El Campo de Gibraltar se echa a la calle para disfrutar del primer paseo y deporte
Desconfinamiento
Las zonas cercanas a las playas, las más solicitadas por los viandantes y también donde se registran algunas aglomeraciones
La Policía supervisa y disuelve pequeños grupos formados en las principales zonas de esparcimiento
Algeciras/Dos hombres conversan con la separación que permite un paso de cebra, cada uno desde una acera. Uno va en bicicleta, perfectamente pertrechado con maillot, casco y zapatillas con calas. El otro luce pantalón corto y unas zapatillas de runner con signos de llevar bastantes kilómetros en las suelas. Y el comentario es inevitable: "Ya era hora".
El Campo de Gibraltarse ha echado a la calle desde primera hora de este sábado para disfrutar del primer paseo, la primera carrera o las primeras pedaladas tras casi 50 días de confinamiento. El buen tiempo y la necesidad de recargar las pilas, de darse un "premio" tras el encierro forzoso, han llenado las principales zonas de esparcimiento de todas las localidades, las también llamadas rutas del colesterol, ahora más demandadas que nunca tras semanas de inactividad.
Las zonas cercanas a las playas, e incluso la arena, han sido los espacios más cotizados para estirar las piernas, desentumecer las articulaciones y cargarse de endorfinas. Durante la mañana ha habido momentos en los que se han registrado aglomeraciones ante el volumen de personas mientras que la Policía se ha encargado de disolver pequeños grupos con llamadas a la responsabilidad.
Porque la mañana del sábado 2 de mayo es ya otra fecha histórica en el calendario. Otro levantamiento, en este caso el de los deportistas (habituales, ocasiones y de nuevo cuño) junto con quienes simplemente anhelaban andar y perderse. Y luego a mediodía ha sido el turno de los mayores para luego dar paso a los niños.
La responsabilidad de salir juntos de la pandemia recae ahora en los ciudadanos y su comportamiento individual. Desde este sábado, los motivos autorizados para estar en la calle se han multiplicado. No puede haber un policía para controlar cada movimiento, si alguien se pasa de tiempo o distancia o si bajó a comprar el pan en chándal, por lo que la responsabilidad individual para lograr el éxito colectivo es clave.
En Algeciras, el Paseo de la Cornisa, los litorales de las playas de El Rinconcillo y Getares, el Llano Amarillo y el bulevar de San García han sido los enclaves más concurridos. Por momentos ha resultado difícil mantener la distancia entre quienes paseaban, quienes marchaban a ritmo rápido y los ciclistas.
El mar también ha sido un imán en La Línea. Los paseos marítimos de Levante y Poniente han lucido llenos de gente, con más o menos éxito en el respeto a las distancias. Los Lances, en Tarifa, ha sido el lugar predilecto, con bellas estampas al amanecer.
En Los Barrios, los vecinos han optado por el paseo hacia Benharás y el recinto ferial como zonas principales para caminar y ejercitarse, aunque con una afluencia más relajada que en las dos grandes ciudades de la Bahía, mientras que en Guadacorte, en la zona residencial los parroquianos habituales del running y la marcha rápida se han encontrado con algo más de gente que de costumbre.
Los vecinos de San Roque, al igual que en Jimena, tendrán barra libre para salir a pasear dado que ambos ayuntamientos, cuyos municipios superan los 5.000 habitantes, consideran que su distribución por varios núcleos de población claramente diferenciados les permite equipararse a Castellar y Tesorillo.
Por supuesto, también hay quien se ha propuesto quedarse en casa a la espera del turno de tarde o, incluso, de los próximos días una vez que se relajen las ansias iniciales. Con los niños sucedió lo mismo hace ahora una semana: el domingo parecía el Día de Reyes y con el avance de las jornadas, normalizada e interiorizada la posibilidad -que no la obligación- de pisar la calle la afluencia se ha normalizado.
Un día más o un día menos. Porque a partir de este sábado se puede contar en dos escalas: desde el comienzo del confinamiento o desde el arranque de la desescalada. Del comportamiento responsable e individual de cada ciudadano dependerá cuándo cesarán las dos cuentas.
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