La Junta proyecta un autobús rápido sobre una plataforma reservada para conectar la Bahía de Algeciras

Cada día se mueven en el tramo de la A-7 entre San Roque y Algeciras una media de 73.000 vehículos, 4.000 de ellos vehículos pesados. Solo un 4% del tránsito motorizado del arco de la Bahía de Algeciras se hace en transporte público. Para hacer frente a las cada vez mayores dificultades de movilidad y la contaminación asociada, la Junta de Andalucía ha incluido en sus presupuestos de 2021 una nueva propuesta: un autobús eléctrico de tránsito rápido que permita impulsar el uso del transporte colectivo dentro de la realidad metropolitana que componen Algeciras, Los Barrios, San Roque y La Línea.

Bajo el nombre de Bus Rapid Transit (BRT) la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía plantea la conexión entre Algeciras y La Línea (hasta llegar al paso fronterizo con Gibraltar) con un transporte público que combina la alta capacidad con la velocidad al circular por una plataforma reservada de 32 kilómetros y con 23 paradas. Se descarta el tranvía que se había propuesto inicialmente, con más dificultades para su desarrollo, y se opta por un modelo de bus que se desplazaría por una vía paralela a la actual autovía.

Según la cuantificación inicial, el proyecto tendría un coste de 180 millones de euros. La Consejería de Fomento aspira a obtener fondos europeos, “porque este proyecto encaja en la estrategia de movilidad sostenible de la Unión Europea”, explica la consejera, Marifrán Carazo. Los fondos Next Generation planificados para hacer frente a las consecuencias económicas y sociales de la pandemia tienen cuatro pilares: digitalización, igualdad , transición ecológica y cohesión. Y este tipo de transporte podría enmarcarse en los dos últimos ejes y aprovechar la llegada de los 140.000 millones de euros prometidos, como también el nuevo marco de financiación europeo 2021-2027.

La intención del Ejecutivo autonómico es licitar el estudio informativo en el primer trimestre, para poder contar con un proyecto el año que viene; para ello se ha incluido en los presupuestos de 2021. Con las conclusiones del estudio en la mano se definirá una forma de explotación y de gestión “partiendo de la colaboración público-privada a la hora de explotar como se ha hecho con otros sistemas, como el Metro de Sevilla o el de Málaga”.

“Este proyecto ofrece una alternativa al vehículo privado, contribuirá a la movilidad sostenible, segura y conectada. Es un sistema de transporte que vertebra un territorio con importantes problemas de movilidad y contribuye a la lucha contra el cambio climático”, remarcan desde la Consejería. Además, permitirá la integración tarifaria con el resto de modos vigentes en el Campo de Gibraltar, facilitando su uso y ofreciendo información en tiempo real a los gestores, a los operadores y a los usuarios.

La propuesta se enmarca dentro del Plan de Transporte Metropolitano del Campo de Gibraltar, cuya versión preliminar se está finalizando para, junto al estudio ambiental estratégico e impacto en la salud, sacarlo a información pública y consultas. Este plan pone de relieve dos grandes problemas de movilidad en la comarca: la saturación de la A-7 y el escaso uso del transporte público.

Según los datos recogidos en el borrador, las principales vías del Campo de Gibraltar se encuentran congestionadas y registran un progresivo crecimiento del tráfico, especialmente la conexión entre ambos extremos del arco de la Bahía, que funciona como un continuo urbano. La vía A-7 y sus salidas presentan un alto nivel de tráfico, superando el volumen de demanda la capacidad de la infraestructura y llegando a alcanzar en alguno de sus tramos una relación de entre 114% y 125%. Los aforos recogidos por el Ministerio de Fomento registraron una intensidad media diaria (IMD) de 73.331 vehículos en 2017, un dato que se refleja en momentos de colapso, un habitual tráfico denso y retenciones y accidentes frecuentes.

También presenta problemas la CA-34, el acceso a La Línea y Gibraltar, con una relación volumen/capacidad que alcanza el 96% en algunos tramos. Su IMD fue de 24.869 vehículos en 2017.

Estas cifras reflejan el mapa de la movilidad en el Campo de Gibraltar. El 85% de los desplazamientos se realizan en el arco de la Bahía, que registra una gran cantidad de movimientos no solo de particulares, sino también relacionados con el primer puerto del país y la actividad de uno de los principales núcleos industriales de Andalucía: 4.206 vehículos pesados diarios en la A-7, que se suman a los cientos de trabajadores que se desplazan desde y hacia las factorías.

De los desplazamientos motorizados (aproximadamente la mitad del total), solo un 4% se realizan en transporte público, una cifra que se aleja mucho de la media nacional (30%) pero también de otras áreas metropolitanas cercanas, como Sevilla (20%) o Málaga (14%). En cambio, el taxi, el autobús discrecional y otros suman un 9% del total, un porcentaje más alto que la media que denota una necesidad de transporte colectivo en la Bahía.

El informe considera que esa infrautilización del transporte público se debe tanto a la falta de unas conexiones adecuadas para conectar los municipios como a la baja velocidad comercial del autobús, la no existencia de carriles exclusivos (que obligan al uso compartido del viario y que hacen que el sistema sufra la congestión de la red viaria) y la difícil cobertura en algunas zonas.

Estas son algunas cuestiones que atajaría el nuevo proyecto de Bus Rapid Transit, que atendería a una población de 261.000 personas y supondría la culminación de un largo anhelo de la Bahía de Algeciras. Una propuesta ya vetusta, anteriormente en forma de tranvía, que fue incluida en el Plan de Ordenación del Territorio del Campo de Gibraltar en 2011, recuperó la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar en 2016 y que se incluyó también en el plan de medidas para hacer frente a las consecuencias del Brexit elaborado por la Junta de Andalucía. Ahora toma forma con el objetivo puesto en los fondos europeos del Mecanismo de Recuperación.