El 35% de los ascensores del Campo de Gibraltar debe adaptarse a la nueva normativa nacional, en vigor desde el 1 de julio

Seguridad en las viviendas

En el Campo de Gibraltar hay unos 6.000 elevadores y el coste de las mejoras se sitúa a partir de 800 euros

¿Cuánto costará adaptar el ascensor a la nueva normativa técnica?

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Ascensor averiado en el antiguo hospital militar de Algeciras
Ascensor averiado en el antiguo hospital militar de Algeciras / Erasmo Fenoy

Campo de Gibraltar/El pasado 1 de julio entró en vigor la Instrucción Técnica Complementaria de ascensores ITC AEM 1, que establece las nuevas regulaciones y complementos de seguridad que deben incluir los elevadores de toda España. Esta nueva norma requerirá cambios en aproximadamente un tercio de los aparatos instalados en bloques de viviendas y otros edificios, con costes que deberán asumir los propietarios.

La normativa sustituye a la que estaba vigente desde 2013 y afecta a los 1,1 millones de ascensores de viviendas del país, pero no obligará a realizar modificaciones a todos, ya que, especialmente los más nuevos, han ido incorporando las medidas exigidas. Según los cálculos de la Federación Empresarial Española de Ascensores (FEEDA), en torno a un 35% del parque necesitará hacer cambios.

Según las estimaciones de la patronal, el coste medio que supondrá para las comunidades de vecinos se enmarca es una horquilla muy amplia que va "de 800 a 8.000 euros", según el número de paradas (plantas) o el mantenimiento, entre otros aspectos. No obstante, la mayoría de las mejoras necesarias son asequibles, ya que muchas instalaciones han ido incorporando varias de las medidas requeridas por la normativa en los últimos años.

La llegada de esta nueva ITC ha causado muchas dudas en los vecinos, quienes las han trasladado a sus respectivos administradores de fincas. "Todo el mundo está muy preocupado con la nueva instrucción técnica porque son nuevas medidas de seguridad y la gente quiere saber cuánto le puede acabar costando", expresa Luis Pina, administrador de fincas con clientes por toda la comarca. La estimación es que, en el Campo de Gibraltar, hay en torno a 6.000 ascensores operativos.

También la patronal ha recibido un alto número de consultas, "tanto técnicas como jurídicas" de empresas asociadas, particulares y los propios administradores, que desean conocer detalles sobre "qué hacer y qué no".

Pina hace algunas matizaciones de caracter local sobre las estimaciones globales de FEEDA. El principal motivo es el envejecimiento del parque inmobiliario del Campo de Gibraltar, ya que "edificios de nueva construcción no hay tantos". Es por ello que, de acuerdo con este administrador de fincas, habrá más ascensores de los previstos que necesiten cambios. "Es muy probable que la mayoría de las comunidades que tenemos en la cartera tendrán que adaptarse a la nueva normativa", valora.

Ascensores en el Centro Documental José Luis Cano de Algeciras, con la maqueta de mercado Torroja en primer término.
Ascensores en el Centro Documental José Luis Cano de Algeciras, con la maqueta de mercado Torroja en primer término. / Erasmo Fenoy

"La valoración que hacemos del texto es positiva, ya que lo habíamos demandado desde hace tiempo y era muy esperado en el sector", expresa sobre la ITC Carlos Frechilla, presidente de FEEDA. Según las estimaciones de la patronal, con estas novedades se espera que se reduzca un 70% el número de accidentes que se producen anualmente, siendo la mayoría provocados por una mala nivelación de la cabina o por el cierre de las puertas, dos de los puntos que aborda la nueva normativa.

Frechilla matiza que, actualmente, los ascensores españoles son "extremadamente seguros comparados con otros lugares como Asia". Según los datos de FEEDA, se producen en todo el país 200 accidentes al año pese a que los dispositivos mueven 300 millones de pasajeros. "Es poquísimo", manifiesta.

Novedades de la normativa

Aunque la entrada en vigor de la nueva normativa se produjo el pasado 1 de julio, según estipula el Real Decreto 355/2024, su aplicación no es inmediada. Esto significa que, si un ascensor no cumple uno o varios requisitos, no necesariamente debe tenerlos incorporado desde esa fecha.

Son los técnicos que realizan las inspecciones técnicas obligatorias los que, en caso de faltar algún elemento, decidan qué plazo de gracia otorgan. Este podría ser desde seis meses a, incluso, los cuatro años hasta la siguiente revisión, en función de cada caso.

La nueva ITC recoge hasta ocho "medidas mínimas de seguridad a implantar en los ascensores existentes", aunque son tres las que destacan por encima del resto por su impacto y visibilidad.

Una de ellas es la mejora del sistema de nivelación de la cabina. Con esta medida se pretende evitar que, en ocasiones, se forme un escalón que dificulte la entrada o salida del ascensor, especialmente peligroso para personas mayores o con movilidad reducida. Según el nuevo estándar, debe quedar un margen inferior a un centímetro entre el suelo de la máquina y el bordillo del descansillo.

Otra de las novedades es la extensión de los sensores de las puertas, que acostumbran a ubicarse a la altura de las rodillas, para que abarquen un mayor margen. Según se tipifica en la norma, debe cubrir desde 25 milímetros y 160 centímetros sobre el nivel de la cabina. Si no se producen accidentes, se permite un período de gracia de un año desde la siguiente revisión en que aún no esté instalado.

También se requiere la incorporación de un dispositivo que impida la sobrecarga de la cabina. De esta forma, el ascensor no se moverá si detecta más peso del permitido, evitando que puedan quedar atrapados los pasajeros durante el trayecto.

Otros puntos que recoge la norma y deberán incorporar aquellos aparatos que no dispongan de ellos aún son un sistema de comunicación bidireccional en caso de avería, sustitución de guías y contrapesos y protección contra el movimiento con puertas abiertas.

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