Eastside: el megaproyecto urbanístico de Gibraltar que desafía a España y acumula denuncias en todos los frentes

Construido por empresas españolas en aguas que España reclama bajo su soberanía, las obras del complejo de lujo siguen adelante con una "financiación de alto riesgo" y bajo graves interrogantes ambientales, entre tímidos esfuerzos diplomáticos para frenarlo y firmes protestas ecologistas

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Así es el Eastside: el proyecto urbanístico de lujo en Gibraltar que desafía a España y acumula denuncias en todos los frentes / Redacción Europa Sur

Gibraltar/El Eastside Project se erige como una piedra angular de la controversia territorial entre Gibraltar y España. Este megaproyecto de lujo, ideado en 2005 como un complejo compuesto por un hotel, viviendas, zona comercial y puerto deportivo, no solo tensa las relaciones entre el Gobierno de Pedro Sánchez y el de la colonia, sino que también ha provocado una cascada de denuncias ecologistas ante la Unión Europea, la Fiscalía General del Estado, varios ministerios españoles y la Junta de Andalucía.

Desde su concepción, el proyecto fue percibido por España como una amenaza a su soberanía. El plan original implicaba rellenar varias hectáreas de aguas adyacentes al Peñón, para extender el terreno urbanizable del enclave británico. Las autoridades españolas alegaron que estas obras podían tener consecuencias graves para el ecosistema marino y las playas de La Línea de la Concepción. Sin embargo, la Comisión Europea rechazó en 2009 las primeras quejas españolas, amparándose en informes británicos que avalaban el proyecto original, modificado posteriormente, en 2020, para ampliarlo.

Con una financiación de alto riesgo y una ejecución que plantea serios interrogantes ambientales, el futuro del proyecto no está exento de incertidumbres

Fue en 2008 cuando España logró incluir las aguas en torno a Gibraltar en un Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) de la Red Natura 2000. Esta declaración, fortalecida en 2012 con su conversión en Zona de Especial Conservación (ZEC), prohibía cualquier obra que pudiera dañar el ecosistema. Gibraltar, sin embargo, hizo caso omiso a las restricciones ambientales y continuó adelante con sus planes.

El proyecto para los rellenos de la cara este de Gibraltar: un hotel, 1.300 viviendas y un puerto deportivo.
El proyecto para los rellenos de la cara este de Gibraltar: un hotel, 1.300 viviendas y un puerto deportivo. / TNG Global

En 2013, con el PP al frente del Gobierno, España tomó medidas más contundentes, prohibiendo la exportación de materiales de construcción al Peñón. Esta decisión encareció las obras, obligando a Gibraltar a buscar alternativas, como la importación de materiales desde Argelia. El proyecto, que ya enfrentaba dificultades financieras, quedó paralizado durante años, convirtiéndose en una gran montaña de escombros, que simbolizaba tanto el conflicto como el fracaso.

La situación dio un giro en 2020, cuando la multinacional vietnamita TNG Global Foundation adquirió los derechos del proyecto. Este cambio de manos coincidió con un nuevo enfoque político desde Madrid, con el PSOE ya en el Ejecutivo, y con una visión "más pragmática" respecto a Gibraltar tras el Brexit, aprobado en referéndum en 2016 y en vigor desde 2021.

En 2022, las autoridades de Gibraltar otorgaron finalmente la aprobación para retomar las obras con modificaciones relevantes. Así, el Eastside Project resucitó como una urbanización de lujo con un puerto diseñado para megayates, destinado a competir con destinos como Sotogrande o Marbella, pero con la ventaja añadida de los beneficios fiscales del Peñón.

A pesar de las protestas ecologistas y las denuncias ante instituciones europeas, las obras avanzan sin pausa

La participación española en el proyecto es otro de los puntos álgidos de la polémica. A pesar de los esfuerzos por frenar las obras desde organismos españoles, empresas nacionales han sido contratadas para llevarlas a cabo. Entre ellas destacan Rover Alcisa, una constructora con larga trayectoria, y Sergeyco, cuya filial en Gibraltar lidera los trabajos preliminares.

A pesar de las protestas ecologistas y las denuncias ante instituciones europeas y españolas, las obras avanzan sin pausa. Cada día, camiones cargados de piedras provenientes de una cantera en Casares, Málaga, cruzan la Verja para alimentar un proyecto que, para algunos, simboliza el desarrollo y, para otros, la persistencia de un desafío diplomático sin resolver.

El proyecto para los rellenos de la cara este de Gibraltar: un hotel, 1.300 viviendas y un puerto deportivo.
El proyecto para los rellenos de la cara este de Gibraltar: un hotel, 1.300 viviendas y un puerto deportivo. / TNG Global

Fue precisamente una denuncia de Verdemar lo que provocó la respuesta del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación el pasado 16 de diciembre, tal y como informó Europa Sur. En una carta dirigida a la asociación conservacionista, José Manuel Albares subrayaba que las obras en el Peñón vulneraban tanto la normativa española como la europea, además de constituir “una violación de la soberanía e integridad territorial de España”. El ministro detallaba que el Gobierno protestó por este hecho formalmente ante la embajada británica en agosto mediante una nota verbal y que, desde entonces, había mantenido contactos con la Junta de Andalucía y el Ministerio de Transición Ecológica para coordinar respuestas.

Una semana más tarde, el Gobierno de Fabián Picardo arremetía contra Exteriores al afirmar que las obras del Eastside se encontraban "sin asomo de duda en las aguas territoriales británicas de Gibraltar, a pesar de las bravuconadas mal informadas de la parte española".

Cada día, camiones cargados de piedras cruzan la Verja desde Casares, alimentando un proyecto que simboliza tanto el desarrollo como el desafío diplomático

Financiación: un bono de alto riesgo

El Eastside Project se perfila como una urbanización de lujo, con viviendas al alcance de pocos bolsillos y espacios comerciales que buscan atraer a residentes adinerados y negocios internacionales. TNG Global Realty Limited es filial de TNG Holdings Vietnam, un conglomerado privado fundado en 1996 que ha diversificado su actividad desde el sector inmobiliario industrial hasta las energías renovables, la banca y el comercio minorista. En el país del sudeste asiático, TNG ha desarrollado cinco complejos urbanos con 10.000 apartamentos en ciudades como Hanoi y Ho Chi Minh.

El proyecto gibraltareño, que ya ha requerido una inversión inicial de 90 millones de libras comprometida con el Gobierno llanito para la adquisición del terreno, promete transformar la costa este del Peñón. No obstante, su enfoque elitista plantea interrogantes sobre su impacto en la comunidad local, especialmente en términos de acceso a la vivienda y sostenibilidad económica.

El Eastside Project, diseñado para atraer megayates y residentes de lujo, enfrenta críticas por su impacto ambiental y la insuficiencia de viviendas asequibles

El desarrollo incluye la construcción de infraestructuras y servicios de alto perfil. Entre las partidas destacadas se encuentran: 29,2 millones de libras destinados a la edificación de dos nuevas escuelas o 10 millones de libras en obras de contención marítima en las áreas que bordean el proyecto. Estas inversiones buscan reforzar la imagen de la multinacional como "líder en innovación y sostenibilidad", tal y como proclama el grupo en su material promocional.

Para financiar este proyecto, TNG Realty ha emitido bonos senior por un valor de 6,5 millones de libras, con un interés del 10,5% anual. La emisión, destinada a inversores privados, según la declaración de la compañía, no está ideada para cotizar en mercados secundarios, lo que limita significativamente su liquidez y la posibilidad de reventa. La multinacional admite que sus bonos presentan "riesgos significativos" y están diseñados para inversores que puedan asumir "pérdidas potenciales".

En relación a esos múltiples riesgos financieros asociados con la emisión de bonos, TNG destaca los cambios en la legislación (normas medioambientales más estrictas podrían ralentizar o encarecer el proyecto), la incertidumbre del mercado (la falta de un mercado secundario para los bonos implica que los inversores podrían enfrentarse a dificultades para recuperar su inversión) o la dependencia del promotor (el éxito del proyecto depende casi exclusivamente de TNG Realty, lo que incrementa el riesgo en caso de problemas financieros o legales de la empresa.

El proyecto para los rellenos de la cara este de Gibraltar: un hotel, 1.300 viviendas y un puerto deportivo.
El proyecto para los rellenos de la cara este de Gibraltar: un hotel, 1.300 viviendas y un puerto deportivo. / TNG Global

El plan maestro de Eastside

El Eastside promete cambiar por completo la cara oriental de Gibraltar con una ambiciosa propuesta urbanística que incluye viviendas, un puerto deportivo, áreas comerciales, un hotel y un extenso jardín botánico. Además, como medida adicional, TNG prevé la eliminación de una escombrera que ha acumulado residuos durante más de 25 años en la zona, procedentes en gran parte de las obras de construcción del túnel de acceso al Peñón bajo el aeropuerto, durante las que se hallaron tierras contaminadas. El destino de estos residuos es incierto, aunque es posible que se empleen para rellenar unas celdas de hormigón empleadas en los rellenos.

La concesión del terreno tiene un periodo de arrendamiento de 160 años. La parcela se ubica al noreste del Peñón, entre el Mediterráneo al este y el propio Peñón al oeste. Al sur limita con la playa de Catalan Bay, mientras que al norte colinda con las Hassan Centenary Terraces, un programa de viviendas asequibles impulsado por el Gobierno llanito.

La eliminación de una escombrera con 25 años de historia es uno de los pocos puntos del proyecto que parece unir a defensores y detractores

El plan maestro incluye:

  • 1.300 unidades residenciales, que combinan apartamentos, dúplex y casas tipo adosadas, townhouse.
  • 100 viviendas asequibles distribuidas en diferentes tipologías, con vistas desde las plantas superiores.
  • 500 plazas de aparcamiento subterráneo, destinadas tanto a residentes como a visitantes.
  • Un puerto deportivo dividido en zonas específicas para barcos de diferentes tamaños, incluyendo capacidad para superyates.
  • Una torre de 25 plantas situada en el centro de la marina, que se convertirá en un símbolo del desarrollo.

El núcleo residencial será el pilar del Eastside Project, con una combinación de viviendas de bajo perfil destinadas a diferentes segmentos sociales. La parte comercial se concentrará en una avenida principal, diseñada para alojar tiendas, oficinas y un centro de negocios con instalaciones para conferencias.

En la zona sur del puerto deportivo, el proyecto incluye un hotel de seis plantas con 200 habitaciones y residencias de lujo. Este enfoque busca atraer al turismo de alto poder adquisitivo, en línea con la ambición de Gibraltar de consolidarse como un destino de referencia en el Mediterráneo.

Gibraltar aspira a competir con Sotogrande y Marbella, pero con la ventaja añadida de los beneficios fiscales del Peñón

La estratégica ubicación de Gibraltar, en la entrada atlántica al Mediterráneo, es "ideal para un puerto deportivo que no solo atendería a embarcaciones locales, sino también a superyates en tránsito entre el Caribe y Europa". El puerto se dividirá en áreas diferenciadas, cada una adaptada a las necesidades de distintos usuarios. Además, un club náutico, un centro de bienestar y varias opciones de restauración de alta gama se integrarán en el paseo marítimo.

El desarrollo también prevé áreas peatonales y jardines públicos que conectarán los diferentes puntos del proyecto.

El proyecto para los rellenos de la cara este de Gibraltar: un hotel, 1.300 viviendas y un puerto deportivo.
El proyecto para los rellenos de la cara este de Gibraltar: un hotel, 1.300 viviendas y un puerto deportivo. / TNG Global

Retos y críticas

A pesar de su enfoque moderno y sus promesas de revitalización, el Eastside Project enfrenta críticas muy significativas. La eliminación de la escombrera y la construcción sobre un terreno ganado al mar plantean preguntas sobre el impacto ambiental, un tema de especial relevancia en un territorio tan limitado como Gibraltar.

Por otro lado, aunque la inclusión de viviendas asequibles es un punto a favor, se cuestiona si 100 unidades serán suficientes para atender la demanda local en un mercado inmobiliario históricamente presionado. Entre tanto, los ecos de camiones y martillos de este gigante urbanístico no dejan de sonar.

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