“Aquel cierre frustró la ilusión de muchas familias”
Testimonio
Jerónimo Carrasco, veterano periodista linense: “Fue una medida inapropiada”
Jerónimo Carrasco no era reconocido todavía como un maestro del periodismo del Campo de Gibraltar cuando se cerró la Verja. Tenía, eso sí, 30 años y todo el conocimiento adquirido desde pequeñito en su propio hogar sobre la importancia que el Peñón tenía -y tiene- para su ciudad: La Línea. Cincuenta años después, tras desarrolllar una importante carrera en los medios de comunicación, recuerda y lo primero que le viene a la mente es su padre. Era carpintero en el departamento de Ingenieros de Gibraltar. Esa circunstancia permitió a Jerónimo conocer “la gloria y la miseria” de aquellas personas de La Línea que conseguían “un sueldo pequeño pero seguro” a fuerza de “levantarse a las seis de la mañana, asearse y cruzar la Verja”. “Aquella imagen está metida en mi alma, el regreso por la tarde con el costo que le preparaba mi madre, muchas cosas”, rememora y sentencia: “Gibraltar era entonces el centro de trabajo de mi padre y de muchos padres”.
Licenciado en Ciencias de la Información y Filología Hispánica, Graduado Social y titulado en Magisterio, Carrasco comenzó su andadura periodística en el diario Área y Radio Juventud, hasta que, en 1969, ingresó en Radio Nacional de España. En 1977 fue nombrado director de RNE en el Campo de Gibraltar, cargo que desempeñó hasta 1990, cuando fue nombrado jefe de los Servicios Informativos y de Programas. Sabe de lo que habla. “Gibraltar formaba y forma parte de nuestra vida de una forma además muy particular en los ciudadanos de La Línea, que han dependido de Gibraltar de forma directa para poder trabajar o a través del consumo que hacían esos trabajadores en la ciudad cuando volvían. Toda la vida económica linense giraba en torno al Peñón”, explica.
Tanto años en los medios de comunicación dieron a Jerónimo Carrasco la oportunidad de entrevistar a personajes relacionados con el Gobierno de España de turno, “algunos, supongo, con buena voluntad” y “conscientes de la dependencia de esta ciudad con Gibraltar” que dejaron en todo caso un buen puñado de “promesas incumplidas”. “Nadie ha sido capaz de solucionar el problema del Campo de Gibraltar y, específicamente, el que está sufriendo directamente La Línea”, una población que está eternamente en estado de “precariedad y abandono”.
La clausura le pareció a Carrasco “una medida inapropiada” que “cerraba las puertas de la ilusión y del trabajo a unas familias que tenían en la Roca una subsistencia “pobre pero necesaria”. “No entro en razones políticas o jurídicas del conflicto porque el problema real de la gente iba por otra parte. Aquel cierre frustró la ilusión de muchas familias”, concluye el periodista, que aquel 8 de junio dejó al otro lado de la Verja tantos amigos como ahora sigue teniendo.
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