La canción mítica de Esclarecidos

A lo largo de la historia de la música española hay joyas que la gente descubre con cierta facilidad y otras, que están semiescondidas, sólo al alcance de unos pocos. En el Campo de Gibraltar hay algunos temas, que independientemente de que cosecharan un éxito rotundo o no, arrancan la complicidad del lugareño.

Arponera es uno de esos temas que por el azar del destino fue ignorado por parte de los ciudadanos de La Línea de la Concepción. Esclarecidos, así se llama el grupo que originó la melodía, no dio muestras de querer vivir de la música allá por los años 80 y 90. Pero esta formación no logró pasar inadvertida por los compañeros de profesión. Algunos de ellos, como Mikel Erentxun, destacaba en su página web que su canción favorita del pop español es sin ir más lejos, Arponera.

Se trata del tema más conocido de la banda madrileña que impregnó una historia de amor con el contrabando inherente a la delgada línea que separa La Línea de Gibraltar. Cristina Lliso era su vocalista y fue tal el éxito de esta joya que hasta el álbum recopilatorio que sacó a la venta el programa Crónicas Marcianas incluyó el tema considerándola así como una de las 101 canciones mejores de la música pop española. "Yo quiero ser arponera y pescar tus sentimientos. Contrabando traficaré contrabando de tabaco y oro para ti. Muchas noches me verán en la frontera de Gibraltar toda La Línea conocerá que el tabaco y oro es para ti", dice la letra.

Uno de los grupos que sí fueron profetas en su tierra y que fueron reconocidos en toda España, fue Los Mártires del Compás que lograron un rotundo éxito. El sanroqueño Chico Ocaña, vocalista, que ha abandonado recientemente la formación para abrirse paso de nuevo, llenó su cancionero de guiños a la idiosincrasia campogibraltareña como "con mi tabla de winfirsu... a Tarifa y no hay viento" o la letra que elogia las bellas mujeres de esta comarca.

Pero la canción más destacada sin lugar a dudas que recoge en su letra un rincón del Campo de Gibraltar es Mediterráneo de Joan Manuel Serrat, que puede escucharse en el lugar más recóndito del mundo, en San Francisco sin ir más lejos. Los algecireños se sienten reconfortados cuando escuchan ese "desde Algeciras a Estambul". El público siempre ha agradecido al artista el gesto cuando se ha dejado ver por la plaza de toros de Algeciras o por el Festival de Jimena.

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