La desaparición del último rey visigodo en Palmones (y II)

Instituto de Estudios Campogibraltareños

La derrota de las tropas visigodas en Guadarranque fue total y absoluta, abandonando el rey Rodrigo el escenario de la batalla a la desbandada

El saqueo turco de Gibraltar en 1540 (I)

El saqueo turco de Gibraltar en 1540 (y II)

La desembocadura del río Palmones
La desembocadura del río Palmones / Vanessa Pérez
José Beneroso Santos

01 de julio 2024 - 02:00

Es posible que Rodrigo cruzase el Guadarranque a cierta distancia de su desembocadura; en un vado existente a la altura de lo que en la actualidad es el cruce de la carretera CA 9207, -en las inmediaciones de la venta de Los Timbales-. Otra posibilidad es que Rodrigo pudo haber vadeado, en un punto más alejado, otro río, el Guadacorte, Oued Corte o Oyda Corte, con tal nombre aparece en El Libro de la Montería de Alfonso XI. Un río utilizado como acequia de drenaje, por lo que su cauce debía tener cierta profundidad.

Desde luego las fuentes hablan del río del Barro o del río de las Acequias, y ambos elementos, barro y acequias, pueden verse confirmados tanto en el Palmones como en el Guadacorte.

Según venimos exponiendo la desaparición de Rodrigo aun siendo señalada en el hidrónimo Wad al-Tin no está clara, y es todavía tema de debate, porque además y esto es importante tenerlo en cuenta, si el Dirk bilad al-Andalus, fundamentalmente, no ofrece dudas en cuanto al lugar donde desapareció Rodrigo, que en su huida fue alcanzado en el Wadi al-Tin [río del Barro], utilizándose claramente una forma sustantivada, otros autores, como Al- Raqiq al-Qayrawani e Ibn Idari, lo hacen morir en un wadi al tin inespecífico, utilizando la forma genérica o la perífrasis en el “barro o lodo del río”, haciendo entender que Rodrigo muere ahogado al quedar atrapado en el abundante barro que tenía aquel lugar. Es decir, cabe la posibilidad de que Wad al-Tin sea una traducción incorrecta, y que lo que realmente signifique es que pereció en “el lodo del río”, en lugar de su pretendida muerte en el “río del lodo”; empleándose una perífrasis y no un hidrónimo. Así lo dan a entender también, entre otros autores, Abu-l-Muhayr y el citado Isa ibn Muhammad y más claramente aparece en los Ajbar que dice: “[…]Rodrigo fue también derrotado, y los muslimes hicieron gran matanza en los enemigos. Rodrigo desapareció […] El caballo había caído en un lodazal […] no se tuvo noticia de él, ni se le encontró vivo ni muerto”. Es decir, se habla de las características del lugar, pero en ningún momento se señala el hidrónimo.

Hacia la nueva interpretación

Para nosotros es muy probable que se haga referencia a Wadi al-Tin, río del Barro, (Palmones), en el sentido de ser un río donde se trabajaba el barro, es decir donde existió un número importante de alfares -sobre todo de época bajoimperial- y en contraposición a Wadi ar-rmel (Guadarranque), río de la arena, el otro río importante de la Bahía. El Palmones o de las Cañas, como igualmente es llamado, es un río que reunía particularmente una serie de condiciones para la citada actividad, como la existencia de abundante barro, apareciendo una arcilla roja, un excelente y apreciado material para la fabricación de recipientes de alta calidad, tanto para uso doméstico como industrial.

La actividad alfarera tuvo, junto a la salinera, una gran relevancia en esta zona. A lo largo del curso del Palmones y en sus inmediaciones se mantenía una producción alfarera desde época altoimperial. La abundancia de restos cerámicos, muchos datados en el transcurso de los siglos VII y VIII, que se solapan con los de época paleoandalusí, confirman la presencia de esta industria y la existencia de una fuerte demanda. Asentamientos -villae, alfares, enclaves asociados a las salinas existentes…- como los de El Rinconcillo, Venta del Carmen, Ringo Rango, Pino Merendero y Puente Grande, entre otros, lo confirman. La actividad pesquera se mantuvo con períodos de mayor o menor intensidad, pero que con independencia del volumen de producción de procesado de productos derivados de la pesca siempre requirió de una gran cantidad de sal y de contenedores para su envasado.

También, siendo importante destacarlo, el Palmones con frecuencia ofrecía, hasta tiempos muy recientes, serias dificultades para ser vadeado por la gran cantidad de lodo existente, y que todavía es perceptible, tal como lo hemos podido comprobar personalmente mediante el trabajo de campo. De hecho, cruzar el Palmones era, y lo sigue siendo, bastante complicado, sobre todo en su tramo final. El primer vado, o pasada, conocido y utilizado es el de Las Piedras. Un poco más arriba aparece el de La Grulla y ya más alejado y creemos más utilizado con bastante posterioridad a los hechos que narramos, el de Puente Grande o Pasada Buena, el mejor vado, ya cerca de la actual población de Los Barrios.

Tanto el de Las Piedras como el de La Grulla eran, y lo siguen siendo, muy peligrosos -fondos irregulares, fangosos y resbaladizos-, viéndose muy afectados por la acción de las mareas.

Nos parece interesante señalar que el hidrónimo Palmones, además de poder provenir de la abundancia de palmas o “palmones” existente en sus inmediaciones, es un vulgarismo derivado de despalmar, acción de limpiar y dar sebo a los fondos de las embarcaciones. Sostenemos que este río, conocido también como se ha mencionado de Las Cañas, fue denominado Palmones a partir del siglo XVI como consecuencia de dicha actividad, la de carenar las galeras, conociéndose el lugar como el de los “despalmones” durante el gobierno de los Bazán en Gibraltar que instalaron en su ribera unas excelentes atarazanas.

La dificultad para la identificación del Wadi al-Tin aumenta cuando fuentes posteriores que toman como referencia las anteriormente señaladas emplean una única forma indeterminada, Guadalentín, un hidrónimo ambiguo que aparece en distintas zonas de la geografía peninsular, pero sin ofrecer apenas más información.

Otro posible lugar para fijar la desaparición de Rodrigo, tal como muestra Ibn al-Sabbat basándose en fuentes más antiguas, es Wadi-al- Sawaqui, “río de las Acequias”, que para nuestro criterio podría localizarse en los alrededores de las salinas existentes en la comarca, sea en el Palmones, en el Guadarranque o, incluso, en el Guadacorte, utilizado a lo largo de la historia como azarbe de drenaje de las salinas. Sin embargo, tal como indica Pedro Chalmeta, el Fath al-Andalus y el citado Ibn al-Sabbat señalan como lugar de la desaparición de Rodrigo además de al-Sawaqi, sin especificar si tuvo lugar la batalla aquí o no, otro hidrónimo al-Sawani, de muy parecida grafía y que entendemos que es fruto de una mala lectura. En concreto Ibn al-Sabbat dice: “Rodrigo, tratando de salvarse, se escapó hacia un lugar llamado al-Sawaqi”. Nosotros desechamos la posible identificación de Wadi al-sawaqi con el Guadarranque y nos inclinamos más por hacerlo con el Palmones porque al hablar de acequias estimamos que era el cauce principal donde conectaban todas, teniendo el Guadacorte la función de ser la principal de éstas.

En relación con todo lo expuesto, el profesor Luis Molina dice: “El rey Rodrigo huye hacia un lugar llamado Las Acequias (al-Sawaqi) y desaparece, sin que se sepa si murió en combate o ahogado al cruzar el río; sólo encuentran uno de sus botines ricamente enjoyado”. De cualquier modo, hay que desestimar definitivamente que Rodrigo desapareciese en el mismo lugar donde tuvo lugar la batalla. Sostenemos que cuando alguna fuente señala que ocurrió en Carteia solo lo hace con la intención de que sea este enclave el referente geográfico más relevante y cercano, y sobre todo más conocido en esas fechas para ubicar el suceso. Así, es señalado por Ibn Idari al-Marrakusi, aunque es probable que esta información esté tomada de una fuente anterior: “[…], y cuando entraron los árabes y berberíes con Tariq y le salieron al encuentro los cristianos en al-Yazirat al-Hadra, se entregaron y huyeron […] peleando valerosamente Rudheriq hasta que fue muerto en Carteia”. Lo que puede inducir a pensar que Rodrigo desapareciese en el mismo Guadarranque.

Desembocadura del río Guadarranque. Detalle de plano de la Bahía de Gibraltar y su litoral a una legua. Cuerpo de Ingenieros del Ejército (1857-60).
Desembocadura del río Guadarranque. Detalle de plano de la Bahía de Gibraltar y su litoral a una legua. Cuerpo de Ingenieros del Ejército (1857-60). / Vanessa Pérez

Otras versiones, como la realizada por Ibn Jaldún se desmarca de todo lo anterior y sitúa la batalla en la “vega de Jerez (fahs Saris)”, sin especificar dónde desaparece Rodrigo. También Ibn al-Qutiyya traslada la acción a otro río: “[…] Alá puso en fuga a Rodrigo, el cual, cargado con el peso de sus armas, se arrojó al río Beca y ya no se halló”.

No falta fuente que señala que Rodrigo llegó a sobrevivir a la batalla: “Por lo que se refiere al rey Rodrigo […], no sabemos con certeza de su muerte. En nuestros rudos tiempos, cuando la ciudad de Viseo y sus alrededores fueron poblados por nuestro mandato, en cierta basílica de allí se encontró un sepulcro en el que está escrito encima un epitafio de este tenor: ‘Aquí descansa Rodrigo, último rey de los godos’”.

Para Vallvé, la supuesta desaparición de Rodrigo tuvo lugar en la cercana población de Gaucín: “Las fuentes árabes dicen generalmente que murió ahogado a orillas del río donde se desarrolló la batalla, es decir el Guadarranque. Ibn Idari, con más precisión, insiste en Qartayanna, es decir Carteya. La Crónica Silense habla por primera vez de Viseo, donde se encontró en el siglo noveno el sepulcro del último rey godo. Aquí debió de ocurrir lo mismo, los cristianos del Norte confundieron a Viseo con otra localidad de fonética parecida y este lugar debió ser Gaucín, el [Wasim] de las fuentes árabes, porque precisamente el Guadarranque nace en los montes de Gaucín”.

Esta última afirmación es incorrecta, puesto que el nacimiento del Guadarranque está bastante alejado de esta localidad, en concreto en un lugar conocido como Buenas Noches, en el término de Jimena de la Frontera.

Los efectos de la batalla sobre el ejército visigodo fueron devastadores y la desaparición de su rey determinante, puesto que: “Después de la derrota sufrida, las tropas de Rodrigo huyeron a la desbandada y llegaron a las puertas de Écija, donde buscaron refugio”. Aquí, en un enfrentamiento posterior en el que de nuevo son derrotados, se produjo la definitiva debacle militar visigoda que condicionó, irremediablemente, el destino de la península Ibérica.

Conclusiones

La derrota de las tropas visigodas en Guadarranque fue total y absoluta, abandonando el rey Rodrigo el escenario de la batalla a la desbandada. En su huida, pereció en el río del Lodo o del Barro, el Wadi al-Tin de las fuentes árabes que fue castellanizado como Guadalentín, y que identificamos con el actual río Palmones, aunque cabría la posibilidad de considerar que también fuese conocido como río de las Acequias, Wadi al-Sawaqi, por la existencia de esteros para las salinas, incluso que se refiriese, para nosotros más exacto, al Guadacorte, Oued Corte.

Es posible también que se diese más de un encuentro, o una gran batalla en varios puntos cercanos, bien de forma simultánea, bien a lo largo de los días.

Tras la batalla, encontramos en el verano de 711 un ejército bereber victorioso, con bajas, pero fortalecido por la victoria obtenida y por la desaparición de Rodrigo, lo que facilitaría las acciones de Tariq. Los distintos grupos bereberes se asentaron en las inmediaciones de los ríos Palmones y Guadarranque siguiendo su particular costumbre, es decir, distribuyéndose por clanes y de forma dispersa.

Cobra importancia Iulia Traducta, donde quedó establecido un «hospital militar» o de campaña, en detrimento de la antigua Carteia. Poco tiempo después las tropas bereberes de Tariq ibn Ziyad iniciaron su avance hacia el interior peninsular, marcándose como primer objetivo; Córdoba.

Artículo publicado en el número 60 de Almoraima, revista de estudios campogibraltareños (Abril de 2024)

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