Cueva de Ranchiles: un viaje al pasado a través del arte rupestre de la Sierra de la Plata
Observatorio de la Trocha
En sus paredes, se conservan pinturas que narran las creencias, prácticas rituales y la relación del ser humano con su entorno natural

La Sierra de la Plata, situada en el Parque Natural del Estrecho, en el municipio de Tarifa, se erige como una de las áreas más relevantes en el contexto de los asentamientos prehistóricos de la comarca del Campo de Gibraltar. Este enclave, que forma parte del entramado montañoso del Parque Natural del Estrecho, no solo destaca por su riqueza natural, sino también por su enorme valor arqueológico. Con una extensión que abarca una gran diversidad de paisajes, desde escarpadas laderas hasta valles, la sierra ha sido testigo de la ocupación humana desde tiempos remotos, consolidándose como uno de los principales refugios de los primeros grupos humanos que habitaron la península ibérica.
La ubicación estratégica de la Sierra de la Plata, entre las costas del mar de la costa mediterránea y el océano Atlántico, la convirtió en un punto clave para los grupos de cazadores-recolectores que, hace miles de años, encontraron en este territorio un entorno ideal para asentarse. Sus abruptas formaciones rocosas, covachas y abrigos naturales proporcionaron refugio, mientras que la cercanía a la costa les permitió explotar recursos marinos y terrestres de manera eficaz. A lo largo de la sierra, los restos de estos asentamientos han dejado una profunda huella en el paisaje, destacando especialmente las manifestaciones artísticas y culturales de estos pueblos primitivos, como el arte rupestre que adorna las paredes de diversas cuevas y abrigos.
Entre estos sitios, destacaremos la cueva de Ranchiles, que se erige como uno de los testimonios más significativos de la presencia humana en la zona. En sus paredes, se conservan pinturas que narran las creencias, prácticas rituales y la relación del ser humano con su entorno natural. Este tipo de arte rupestre postpaleolítico, considerado uno de los más relevantes en el extremo sur peninsular, es una ventana hacia un pasado lejano que aún conserva gran parte de su misterio. La Sierra de la Plata, en su totalidad, sigue siendo un verdadero laboratorio de investigación para arqueólogos y expertos, ya que cada nuevo hallazgo en la zona contribuye a comprender mejor las dinámicas de los primeros asentamientos humanos en la región.
La Cueva de Ranchiles, descubierta por Henri Breuil, y recogida en su prestigioso libro “Rock Paintings of Southern Andalusia”, allá por el 1929..., era descrita así: "En la Sierra de la Plata, por encima del puerto romano de Bolonia y Punta Camarinal, Hay cuevas pintadas de poca importancia. El más notable abrigo toma su nombre de la masía conocida como la Casa de Ranchiles, que se encuentra al pie de la Laja del Helechoso, a menos de 2 km. noroeste de Bolonia. Se trata de una pequeña cueva, orientada al sur, en una roca que sobresale de la colina. Contiene siete cifras en rojo, tres de los cuales son hombres con forma convencional, los brazos y las piernas extendidas; el cuarto pertenece al mismo grupo, pero se reduce a un mero ancla. Al lado se puede ver una estrella muy desvanecida con siete rayos. 40 cm. A la izquierda del primer grupo hay una figura ramiforme irregular, dentro de un arco invertido y que termina por encima de un bucle. Luego viene una especie de arco cruzado por una línea media, que es seguido oblicuamente hacia abajo y termina por encima de una gran V, colocado de lado; esta figura probablemente pertenece al grupo de hombres con armas".
En la actualidad el estado de conservación de sus grafías, dista mucho de aquella visión que tuvo el abate Breuil en el momento de su visita, tal como podemos ver en su calco. Además, en la misma lámina vemos el calco que el matrimonio Topper realizo de las grafías de Ranchiles, se observan grandes diferencias entre los dos investigadores, (Lámina 2).
A continuación empezamos con la descripción de los motivos que aún se conservan en la cueva. Se ha realizado una distribución de izquierda a derecha de cinco paneles, lo primero comentar que el estado de conservación es pésimo. Gracias a las nuevas tecnologías aplicadas a la fotografía podemos resaltar los pigmentos que componen los motivos, utilizando el software Dstretch.
La cueva o covacha destaca por su formación en un peñón de arenisca, con dos oquedades, solo localizándose grafías en la oquedad de la izquierda, con unas dimensiones de unos dos metros de ancho por un metro veinte de altura media, la covacha está situada aproximadamente a un metro del suelo. Se compone de cinco paneles distribuidos en sus paredes. El color de los pigmentos predominante en todas las grafías es rojo, variando su tonalidad.
Se inicia el análisis con el panel marcado con el número "1", el cual está compuesto por cuatro motivos visuales claramente diferenciados. El primer motivo, identificado como 1-1, corresponde a una figura en forma de “V”, con dimensiones aproximadas de 5 cm de alto por 5 cm de ancho. La tonalidad del pigmento en este caso es de un rojizo tenue, con una intensidad de color considerablemente desvaída, lo que podría indicar un mayor grado de deterioro o una aplicación original de pigmento más diluida. Este motivo es claramente visible, pero su conservación presenta signos de desgaste.
El segundo motivo, denominado 1-2, se localiza muy próximo al anterior (1-1), y su forma sugiere la representación de un posible antropomorfo acéfalo, es decir, una figura humana sin cabeza. Este motivo conserva parcialmente su estructura, con las extremidades inferiores bien delineadas y un tronco formado por un trazo vertical. Las extremidades inferiores están representadas mediante una “V” invertida. A diferencia del motivo 1-1, el motivo 1-2 presenta una conservación relativamente mejor, aunque aun con signos evidentes de desgaste. Las dimensiones aproximadas de este motivo son de 6 cm de altura por 3 cm de ancho.
El siguiente motivo, denominado 1-3, se caracteriza por un trazo en forma de "V", con la abertura orientada hacia la izquierda. Los dos trazos que conforman esta figura presentan una desigualdad en sus dimensiones, siendo el trazo inferior notablemente más largo que el trazo superior. Este motivo se encuentra parcialmente infrapuesto al motivo 1-4, lo que sugiere una interacción entre las figuras. La tonalidad del pigmento en este caso es de un rojo oscuro, lo que indica una mejor conservación respecto a los motivos previos. Las dimensiones del trazo inferior son de aproximadamente 11 cm, mientras que el trazo superior mide alrededor de 6 cm.
Por último, el motivo 1-4, que se encuentra superpuesto al motivo 1-3, presenta una estructura más compleja. Se compone de un trazo curvo, que puede interpretarse como una media circunferencia, la cual es atravesada por su diámetro por un trazo recto. Además, desde aproximadamente el centro del trazo recto, se extiende un trazo perpendicular hacia el borde de la curva. Este motivo tiene unas dimensiones aproximadas de 10 cm en su trazo recto y 5 cm de altura. La tonalidad del pigmento de este motivo es un rojo más oscuro en comparación con el motivo 1-3, lo que sugiere una distinción en el tratamiento del color o un cambio en las condiciones de conservación.
El panel marcado con el numero “2”, está conformado por dos motivos, el marcado por el número 2-1, es un simple trazo oblicuo, que posiblemente sea solo el resto que se conserva en la actualidad. Con unas dimensiones de 4 centímetros y un ancho del trazo de 1,5 centímetros. El motivo 2-2 y más significativo del conjunto gráfico, está formado una figura ramiforme encapsulada, donde se observa un trazo casi vertical, cruzado por trazos perpendiculares, además de un trazo que recorre su perímetro, encapsulando el motivo ramiforme. Con unas dimensiones de 23 cm de alto por un ancho de 10 cm en su parte máxima. El color del pigmento es rojizo oscuro, aunque en la actualidad está muy desvaído.
El panel “3”, formado por dos motivos, el marcado con el número 3-1, es un claro motivo antropomorfo, podemos observar un trazo vertical del que parten brazos y piernas, en este caso no se observa la cabeza del antropomorfo, posiblemente por el deterioro de la parte superior de la figura. Con unas dimensiones de 17 cm de alto por un ancho máximo de 13 cm. El pigmento utilizado en este caso es rojo oscuro, encontrándose el pigmento de la zona de las extremidades inferiores extendido y casi uniéndose a la pierna izquierda del motivo. El segundo motivo de este panel marcado con el número 3-2, podría ser también un antropomorfo en este caso del tipo golondrina, aunque en una posición girada, se observan los brazos formados por un trazo curvo y el tronco formado por un trazo en este caso y por la posición oblicuo. Con unas dimensiones de 6 cm de ancho por 3 cm de altura. Con un tono de rojo más claro que la figura antropomorfa.
El panel número “4”, lo confirma un solo motivo claramente identificado, en este caso una figura antropomorfa del tipo golondrina, formado por un trazo oblicuo que confirma el tronco de la figura con un trazo cuervo en su parte superior que conforman los brazos, en este caso también hablamos de una figura acéfala (falta de cabeza), figura muy simplificada de una persona. Con unas dimensiones de 12 cm de ancho por 6 de alto. El pigmento utilizado es rojizo.
Para finalizar terminamos con el panel número “5”, que lo conforman tres motivos, el marcado con 5-1, un antropomorfo formado por un trazo oblicuo del que parte varios trazos para formar las piernas y brazos, en este antropomorfo tampoco observamos la cabeza, entrando en la categoría de acéfalos. Con unas dimensiones aproximadas de 20 cm de alto por unos 12 cm de ancho. Con un color de pigmento rojizo, desvaído en la mayoría de su trazado. El motivo marcado con el número 5-2, lo forma un motivo con forma de “B”, con unas dimensiones de 9 cm de alto por un ancho de 6 cm, en este caso el pigmento es de un color anaranjado muy claro, este motivo es prácticamente inapreciable a simple vista. El último de los motivos de este panel el marcado con el número 5-3, lo forma otro antropomorfo, conformado por un trazo vertical a modo de tronco, y trazos que parten de éste inclinados a modo de brazos y piernas, al igual que el resto de antropomorfos de esta covacha también es acéfalo, aunque esta figura presenta un trazo que da forma al sexo de la figura. Con unas dimensiones de 16 cm de alto por un ancho de 8,5 cm. Mantiene la misma tonalidad de pigmento rojizo que el antropomorfo 5-1.
Concluyendo podríamos decir que esta pequeña cavidad cuenta con grafías postpaleolíticas esquemáticas, y por comparación cronoestilísticas nos podríamos ir a un periodo medio final de la edad del hierro, Basándonos en un esquematismo simple, donde cada vez la representación tendía hacia lo abstracto, siendo a veces difícil de identificar.
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