Los buques 'Ciudad de Algeciras' y 'Ciudad de Ceuta' y gestiones para atraer compañías extranjeras (1927-1939) (III)
ESTAMPAS DE LA HISTORIA DEL CAMPO DE GIBRALTAR
La motonave 'General Primo de Rivera' pasó a renombrarse 'Ciudad de Algeciras' y la 'General Sanjurjo' cambió su nombre por 'Ciudad de Ceuta' en abril de 1931
Las líneas de navegación en el puerto de Algeciras entre 1910 y 1936 (II)
Las primeras líneas de navegación en el puerto de Algeciras (1824-1912) (I)
Algeciras/Como se ha referido en el anterior artículo, la Compañía Trasmediterránea se había constituido en Barcelona en el año 1916 uniendo varias compañías navieras previas, entre ellas la Compañía Valenciana de Vapores Correos de África, la Sociedad Anónima Navegación e Industria y la Compañía Marítima de Barcelona, comenzando su actividad en enero de 1917.
Entre los años 1917 y 1927, en las líneas del Estrecho navegó el buque General Fernández Silvestre, hasta que en 1927 comenzó una nueva etapa de modernización de la flota en las líneas del Estrecho, entrando en servicio las motonaves Miguel Primo de Rivera y General Sanjurjo. Ambos buques tuvieron una especial significación histórica por la intensa y larga vinculación que tuvieron con los puertos y las ciudades de Algeciras, Ceuta y Tánger desde el año 1927 hasta que en 1953 fueron trasladados para hacer las rutas de Canarias y sustituidos, en las líneas Algeciras-Ceuta y Algeciras-Tánger, por los trasbordadores, construidos por la Empresa Nacional Elcano, Victoria y Virgen de África.
Sin embargo, en el año 1933, la crisis económica producida por la caída de la actividad de las navieras y la fuerte competencia del puerto de Gibraltar, hicieron que, en agosto del citado año, el representante del Gobierno en la Compañía Trasmediterránea propusiera a la Junta de Obras del Puerto poder abaratar las tarifas y que se dieran “cuantas facilidades fuesen posibles para que la corriente de tráfico de viajeros y automóviles de la zona francesa de Marruecos a España no se desviase por Gibraltar, como ha comenzado a suceder, aprovechando las facilidades que ofrece una Compañía de Navegación Inglesa”. A lo que la Junta accedió.
1.- Historia del buque Ciudad de Algeciras
Fue encargado por la Compañía Trasmediterránea a los astilleros de la Unión Naval de Levante mediante contrato suscrito el 25 de enero de 1925. La quilla fue arbolada el 12 de junio en presencia del Príncipe de Asturias, Don Alfonso de Borbón y Battenberg, y del General Miguel Primo de Rivera, cuyo nombre ostentó el buque. Se entregó a la Compañía el 21 de enero de 1927, pasando a cubrir la línea Algeciras-Ceuta. Tenía las siguientes características náuticas: 1.067 toneladas de registro bruto, 62,01 metros de eslora total, 9,66 metros de manga y una capacidad para 124 pasajeros.
En el mes de abril del año 1931, una vez proclamada la Segunda República, el nuevo gobierno del Estado decidió cambiar su nombre de General Primo de Rivera por el de Ciudad de Algeciras. Con ese nuevo nombre hizo la travesía entre los puertos de Algeciras y Ceuta durante todo el período republicano, existiendo numerosos testimonios fotográficos de dicho buque en el Archivo de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras. El 18 de julio de 1936, cuando se alzaron las guarniciones de África, se hallaba atracado en el puerto de Ceuta pasando a estar bajo la autoridad del ejército rebelde. Aquella misma noche hizo un viaje hasta Cádiz, escoltado por el destructor Churruca, transportando el Primer Tábor del Grupo de Regulares Indígenas de Ceuta, Nº 3, constituido por 220 hombres. El 5 de agosto participó en el conocido como Convoy de la Victoria. En los meses siguientes le fue montado armamento en el arsenal de La Carraca, realizando funciones de patrullero en aguas del Estrecho.
Finalizada la Guerra Civil volvió a enlazar los puertos de Algeciras y Ceuta, hasta que, en el año 1953, con la entrada en servicio de los primeros trasbordadores construidos por la Empresa Nacional Elcano, fue destinado, junto con el Ciudad de Ceuta, a las líneas de Canarias. Luego cubrió la línea Ciudadela-Cabrera-Ibiza, hasta que fue vendido el 15 de febrero de 1976, siendo adquirido por la Asociación Asturiana de Capitanes de la Marina Mercante que lo utilizó como sede social y biblioteca.
2.- Historia del buque Ciudad de Ceuta
La construcción de la otra motonave de Trasmediterránea fue contratada por la Compañía a los astilleros de la Unión Naval de Levante el 5 de abril de 1927, siendo botada el 1 de agosto del año siguiente. Realizó las pruebas de mar, con el nombre de General Sanjurjo, el 4 de septiembre y entregado a la Compañía unos días más tarde que lo puso en servicio en la línea Algeciras-Tánger. Presentaba parecidas características técnicas y náuticas a las de su gemelo.
En abril de 1931, como le había sucedido a la motonave General Primo de Rivera, le fue cambiado el nombre por el de Ciudad de Ceuta. Participó también en el traslado de tropas desde Ceuta a Algeciras el 5 de agosto de 1936. Cuando el 7 de dicho mes el acorazado Jaime I bombardeó el puerto y la ciudad de Algeciras, algunos disparos alcanzaron al Ciudad de Ceuta, que se hallaba atracado en el muelle de la Galera, sufriendo diversos desperfectos en su obra muerta; a pesar de lo cual continuó con las labores de transporte de tropas y de material de guerra desde la otra orilla, hasta que, acabado el período de bloqueo marítimo en el Estrecho, pudo reanudar sus servicios regulares entre los puertos de Algeciras y Tánger.
En 1953, una vez recibidos los nuevos trasbordadores para las líneas del Estrecho, fue destinado a Canarias, como su gemelo, y, en 1957, pasó a cubrir la línea Ceuta-Melilla. En este servicio estaba cuando, el 21 de noviembre de 1958, después de salir del Peñón de Vélez de la Gomera, quedó varado en un bajío. Remolcado con éxito por el trasbordador Victoria, siguió ejerciendo su cometido hasta que en 1975 causó baja en la lista de la Trasmediterránea para ser adquirido por la Asociación Vizcaína de Capitanes de la Marina Mercante que lo amarró a puerto en la ría de Bilbao donde, en 1983, una riada le causó tan grandes daños que tuvo que ser desguazado.
3.- Gestiones de la Junta para atraer compañías de navegación extranjeras
Desde el año 1927 la Junta de Obras del Puerto, a través del Ingeniero Director, venía haciendo gestiones acerca de las compañías italianas que enlazaban Europa con América para lograr que sus trasatlánticos hicieran escala en el puerto de Algeciras. En noviembre de ese año se intentó que la Compañía Italiana de Navegación Lloyd Sabaudo, que venía recalando sus navíos procedentes de Nueva York en Gibraltar, lo hicieran en el puerto de Algeciras, restando de ese modo esas entradas al puerto de Gibraltar y acrecentando los intereses del de Algeciras. La citada compañía exigió ciertas mejoras que había que acometer en el muelle para que sus trasatlánticos Conte Biancamano y Conte Grande pudieran atracar con absoluta seguridad.
Nueve meses más tarde, ante la falta de respuesta de la compañía italiana, la Junta solicitó a la Cámara de Comercio su apoyo a la petición que había hecho al Embajador de Italia para que fuera escogido el puerto de Algeciras como escala de las líneas de navegación de dicha nación en sus rutas de América. Un mes después, el 30 de junio de 1932, fueron convocadas las principales entidades de la ciudad para unificar sus peticiones en el sentido de conseguir que las Compañías Trasatlánticas Italianas hicieran escala en el puerto. Las intensas gestiones realizadas por la Junta, el Ayuntamiento y la Cámara de Comercio lograron, al fin, que a principios de marzo de 1933, el representante de las Compañías Italianas de Navegación realizara una visita al puerto con el objeto de conocer todo lo referente a las posibles escalas de los buques de las compañías por él representadas que hacían la travesía a Norteamérica. Sin embargo, como la ansiada arribada de los trasatlánticos italianos en sus rutas a América no se hacía realidad, a principios del año 1936, el consignatario Francisco Gil Pineda solicitó la cooperación de la Comisión Portuarias con la finalidad de conseguir que hicieran escala en el puerto los buques de las diversas compañía de Navegación Italianas, eximiéndoles de los arbitrios que tendrían que abonar los pasajeros que embarcaran o desembarcaran en Algeciras. La Junta informó favorablemente esta petición, aunque “sería de carácter temporal”.
Aún se realizarían algunos intentos más para rematar las conversaciones mantenidas con las Compañías Transatlánticas Italianas y lograr que Algeciras fuera puerto de escala para sus navíos sustituyendo al de Gibraltar. De nuevo aparece el tema en la sesión de la Junta celebrada el 7 de marzo de 1938, en la que el Ingeniero Director dio cuenta de la entrevista que había mantenido con el señor Carandichi, representante en España de las Compañías Italianas sobre la posible escala de los buques de sus representados en el puerto de Algeciras. El señor Carandichi había expuesto los medios auxiliares que se precisaban para poder llevar a cabo dichas escalas, así como los calados necesarios en caso de atraque en el Rompeolas, poder contar con un remolcador de fuerza superior a 700 toneladas, así como la posibilidad de enlazar con los trenes que partían hacia Madrid. La Junta, considerando que las medidas exigidas implicaban gastos importantes, acordó que la propuesta sería enviada al Gobierno de la Nación.
Sin embargo, el estallido de la Segunda Guerra Mundial en septiembre de 1939, con el colapso total del comercio internacional y de la navegación civil, alejaría sine die la posibilidad de escalas de los trasatlánticos extranjeros en el puerto de Algeciras, asunto que no se volvería a retomar hasta la década de los años cincuenta.
(Extractado de mi libro El Puerto Bahía de Algeciras. 3000 años de historia, UNED-Madrid, Algeciras, 2013).
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