La cumbre en Bruselas sobre el tratado de Gibraltar acaba sin acuerdo pero "con importantes avances"
Gibrexit
"Todas las partes tienen la seguridad de que el acuerdo se está acercando y trabajarán estrecha y rápidamente en las áreas pendientes hacia un acuerdo general", dice un comunicado conjunto de la CE, España y Reino Unido
La reunión a tres bandas entre la Comisión Europea, España y Reino Unido celebrada este jueves en Bruselas para intentar cerrar un tratado sobre la relación de Gibraltar con los Veintisiete terminó sin acuerdo pero con "importantes avances".
Así lo explicaron en un comunicado conjunto el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Maroš Šefčovič, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y el secretario de Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Cameron, que estuvo acompañado en la delegación británica por el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, tras la cumbre que mantuvieron durante aproximadamente cuatro horas, la segunda con este mismo formato tras la que celebraron el pasado 12 de abril, cuando ya hablaron de "progresos significativos".
Según se lee en el texto conjunto emitido tras la cita, "la negociación de hoy se ha desarrollado en una atmósfera constructiva, con importantes avances y nuevas áreas de acuerdo. Todas las partes se reafirman en que el acuerdo está más cerca y en que trabajarán conjuntamente y de manera rápida en los aspectos más relevantes para lograr un acuerdo global UE-Reino Unido".
"El encuentro ha reafirmado el compromiso compartido para concluir un Acuerdo UE-Reino Unido que traerá confianza, seguridad jurídica y estabilidad a las vidas y la calidad de vida de las personas de toda la región mediante la protección y la mejora del comercio, la economía, la movilidad, el medio ambiente y el bienestar social, al tiempo que se salvaguardan las posiciones jurídicas de cada una de las partes".
Las tres partes, añade el comunicado conjunto, "han acordado permanecer en estrecho y permanente contacto".
Albares
Tras la cumbre, Albares explicó que había expresado un "compromiso rotundo" para lograr un acuerdo sobre la situación de Gibraltar tras el Brexit: "Ha quedado claro que todos hemos expresado nuestro compromiso rotundo con el objetivo final, que es alcanzar ese acuerdo para una zona de prosperidad compartida con Gibraltar, el Campo de Gibraltar, y crear una nueva relación basada en la confianza y en la prosperidad".
Albares no quiso entrar en los detalles de la negociación, pero aseguró que "no hay ningún asunto en el que ninguna de las partes rechace, excluya o haya una oposición frontal a llegar a un acuerdo". "En algunos aspectos todavía necesitamos un mayor acercamiento de posiciones técnicas al respecto", reconoció, y recalcó que se trata "simplemente de acercar posiciones en los puntos finales".
El ministro añadió que no se ha establecido "un plazo posible" para concluir el pacto sobre Gibraltar, pero dijo que "mañana mismo (por el viernes)" se seguirá trabajando.
"El 12 de abril se produjeron ya acuerdos importantes, hoy se han producido nuevos acuerdos y esperamos concluir próximamente", manifestó. Afirmó que la última cita "no es un punto y aparte, sino que es un punto y seguido". "Mañana mismo hay algunos aspectos sobre los que hemos acordado ya que los equipos técnicos continúen trabajando. Por lo tanto, la perspectiva no es el hecho de que no haya acuerdo, sino todo lo contrario, de que haya un acuerdo", subrayó. "Hemos acordado no entrar en un excesivo detalle, precisamente para proteger lo ya acordado y seguir avanzando en aquellos aspectos que todavía necesitan más desarrollo técnico", recalcó.
Antes de participar en la cumbre, el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, ya se mostró muy optimista. Dijo que esperaba que se avanzara "tanto como sea posible" e incluso no descartó que en la cita se cerrara el pacto. "Los equipos han trabajado intensamente y han acercado todavía más posiciones (en las últimas semanas) y yo espero que hoy lo hagamos tanto como sea posible y si fuera posible, definitivamente", declaró a su llegada a Bruselas.
Albares, que preparó la cita con Maroš Šefčovič, dijo que acudía "esperanzado" y no "atemorizado" y defendió que por parte de España no ve "escollos para poder avanzar hacia ese acuerdo". "Pero evidentemente yo no puedo hablar en nombre de la parte británica", sino que eso debe hacerlo Cameron, acotó.
Hora de jugar a la pelota
El ministro de Exteriores viene defendiendo desde hace más de un año que "la pelota está en el tejado de Reino Unido", después de que Bruselas y Madrid hayan presentado una propuesta que permitiría integrar a Gibraltar en el espacio Schengen.
Preguntado sobre si entonces la pelota sigue en el tejado británico y España ya ha dicho su última palabra, el jefe de la diplomacia siguió con este "símil" y sostuvo que "la pelota va a estar hoy dentro de la sala de reuniones y la vamos a jugar todos juntos, como hemos jugado desde el 12 de abril y todas estas semanas".
Albares dejó claro que acudía con el "espíritu constructivo" que ha mantenido durante toda la negociación hasta ahora para la consecución del acuerdo, "aunque evidentemente se necesitan dos para bailar el tango", en alusión a la frase acuñada ya en 2020 por su antecesora en el cargo, Arancha González Laya.
Tras el deshielo
El pasado 12 de abril, Bruselas y Londres escenificaron el deshielo político de las conversaciones tras dos años y medio de negociación técnica sin que trascendieran avances concretos.
Desde el arranque de las conversaciones se apunta a la supresión de la Verja y la entrada de facto de Gibraltar en Schengen, para lo cual los controles fronterizos deberán trasladarse al puerto y el aeropuerto. Reino Unido rechaza que sean agentes españoles los que efectúen esos controles, de ahí que sobre la mesa esté una propuesta para que durante un periodo transitorio de cuatro años esta tarea recaiga en la Agencia Europea de Fronteras (Frontex).
Otro de los aspectos más espinosos de la negociación, de la que apenas han transcendido detalles en los más de dos años transcurridos, es el del aeropuerto de Gibraltar. El aeródromo se encuentra construido en el istmo que une el Peñón con el resto de la península y es territorio en disputa.
España ha venido reclamando el uso compartido de las instalaciones para que puedan beneficiarse de ello toda la región, pero Reino Unido se opone de plano, considerando que choca con su postura respecto a la soberanía.
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