Aquellos días en los que la comarca se unió como nunca
Unas 50.000 personas hicieron de la manifestación que acogió Algeciras una de las más multitudinarias de la historia del Campo de Gibraltar
ALGECIRAS/El asesinato de Miguel Ángel Blanco causó en el Campo de Gibraltar tal día como hoy de hace 20 años las mismas dosis de conmoción y repulsa que recorrieron toda España. Quedará para la historia de la comarca la gran manifestación que tuvo lugar en Algeciras el lunes 14 de julio de 1997 para testimoniar el dolor y la rabia por el crimen y reclamar el fin de la violencia. Se calculó la asistencia de entre 45.000 y 50.000 personas y fue narrada como la movilización más multitudinaria que había visto la zona. Desde entonces solo se le ha podido comparar la marcha que demandó la marcha del submarino nuclear Tireless de Gibraltar, en 2001.
Todo el país tembló el viernes 11 de julio de 1997 tras la noticia del secuestro de joven concejal del Partido Popular y la amenaza de que sería ejecutado en pocas horas. En el Campo de Gibraltar las muestras de repudio se sucedieron a lo largo de toda la jornada.
En Algeciras hubo varias concentraciones en distintos puntos de la ciudad. La primera tuvo lugar a mediodía a las puertas del Ayuntamiento, donde se congregaron unas 300 personas. El concejal socialista Manuel Ropero, por su condición de concejal más joven, leyó un manifiesto redactado por todos los grupos, finalizado con un aplauso. También se realizó una concentración en la sede de la Mancomunidad de Municipios e igualmente las hubo en la Plaza Alta o en la Escuela Politécnica.
Un centenar de personas guardó cinco minutos de silencio en La Línea en el acto convocado ante el Ayuntamiento.
En San Roque la concentración tuvo lugar en la Alameda Alfonso XI y acudieron más de 300 personas, la mayoría estudiantes universitarios asistentes a los Cursos de Verano. Además una marcha partió desde la Plaza de Armas.
En Tarifa, un destacado número de personas se reunieron en la plaza del Ayuntamiento para exigir el fin de la angustiosa cuenta atrás. Fueron repartidos entre los asistentes al acto los simbólicos lazos azules que se popularizaron entonces como señal de paz.
En Los Barrios el Ayuntamiento hizo público un comunicado en el que todos los grupos municipales condenaron el secuestro.
En Jimena se colocó un gran lazo azul en la fachada del Ayuntamiento, ante el que se realizó una concentración, al igual que ocurrió en Castellar, donde la actividad paró cinco minutos.
Pero ETA cumplió su amenaza y, al día siguiente, asesinó al edil de Ermua. La repulsa en la comarca fue unánime nada más conocerse el atentado. El alcalde algecireño, Patricio González, convocó para la mañana de la jornada posterior, la del domingo 13 de julio, una junta de portavoces y a todos los colectivos a una reunión en el salón de plenos para tratar de consensuar la mejor respuesta que pudiera ofrecer la ciudad a lo ocurrido.
En La Línea desde las cuatro de la tarde, el macabro límite que había marcado la banda terrorista, hubo una concentración ante la sede del Partido Popular. Una vez confirmado el triste desenlace, el alcalde, José Antonio Fernández Pons, convocó una junta de portavoces que decidió suspender el pasacalles previo a la cabalgata de Feria. Fue además organizada una concentración para el mediodía de la jornada siguiente.
En San Roque 300 ciudadanos, entre ellos el alcalde, Andrés Merchán, permanecieron encerrados en el Ayuntamiento desde las cuatro de la tarde. A esa hora se oyeron gritos de "libertad" y aplausos. Las campanas de Santa María la Coronada sonaron y muchos vecinos subieron a la Plaza de Armas portando el referencial lazo azul.
En Tarifa, su alcalde, José Fuentes, convocó un pleno extraordinario para el mediodía siguiente y el Ayuntamiento suspendió todos los actos culturales que estaban previstos. En Los Barrios también fue cancelado el concierto que tenía previsto el grupo Siempre así.
En Jimena una manifestación partió de la Estación y en poco tiempo congregó a un gran número de vecinos.
El domingo 13 de julio se decidió en Algeciras la organización de lo que pretendía ser una gran manifestación de voces silenciosas para denunciar la violencia de ETA y expresar la solidaridad con la familia de Miguel Ángel Blanco. En la singular junta de portavoces convocante también estuvieron fuerzas sociales y sindicales. El Ayuntamiento decretó dos días de luto oficial. El Consistorio de Algeciras pidió a los comerciantes que adelantaran el lunes el horario de cierre para favorecer una asistencia masiva a la manifestación y solicitó la colaboración de la compañía de autobuses urbanos para que pusiera a disposición de todas las barriadas vehículos para llegar al centro para participar en la movilización, fijada para las ocho de la tarde. El salón de plenos de Algeciras acogió lo que se definió como una asamblea ciudadana, tras la que se guardaron cinco minutos de silencio a las puertas del Ayuntamiento, cerrados con emotivos aplausos.
El Partido Popular de Algeciras dispuso un libro de condolencias en la sede de la formación y en la del grupo municipal para recoger las firmas de todas aquellas personas que quisieran reseñar sus condolencias a la familia de Blanco.
Todavía el domingo 13 de julio, varios miles de personas se concentraron en los jardines del Ayuntamiento de La Línea. Se guardaron 10 minutos de silencio en medio del más absoluto de los respetos. Se pudieron ver pancartas en contra de ETA. La ovación final duró varios minutos. Después el alcalde se dirigió a los presentes.
En San Roque tuvo lugar otra concentración en la Alameda Alfonso XI, con más de 500 personas. En una floristería de la calle General Lacy fue colocada una fotografía de Miguel Ángel Blanco y muchos depositaron ante ella flores.
En Los Barrios la gente se concentró en la plaza de la Iglesia, tras el oficio de la misa, con palabras del párroco, José Antonio Alonso, en memoria de Miguel Ángel. Fueron guardados cinco minutos de silencio.
En Tarifa el pleno extraordinario mostró su repulsa por el asesinato y a las nueve de la noche se celebró una concentración ciudadana en la Alameda.
Todos los campogibraltareños lloraron y todos fueron llamados a participar en la gran manifestación de Algeciras del lunes 14 de julio. La comarca respondió como no se recordaba y lanzó un enorme mensaje de paz.
Entre 45.000 y 50.000 personas se reunieron en las calles algecireñas. Abrió la marcha una pancarta con la leyenda Por la paz y la libertad, basta ya. La llevaban los siete alcaldes del Campo de Gibraltar y dirigentes del Partido Popular como Antonio Sanz, presidente provincial.
Niños de los siete municipios campogibraltareños portaron un lazo azul enorme y un grupo de mujeres mostró una gran bandera andaluza con un lazo negro a cada lado del escudo.
Luis Ángel Fernández, entonces concejal en Algeciras y diputado nacional del PP, recuerda que la gente ocupaba toda la avenida Fuerzas Armadas, de principio a fin. "Fue impresionante", cuenta. "Aquellos días los vivimos con mucha intensidad. Lo positivo fue la respuesta de la sociedad", hace ver.
José Luis Landero, entonces el presidente de la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar, rememora "la impotencia y la rabia" de aquellas horas que, a su juicio, "cambiaron el sentido de las cosas".
Landero también era diputado por el PP y en el Congreso igualmente estaba el socialista Salvador de la Encina. En su caso estaba en Madrid y recorrió la manifestación de la capital. Se extremó la vigilancia sobre sus señorías, aunque estuvieran en sus ciudades, retiene De la Encina en la memoria.
Patricio González cree que Algeciras estaba ya concienciada. Todos los lunes se celebraba en la Plaza Alta una concentración por la paz. Por recomendación de la Policía se paró en la 100, por aquellas fechas, tras ser interceptada una carta del etarra Kubati, que estaba en la cárcel algecireña, en la que se notaba que no gustaban.
José Chamizo estuvo en la manifestación de Sevilla y, ya era Defensor del Pueblo Andaluz, también quiso estar en la de Algeciras. "Sentimos una profunda unidad entre la sociedad y las fuerzas políticas", destaca.
Juan José Téllez, director entonces de Europa Sur, resalta cómo la comarca se juntó como pocas veces lo había hecho para plantar cara al terror.
El Ayuntamiento algecireño organiza un acto de homenaje
El Ayuntamiento de Algeciras organizó ayer en el monumento a las víctimas del terrorismo de la localidad un acto de recuerdo y homenaje a la memoria de Miguel Ángel Blanco. Acudieron en torno a medio centenar de personas, ciudadanos de a pie y también representantes sociales, de todos los partidos y de los cuerpos y fuerzas de seguridad. El alcalde algecireño, José Ignacio Landaluce, leyó el manifiesto elaborado para la ocasión. "Miguel Ángel Blanco despertó nuestra conciencia. Fue, es y será símbolo de concordia, porque nos hizo comprender que la libertad hay que ganarla, cuidarla y defenderla ante los enemigos de la convivencia, de la pluralidad ideológica y de los derechos éticos y políticos por los que tanto hemos luchado y tanto nos ha costado conseguir", indicó el regidor de Algeciras. Tras la lectura del manifiesto se leyeron poemas. La presidenta del grupo Academus, Nieves Buscató; el presidente del ateneo José Román, Juan Emilio Ríos; la directora de la revista Dos Orillas, Paloma Fernández Gomá; y la joven poetisa Marina Rosado dedicaron sus versos a Miguel Ángel Blanco. Por último, una niña fue la encargada de realizar una ofrenda floral ante el monumento en memoria a las víctimas del terrorismo, donde había ubicada una imagen de Miguel Ángel Blanco sobre la característica mano blanca del grito ¡basta ya!
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