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Carruajes La Andaluza, un alcalde interesado y un mago despistado

El Sexenio Democrático en Algeciras (1868-1874): Historias de Algeciras

El alcalde López Aldana se pronunció contra el general Espartero en el 43, siendo nombrado representante en Algeciras de la Junta Comarcal Revolucionaria que se constituyó en la vecina ciudad de San Roque

El naufragio de Isabel II y el de una barquilla de Algeciras

En el salón de plenos algecireño se aprueba el expediente de Manuel Juliá. / E. S.

Algeciras/Y mientras en las altas esferas del reino se procura la dirección de la constitucional España. En la progresista y constitucional Algeciras, un joven de 25 años llamado Manuel Juliá Hubert, natural de esta ciudad e hijo de José Juliá (hermano del alcalde, Manuel Juliá) y de la esposa de este Teresa Hubert, de estado civil soltero, ejerciendo como depositario del municipio, asumió, al igual que el Gobierno de la nación, la obligación que le exigía su posición en la Casa Consistorial y manifestó documentalmente: "Que ha residido los últimos once años en la capital de la provincia, y que tiene concertado su matrimonio con la joven Clotilde Blanco Lapera, hija de José Blanco y María de los Dolores Lapera, de 22 años de edad y natural y vecina de la ciudad de Cádiz; a la cual le tiene dada la palabra de Casamiento que ahora ratifica; y siendo imposible asistir al acto de la toma de dichos y consiguiente matrimonio por hallarse accidentalmente desempeñando el antedicho cargo en esta expresada Ciudad, para que por su ausencia no deje de efectuarse, otorga poder especial á favor de su padre José Juliá y Jiménez, para que en su nombre y representando a su persona se tome el dicho con, su prometida Clotilde Blanco Lapera, según en la forma establecida por palabras de presente que constituya verdadero y legitimo matrimonio; y si aquella lo recibe por su esposo y marido; él la recibe por su esposa y mujer, pues desde ahora la quiere y admite por tal". La revolución del 68 y su posterior evolución constitucional en el 69 exigía sacrificios, tanto en la esfera publica como en la privada, y como no, los miembros de la familia del alcalde algecireño asumieron los que la nación les demandaba.

Así mismo y en igual ámbito local, otro algecireño que asumió su obligación fue el herrero Antonio Cortés Cortés, quién: "Por el bien de su negocio, recibió en préstamo la cantidad de 50 escudos en efectivo que le fue entregado por José Marques Pardo, los cuales con 8 de interés, que en junto y en reales de vellón son 580 r. a pagar en que ha de tener lugar la feria de San Roque; de forma de que si llegado este tiempo no hubiese satisfecho su deuda o vencido el plazo si no hubiese feria, quiere y consciente para su pago [...] deja obligado sus bienes. Siguiendo con la asunción privada de las obligaciones de los algecireños de la época, comentar que de igual modo que el anterior, procedió: Sebastián de Torres y Escassi, viudo de sesenta años y propietario de una casa de planta baja situada en la calle del Matadero o Nueva de esta Ciudad, número 38; compuesta de varias habitaciones; y que colinda con la propia calle á que forma esquina por su izquierda al norte, con casa de Ángela Rodríguez la Calle; y por su fondo á Poniente con el Secano, mide 9 m de frente y 7 m de fondo; estimando su valor en 1.000 escudos [...] dividida en dos las adquirió por compra á las hermanas María y Antonia Pérez, en 13 de Enero de 1835 [...] y que necesitando adquirir efectivo ha convenido con el comerciante José Rodríguez España [...] en recibir en préstamo la cantidad de 300 escudos en efectivo ó sean 3.000 reales á devolver en igual día de 1871 [...] en caso de vencer el plazo no devolviese el capital [...] satisfará un interés del 1% mensual [...] poniendo en garantía la vivienda reseñada por la expresada suma interés y costas".

Continuando con el posible cambio de titularidad en los inmuebles de la ciudad de Algeciras y en aquel mes del año constitucional del 70, comentar que: "Josefa González García, de 35 años de edad, con la debida autorización marital otorgada por su legítimo esposo Manuel Rojas Marchena, ámbos propietarios y vecinos de la Línea de Gibraltar, distrito -aún pendiente por normalizar la nueva situación administrativa- del municipio de San Roque [...] propietaria la primera de una casa sita en Algeciras, calle Alta, con dos puertas, números 3 y 5 con habitaciones, cocina, corredor, pozo negro, patio y dos cuartos, colinda por derecha con casa que fue de José Alcoba, hoy de Simón Consellero; izquierda y espalda con casa de José Parra Rivero, dando su frente al Poniente [...] la finca perteneció en lo antiguo á Francisca Aldana, habiendo recaído por su muerte en sus sobrinos: Lutgardo, Juan, Victoriano y María del Carmen López Aldana; quienes la vendieron á María Marchena en 4 de Julio de 1856 [...] teniendo convenida su venta con Andrés Perales Yzquierdo en líquida cantidad de 300 escudos". Constituyendo, por tanto, la mencionada Francisca Aldana la rama algecireña de quién fuera posteriormente el primer alcalde de la ciudad de La Línea de la Concepción, Lutgardo López Muñoz. El citado sobrino de Francisca Aldana, Lutgardo López Aldana, fue, al parecer, familia en primer o segundo grado, del futuro y reseñado alcalde López Muñoz. Ejerciendo el empleo de capitán de granaderos, López Aldana se pronunció contra el general Espartero en el 43, siendo nombrado representante en Algeciras de la Junta Comarcal Revolucionaria que se constituyó en la vecina ciudad de San Roque. Todo parece indicar que la idea liberal y progresista estaba muy enraizada en los miembros de tan campogibraltareña estirpe.

Publicidad de la empresa de carruajes La Andaluza. / E. S.

Dejando atrás a tan destacada familia, comentar que por aquellos días los políticos locales progresistas insisten en introducir en el día a día de los algecireños el cambio sustancial del nuevo sistema de gobierno, cuando: "Don Manuel Juliá de Jiménez, Alcalde primero de esta Ciudad de Algeciras. Hago saber: que por consecuencia de la Ley del seis de Mayo de 1855, relativa al reconocimiento de la propiedad de los terrenos que proceden de los Propios y Comunes de los Pueblos, se hallaban poseídos sin título suficiente, se instruyó expediente á instancia de Doña Juana Fernández López, viuda propietaria, mayor de 40 años y de este domicilio, en solicitud de que se le expediese título administrativo de la finca, cuya descripción es como sigue: Un trozo de terreno destinado á fábrica de alfaharería, situado en este término del Partido de San Bernabé, que linda por el Norte, Poniente y Sur, con el Cortijo de San Bernabé, de la propiedad del Excmo. Sr. Conde de Luque y por Levante con tierras de la Sra. Viuda de Santiesteban, medido dicho terreno tiene de superficie natural tres cuartillas de marco real; que hacen 482 áreas y 967 centiáreas, clasificado de segunda clase; en el mismo terreno se encuentran dos hornos de cocer y dos edificios de fábrica destinados a materiales y loza; siendo conocido el predio por el de Tejar de Ginés; y está cercado de pitas, habiéndose hecho esta descripción con arreglo á lo que aparece en la certificación pericial de este expediente [...] el terreno fue concedido por este Ayuntamiento á José Ginés hace más de 40 años -¿Durante el Trienio Liberal?-, libre de censo y canon para fomentar la industria á que se destinaba; después por traslación pasó á Francisco Mora, quién la vendió al finado Juan Custodio Orozco, en 15 de Diciembre de 1851, y por muerte se adjudicó a su hijo Juan Custodio Fernández, habiendo enajenado esta finca á Juan Alcoba Oz de este domicilio en 26 de Julio de 1869 [...] Que sustanciado el expediente y en conformidad con las prescripciones de dicha Ley y al Real Decreto de 21 de Setiembre de 1865 se justificó ante la municipalidad la posesión [...] y en sesión de 5 de Junio de 1866 y con audiencia del síndico se aprobó la actual, fijándose edicto por 8 días convocándose a los que se creyeren con derecho á contradecirlo. Y remitido el expediente á la superioridad ha sido devuelto con la orden siguiente:= Diputación provincial de Cádiz.=Tierras.=núm 163. Resultando el expediente instruido por ese Ayuntamiento á instancia de Doña Juana Fernández López [...] acuerda concederle su aprobación y que se devuelva al municipio [...] proceda al otorgamiento de la correspondiente escritura". Este era el segundo expediente promovido por la señora Fernández López, el primero hacía referencia al reconocimiento de la posesión de un terreno en el Majadal Alto, de este mismo municipio.

Efectivamente, para la regularización de los terrenos expedientados, se necesitaba el aprobado de la provincial corporación, como así ocurrió con otras peticiones incluida la que promovió el propio alcalde de la ciudad, y como interesado, cuando: "Dada cuenta del expediente promovido por D. Manuel de Juliá y Jiménez, vecino de Algeciras, para que se le conceda título administrativo de varios terrenos roturados que posee, se acordó dirigir orden al Alcalde 2º de dicha Ciudad, toda vez que el primero es el interesado á fin de que dando cuenta á aquel Ayuntamiento el cual evacuará su informe con presencia de lo actuado y que se actúe, oyendo de nuevo al Regidor Síndico, disponga un reconocimiento por los peritos de la ciudad del cual resulte sí el terreno en cuestión está cercado, quién lo posee y que destino tiene, declarando si en el caso de declararse propiedad del Sor. Juliá impedirá los aprovechamientos de las majadas de Majadal Alto ó afectaría el uso de alguna servidumbre pública, y haciendo constar el número de árboles de propios que existan sobre el repetido terreno con expresión de sus clases y valor. Se hará saber al D. Manuel Juliá que en el término del tercero día presente los títulos u otros documentos en que pueda fundar su derecho, ampliando caso necesario las informaciones que ya prestó y todo evacuado con citación y audiencia del Regidor Síndico é informe de la Municipalidad, se devuelva para resolver".

A la espera de la resolución del expediente promovido por tan “interesado alcalde” en su legítimo derecho, comentar la reelección que al frente del partido monárquico algecireño se produce del que fuera su líder, Juan A, Duarte, quién repetirá su mandato junto a los miembros de su junta: "Remigio Gutiérrez de Gereda, Vicepresidente; Vocales, Pablo Sambucety, José Macías Delgado, Nicolás Gras, Francisco Cabello, Joaquín Calatayud, Ignacio Benítez, y Juan Blanca, como Secretario. En otro orden de asuntos, reseñar que Algeciras además de contar con el tradicional servicio de La Madrileña (vía San Fernando, Chiclana, Medina Vejer, Tarifa, Algeciras, Gibraltar), también tenía previsto la apertura en un breve espacio de tiempo de las oficinas del también servicio de carruajes denominado: La Andaluza, empresa fundada por José Arana años atrás. En 1870 La Andaluza estaba dirigida por Bartolomé Marquez, teniendo su sede en la ciudad de Chiclana; y se publicitaba con el aval de: Precios muy reducidos, ampliando sus servicios hasta las ciudades de Algeciras y Tarifa, con escalas en Chiclana, Conil y Vejer. Salidas de Cádiz con el tren á las 8’55 de la mañana para llegar á Algeciras por la tarde [...] Ómnibus, breks, carretelas y calesas entre San Fernando, Chiclana y demás puntos. Servicio de carruajes construidos nuevos, cómodos, ligeros y el de mejor movimiento, completan el servicio de verano que queda ya establecido, y en ellos encontrarán los viajeros las mejores condiciones de pasaje [...] Las oficinas de Tarifa y Algeciras se anunciarán oportunamente, así como el día que empiecen á correr los carruajes á dichos puntos y la considerable baja hecha en el precio de los asientos".

Extracto del expediente promovido por el alcalde Manuel Juliá . / E. S.

Por aquellos días de progreso para las comunicaciones -que no para el estado de los caminos- entre Algeciras y las diversas poblaciones de la provincia, cierto extravagante personaje hace referencia a nuestra ciudad para publicitarse en la práctica de lo que hoy se denomina cromoterapia, haciendo público: "Pedro Lanoizelet, cromorradioestesista, alquimista y mago, con residencia en Argel, posee un secreto sensacional [...] la curación por medio de los colores [...] Pedro posee cartas de enfermos diagnosticados a distancia, cartas venidas de todos los lugares del norte de África, de Rabat, Tánger, El Cairo y de Algeciras. Y gran magia tuvo que hacer sin duda el citado alquimista para “trasladar” a nuestra ciudad al norte del vecino continente".

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