del que se adueñaron; y en el barrio de San Isidro, en el que proliferaron los pubs como Estudio 10, Galería 26 o Chaplin.

Vista parcial de la Plaza de Andalucía, con parte del complejo multifuncional levantado en el solar de la antigua plaza de toros La perseverancia.
Vista parcial de la Plaza de Andalucía, con parte del complejo multifuncional levantado en el solar de la antigua plaza de toros La perseverancia. / E. S.

Pero la presencia de gente drogada en la plazoleta y calles adyacentes provocó la lógica protesta del vecindario y estos bares cerraron. Pagaron justos por pecadores y este barrio perdió la oportunidad de ser una zona de sana diversión, atractiva para los algecireños y forasteros. Otra zona de pubs muy frecuentada fue la plaza de la Inmaculada; estaban situados en sus subterráneos.

En 1981 se recuperaron los carnavales, que tuvieron su edad de oro a lo largo de toda la década de los ochenta. Me acuerdo de las calles Ancha, Convento o Sevilla, además de la plaza Alta, rebosantes de gente disfrazada. Decayeron a partir de comienzos del siguiente decenio, hasta ser hoy algo testimonial, ya que la juventud se va a los carnavales de la Villa de Los Barrios. El desamor que los algecireños sienten por su ciudad sería un buen tema para un estudio sociológico.

Me acuerdo de cuando en abril de 1976 llegaron a nuestra ciudad los reyes don Juan Carlos y doña Sofía. Los vi en la Plaza Alta, donde se erigió un gran escenario en la puerta que da hacia la calle Convento, fueron agasajados por el entonces alcalde Cadelo, luego los vi pasar en coche por la calle Trafalgar para llegar al Llano Amarillo en el que los esperaba un helicóptero. Por la mañana no tuvimos clases en el Instituto Isla Verde, donde estudiaba COU; pero sí por la tarde.

Como nuestra ya ciudad, que no pueblo crecía, fue necesario construir un nuevo hospital que sustituyera al histórico hospital de la Caridad, que ya resultaba pequeño y con carencias a nivel hospitalario. Así se edificó el actual Hospital Punta Europa, en 1978. Poco a poco fueron creándose centros de estudios universitarios; el precursor fue la Escuela de Ingenieros, la conocida como Politécnica, actual Escuela Técnica Superior de Ingeniería. Su sede inicial se hallaba en el Centro Cívico de la barriada de la Reconquista. Supuso un gran hito en lo referente a los estudios universitarios. También se instaló la Delegación de la UNED en este lugar. Estos centros universitarios fueron el germen del actual Campus Universitario de Algeciras. Años más tarde llegarían la Facultad de Derecho y la Escuela Superior de Enfermería. A la par de este desarrollo universitario, vendría el portuario, con la llegada de la multinacional de tráfico de contenedores SEALAND en 1976. Después arribaría la multinacional danesa MAERSK, que se fusionó con la primera. Por desgracia, la actividad pesquera de nuestro puerto se redujo a la mínima expresión.

Vista parcial de la Plaza de Andalucía, desde la entrada de los Almacenes Simago. En el complejo, del cual solo se conservan los aparcamientos subterráneos, había incluso una sucursal bancaria.
Vista parcial de la Plaza de Andalucía, desde la entrada de los Almacenes Simago. En el complejo, del cual solo se conservan los aparcamientos subterráneos, había incluso una sucursal bancaria. / E. S.

En lo referente a la educación no universitaria, en nuestra ciudad comenzaron a construirse varios centros educativos, tanto de educación primaria como secundaria. Estos colegios e institutos paliaron en gran medida la carencia de centros educativos de los que adolecía la Algeciras de las décadas anteriores. Estos nuevos centros educativos constituyeron un gran avance en la atención escolar de niños y adolescentes.

Avenida de Blas Infante. A la izquierda, el desaparecido cine Almanzor, a la derecha la entrada de la calle Sevilla y al fondo el antiguo cuartel de Extremadura 15, tras su derribo, aparecieron las murallas medievales.
Avenida de Blas Infante. A la izquierda, el desaparecido cine Almanzor, a la derecha la entrada de la calle Sevilla y al fondo el antiguo cuartel de Extremadura 15, tras su derribo, aparecieron las murallas medievales. / E. S.

Los comercios se modernizaron y se hicieron más luminosos y atractivos. Llegaron los frigoríficos, los alimentos envasados y la leche pasteurizada y envasada. Los puestos interiores del Mercado Torroja experimentaron un profundo cambio; se sustituyeron las viejas estructuras de madera de los años treinta por modernas instalaciones con cámaras frigoríficas y mostradores con refrigeradores. Se dejaron de vender en los puestos de volatería las aves enteras con plumas, que pendían de un gancho colgado de una barra, y sus cabezas y garras sobre una bandeja. Fue todo un acontecimiento que en uno de los puestos se vendieran pollos ya desplumados a finales de los años sesenta. Ya había mucha más higiene en todo lo referente a los alimentos. Se hizo obligatorio indicar la fecha de caducidad en muchos envases, como las latas de conservas. Por fin empezó a llegar la modernidad a nuestra ciudad.

En los años setenta abrió sus puertas el establecimiento comercial Galerías Villanueva, situado en la esquina entre las calles Ancha y Primo de Rivera. Nunca llegó a ser una verdadera competencia de Almacenes Mérida. La decadencia de este afamado comercio comenzó a partir de 1981 , cuando se instaló en Los Barrios la gran superficie comercial francesa Continente, que luego se denominó Carrefour (curiosamente significa “encrucijada”). En nuestra ciudad, en el solar antes ocupado por la plaza de toros de la Perseverancia, tras once largos años de abandono, porque no se edificaron los altos edificios que se habían proyectado tras el derribo del histórico coso, en 1986 se edificó el centro comercial Plaza de Andalucía. Se inspiraba en cierta manera , según se decía, en el centro comercial de La Vaguada en Madrid, a escala reducida. Destacaban sus pirámides de vidrio y hierro. En este complejo comercial y de ocio se encontraban diversas tiendas, bares y restaurantes y el supermercado SIMAGO. Comenzó a decaer debido al cierre de este supermercado y a otras causas. Se demolió ya a comienzos del presente siglo.

Capilla de Nuestra Señora de Europa en 1979. Los “poderes superiores” de tipo económico, administrativo y político estaban de acuerdo en su derribo, en aras de la especulación inmobiliaria. Pero la accion popular, tras dura y amarga lucha, consiguió su salvamento y restauración, lo cual supuso un histórico punto de inflexión en una ciudad entonces inculta, donde se tenía a gala la destrucción del patrimonio histórico.
Capilla de Nuestra Señora de Europa en 1979. Los “poderes superiores” de tipo económico, administrativo y político estaban de acuerdo en su derribo, en aras de la especulación inmobiliaria. Pero la accion popular, tras dura y amarga lucha, consiguió su salvamento y restauración, lo cual supuso un histórico punto de inflexión en una ciudad entonces inculta, donde se tenía a gala la destrucción del patrimonio histórico. / E. S.

En 1976 se inauguró el parque de Las Acacias, en la Villa Vieja, catalogado como jardín botánico. Allí se colocaron, en dos hileras a ambos lados del ya desaparecido camino de entrada, las columnas de la plaza de toros de la Perseverancia, demolida un año antes. Con el paso del tiempo y los actos vandálicos se fueron destruyendo en su mayor parte, hasta quedar de ellas cuatro en el mausoleo de Paco de Lucía , dos en el patio del Museo y una y media en el vestíbulo de la plaza de toros de Las Palomas. Esta zona verde era la segunda con la que contaba la ciudad; pero se convirtió en un lugar “maldito” por su abandono y la presencia de drogadictos. Debido a la falta absoluta de cuidados, perdió gran parte de sus especies vegetales. En el palacete de la familia Smith se instaló la sede de la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar. Posteriormente se inauguró el parque de la barriada de El Saladillo cuando se construyeron las viviendas sociales en aquella zona.

En 1978 abandona la ciudad el Regimiento de Extremadura nº 15, con sede en el antiguo cuartel del Calvario. Comenzaba nuestra ciudad a perder la presencia militar a la que tanto debe su existencia moderna. Veinte años después se demolió el edificio y se hallaron los restos de las murallas medievales. También por estas fechas, en 1979, la capilla de Ntra. Sra. de Europa estuvo a punto de desaparecer. Quizás fue una de las pocas veces en que la sociedad algecireña reaccionó ante la pérdida de nuestro patrimonio histórico. La destrucción de este edificio tan vinculado al renacer de nuestra ciudad en el siglo XVIII no se podía permitir. Gracias a la presión de varios intelectuales y del mismo pueblo ( recuerdo que se recogieron firmas contra su derribo) se pudo salvar a pesar de la decisión del Ayuntamiento de demolerla. Fue de las pocas ocasiones en las que el algecireño reaccionó contra las impunes y alevosas destrucciones de nuestro patrimonio histórico. Pero a pesar de todo se seguían derribando casas antiguas sin el menor respeto a la historia y al arte arquitectónico.

Fuente a la entrada del puerto en 1989.
Fuente a la entrada del puerto en 1989. / E. S.

Durante los años setenta se fue erradicando el chabolismo, una verdadera lacra para la ciudad, pues se construyeron viviendas de protección social. No obstante, aún perviven algunos pequeños restos de aquellas infraviviendas que tanto denigran a la ciudad.

En lo referente a las procesiones de Semana Santa, hay que comentar que se vieron reducidas a la mínima expresión. Las dos únicas procesiones que se mantuvieron siempre fueron la de Jesús Cautivo, vulgo Medinaceli, y la del Santo Entierro; las demás sufrieron varios vaivenes en sus salidas procesionales. A mediados de los años setenta se recuperó la del Cristo de la Buena Muerte, que había dejado de salir a finales de la anterior década. Otras procesiones que dejaron de hacer sus estaciones de penitencia fueron la de la Borriquita; la del Silencio, con el Cristo de la Fe; la de Jesús Nazareno, y la de La Columna ya a finales de los setenta. Resultaba penoso ver la escasez de procesiones en nuestra ciudad. Mi memoria evoca que a mitad de los años setenta el paso del Santo Entierro se portaba sobre un armón militar con ruedas. También por estos años esta procesión había incorporado por pocos años el paso con una cruz de la que pendía un sudario. Por aquellos años nadie podría imaginarse el desarrollo y esplendor que se está alcanzando en la actualidad. No obstante, a partir de la segunda mitad de los años ochenta comenzó un tímido renacer de las cofradías y de las consiguientes procesiones.

Cafetería Los Especiales.
Cafetería Los Especiales. / E. S.

En aquellos conflictivos años de la Transición comenzaron las huelgas y manifestaciones. Un suceso ocurrido a causa de una manifestación de los trabajadores de una empresa, dio lugar a un enfrentamiento entre el párroco de la iglesia de Ntra. Sra. de la Palma y el Gobernador militar, que ostentaba atribuciones civiles. Parece ser que los manifestantes accedieron al templo y el Gobernador militar mandó a las fuerzas policiales para desalojarlo. Esto provocó que se rompiera la relación de colaboración entre unas y otras autoridades; de tal modo que la celebración de la misa en honor de Santa Bárbara, patrona del Arma de Artillería, dejara de celebrarse en el templo arciprestal y se oficiara en la iglesia de Ntra. Sra. del Carmen. Posteriormente este acto religioso quedó circunscrito al ámbito interno del acuartelamiento del fuerte de Santiago, donde residía el Regimiento Mixto nº5 de Artillería.

En 1982 se abrió de nuevo la frontera entre La Línea de la Concepción y la colonia británica de Gibraltar, lo cual fue recibido con gran algarabía por aquella población fronteriza. Pero ya la relación entre las poblaciones de la Bahía de Algeciras y Gibraltar no fueron iguales que antes del cierre.

Como conclusión, he de decir que los años de mi adolescencia y juventud fueron decisivos para el devenir de nuestra ciudad en todos los ámbitos. Hubo aspectos positivos como el desarrollo de los centros educativos y sanitarios, la expansión y modernización de la ciudad o el crecimiento demográfico y portuario; no obstante , también existía la otra cara de la moneda: la constante destrucción del centro histórico de la ciudad, la pérdida de gran parte del litoral marítimo, y lo más lamentable, el imparable aumento de la drogadicción, aunque ya no se ven drogadictos por las calles, como sucedía en los años ochenta. A partir de aquí ya es el pasado más inmediato y el presente; el futuro está por escribir. 

Conjunto de la Plaza de Andalucia.
Conjunto de la Plaza de Andalucia. / E. S.
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