Carta a Federico Moral

“Queremos convertir al ciudadano en protagonista de nuestra actividad y fomentar su valiosa participación. Para ello las puertas de la Oficina están abiertas a cualquier tipo de sugerencia o queja que pueda producir una mejora de la calidad de nuestro trabajo”. En la Carta de Servicios de la Oficina de Coordinación de la Administración General de Estado del Campo de Gibraltar.

Querido amigo:

Tras una dilatada experiencia en los Servicios de Inspección en frontera, fundamentalmente en el control fitosanitario, nuestros caminos convergieron tras tu nombramiento como primer Coordinador de la AGE en el Campo de Gibraltar y posteriormente como primer Jefe de PIF, el más importante de España.

La introducción de este escrito, en la Carta de servicios de la OCAGE, aprobada el 6/2/2008 y coordinada por ti, te define completamente: tu voluntad de trabajo y servicio, la participación del ciudadano, la escucha de las sugerencias o quejas y la búsqueda incansable de las mejores soluciones a los problemas.

En línea con la idea de que a veces la Administración no premia, tu trayectoria de trabajos y servicios debió ser recompensada con una de esas medallas importantes que lo reconocen.

Querido Federico:

Permíteme que recuerde algunos momentos comunes.

Recién aparecido mi futuro nombramiento como Coordinador de la AGE en 2004 ya nos tomamos un fructífero café de trabajo en la calle Trafalgar. Allí me explicaste el origen de la figura del coordinador y el nacimiento de la Oficina, su interrelación con la anterior creación de la Subdelegación de la Junta de Andalucía en el Campo de Gibraltar y la intervención de personas (algunos sin ser conscientes) que, por su trabajo y dedicación, sí que son importantes y definitorias de la actual configuración administrativa y política del Campo de Gibraltar.

Durante mi tiempo como coordinador de la AGE formamos un tándem que trabajó incansablemente por la comarca. Yo como coordinador y tú como jefe de servicios de Asuntos Generales de la Oficina (figura que ejercería como secretario general), pero nunca nos aprobaron en la R.P.T.

En la mesa redonda del despacho del coordinador discutíamos las memorias, informes, escritos que íbamos a utilizar o elevar, uno como defensor y el otro como crítico. Pienso, Federico, que hicimos un buen trabajo.

Como interlocutorhabitual con agentes de Aduanas, transitarios, Consejo de Usuarios de la APBA, etc, también le dedicamos trabajo a las necesidades de los servicios de Inspección y, entre ellas, la de la creación de la figura de jefe de PIF. Algo participamos de las actuaciones del Plan de Medidas para la mejora de la Sanidad Exterior, aprobado el 11/04/2006; es por ello que tras la puesta en marcha de la figura, nadie más cualificado y con más y mejor experiencia que tú.

En lo anterior, como en muchas otras cosas en las que trabajaste denodadamente, como, por ejemplo ,el impulso a la sede en la Plaza Juan de Lima, contamos con el apoyo y trabajo en Madrid del diputado Salvador de la Encina.

En estos tus últimos días te he podido mandar mis abrazos y los besos de Rosa y mío a través de Nena, que con su transmitida entereza, nos hablaba de cómo te encontrabas. Cómo te dijimos, Nena: “Os queremos”.

Federico, allá dónde estés, seguro que ya sabrán de tus conocimientos, de tu capacidad de trabajo, de elaborar proyectos y, en especial, de tu caballerosidad y bonhomía.

Un fortísimo abrazo. José Andrés.