Caos en la A-7: dos accidentes en hora punta paralizan el tráfico en el Campo de Gibraltar

Los Barrios/La mañana de este martes está siendo caótica en la A-7, la principal vía de comunicación del Campo de Gibraltar, con dos accidentes de tráfico que, en menos de dos horas, han colapsado completamente la circulación. La saturación crónica de esta autovía ha vuelto a quedar en evidencia, afectando a miles de conductores en hora punta.

El primer accidente ocurrió a las 8:05, cuando tres vehículos colisionaron en el kilómetro 1.115 de la autovía, poco después del puente sobre el río Palmones, en el término municipal de Los Barrios y en sentido San Roque. Afortunadamente, no hubo heridos, pero las consecuencias sobre el tráfico fueron desesperantes. Las retenciones se extendieron varios kilómetros, alcanzando la salida de Algeciras en un momento crítico para los desplazamientos de los trabajadores.

A las 9:50, apenas hora y media después, se registró un segundo accidente en el kilómetro 1.110, también en Los Barrios y en sentido San Roque, a la altura del hotel Guadacorte, un punto negro de la autovía. En esta ocasión, cinco vehículos se vieron implicados en una nueva colisión múltiple, sin que se produjeran heridos. Sin embargo, el tráfico, ya sobrecargado por el primer choque, quedó aún más paralizado, extendiendo las colas kilométricas.

La Guardia Civil de Tráfico ha confirmado que, a pesar de la gravedad de las retenciones, no ha habido víctimas en ninguno de los incidentes.

Estos accidentes, frecuentes en una comarca de casi 300.000 habitantes, evidencian las carencias de la infraestructura vial. La A-7 es incapaz de absorber el volumen diario de vehículos, lo que genera episodios recurrentes de colapso. Los conductores, además de sufrir largas esperas, se enfrentan a situaciones de riesgo por la falta de fluidez en la circulación.

Existen propuestas para la creación de un tercer carril en el tramo que une Algeciras con San Roque, una medida que los residentes consideran vital para mejorar la seguridad y reducir las constantes retenciones. Mientras tanto, la realidad en la carretera sigue siendo la misma: accidentes, colas interminables y una sensación de abandono en una autovía que no da abasto.