Algeciras y La Línea se vuelcan en sus bares y restaurantes durante el cierre perimetral

Terrazas al límite de la capacidad que permite la normativa y restaurantes en los que es complicado -a veces, imposible- encontrar una mesa. Las restricciones a la movilidad para frenar la pandemia del coronavirus que mantienen el confinamiento perimetral de la comunidad y de todos sus municipios -de momento hasta el próximo 10 de diciembre- han provocado que los bares y restaurantes de Algeciras y La Línea hayan registrado un considerable aumento de clientes.

Desde el pasado 10 de noviembre, cuando entraron en vigor las nuevas restricciones, los vecinos de Algeciras y de La Línea, que no podían salir de sus ciudades, se lanzaron a los bares y restaurantes más cercanos a sus domicilios. La medida benefició tanto a los establecimientos de las localidades más pobladas como perjudicó a los de las más pequeños. Es el caso del Centro Gastronómico de Palmones, que se vio de la noche a la mañana desprovisto de la mayor parte de su clientela habitual.

En Algeciras y La Línea, desde poco después de las 13:00, es difícil no ver una terraza repleta y un restaurante que no pude admitir a más comensales. Sobre todo ahora que hay que hacer reservas con tiempo. La gente apura hasta que a las 18:00 tienen que cerrar sus puertas, para aprovechar el buen tiempo que acompaña en estos días en el Campo de Gibraltar.

La Junta elevará desde el próximo martes por un periodo inicial de 14 días el nivel de alerta 3 grado 1 a nivel de alerta 4 grado 1 al distrito sanitario del Campo de Gibraltar, entre otros. Los bares y restaurantes tendrán cerrar a las 18:00 como hasta ahora, pero se flexibilizará el horario de la hostelería para permitir su apertura hasta las 21:30, aunque exclusivamente para recogida de pedidos. Tendrán un aforo máximo del 30% en interior y del 75% en terrazas.