El PP se une a Vox contra el tratado fiscal sobre Gibraltar
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Valentina Martínez Ferro (PP) cree que el acuerdo "consagra el edén fiscal que ha crecido a costa del Campo de Gibraltar"
Agustín Rosety (Vox) lo considera "una cobarde claudicación y un indigno reconocimiento de la situación colonial de Gibraltar"
El Partido Popular se ha alineado este jueves junto a la postura de Vox contra la aprobación en el Congreso de los Diputados del tratado fiscal relativo a Gibraltar firmado hace más de un año por los gobiernos de España y Reino Unido y ha acusado al Gobierno de Pedro Sánchez de "romper la posición tradicional de España" sobre el Peñón y "uno de los consensos más antiguos" en política exterior.
Valentina Martínez Ferro ha defendido en nombre del Partido Popular que el Gobierno de Pedro Sánchez "muestra una enorme debilidad en causas históricas como esta" en lo que ha calificado de una "rendición preventiva". A la diputada no solo le parece "descorazonador" este tratado fiscal, sino toda la política socialista respecto al Peñón durante el proceso de salida de la Unión Europea. "Dejó Gibraltar al margen de los intereses extranjeros europeos", explicó Martínez Ferro, que censura que en el acuerdo internacional no haya "ni una sola mención a la integridad territorial de España" y que "consagra el edén fiscal que ha crecido a costa del Campo de Gibraltar". El PP acusa al Gobierno de Pedro Sánchez de "romper una posición tradicional de España". "La soberanía era un asunto de Estado. Ustedes lo confunden ahora con la política de su Gobierno. Este tratado consolida un régimen fiscal contra el que han luchado todos los gobiernos anteriores, independientemente de su color político", ha lamentado.
El diputado de Vox Agustín Rosety ha sido el más crítico con el acuerdo: "El Gobierno de la coalición progresista nos trae un tratadito fiscal, concertado en nombre de interés nacional, y perdón por lo de nacional, díganle popular si les gusta más, que a lo que verdaderamente sirve es al interés del Reino Unido, seguir disfrutando del Peñón en memoria del extinto imperio británico, al módico precio de 50 millones de libras, que es lo que les cuesta, porque en realidad la base militar y la colonia que lo sostiene están financiadas a costa del quebranto de la Hacienda Pública española y de la miseria del campo de Gibraltar".
Para el general, este tratado supone "una cobarde claudicación y un indigno reconocimiento de la situación colonial de Gibraltar". "No incide en los principales problemas que para España supone la presencia de una colonia en nuestro suelo. Tan solo contribuye a soportarlo. Nuestros trabajadores continuarán siendo discriminados salarialmente. Serán excluidos del generoso sistema de bienestar de la colonia y, cuando se jubilen, recibirán una pensión de miseria. Las mafias del contrabando de tabaco, por no decir los narcos, que vienen a ser los mismos, podrán seguir operando y blanquearán el dinero por medio de sofisticados entramados legales diseñados por los despachos de abogados de Gibraltar. Los yanitos ricos continuarán disfrutando de viviendas en La Línea y San Roque sin pagar impuestos en España. Las empresas seguirán realizando búnkering en aguas españolas contaminando el entorno natural y perjudicando la Bahía de Algeciras. A cambio, España blanquea el paraíso fiscal y reconoce por primera vez en 300 años la jurisdicción y competencia de las autoridades locales. Este reconocimiento debilita nuestros derechos legítimos de soberanía, dando pie a que Fabián Picardo reivindique ante las Naciones Unidas como pueblo a los vecinos de Gibraltar". Rosety entiende que el Campo de Gibraltar "podría ser la costa del Sol y se va pareciendo cada vez más a El Paso".
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