A seis meses del 26-M
Elecciones andaluzas 2018 Campo de Gibraltar
El varapalo a los grandes partidos llega cuando sus agrupaciones locales están preparando las municipales
Toca “reflexionar” y “autocrítica”, reconocen los alcaldes
“El resultado no es para preocuparse, pero sí para reflexionar y, sobre todo, para esforzarse más aún”. El alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, analizaba así ayer los impactantes resultados de las elecciones andaluzas en la ciudad. Los votantes algecireños le han dado la vuelta al panorama electoral dejando en cuarto puesto de la tabla al partido que gobierna el Ayuntamiento y colocando como primera fuerza a Ciudadanos, un giro inesperado que es un mensaje contundente a solo seis meses de las elecciones. Y aunque es cierto, como esgrime Landaluce, que en las andaluzas no se juzga la labor municipal, tampoco lo es menos que los electores han expresado un claro voto de descontento y hastío que no puede menos que encender las alarmas de los partidos que han sido castigados el 2-D. Las de los alcaldes y agrupaciones locales, con un 26-M a la vista, son las primeras en activarse.
Las formaciones algecireñas intentan recomponerse de un golpe inesperado (no hubo demoscopia alguna que predijese la debacle socialista y el tsunami de Vox) y apuntan a –especialmente el PSOE– la baja participación como fuente de sus malos resultados. Pero si bien es cierto que esta ha sido baja (un 50,69%), no explica por sí sola los resultados catastróficos de los grandes partidos. Los electores desencantados no se han limitado a quedarse en casa, sino que han utilizado las papeletas para expresar su descontento y el trasvase de votos ha ido en todas direcciones.
Las 1.700 papeletas menos en las urnas no explican los 13.500 votos menos de PSOE, PP y Adelante Andalucía (respecto a la suma de Podemos e IU en 2015). Buena parte de ellos han ido a nutrir los 12.265 votos más que Ciudadanos pero, sobre todo, Vox lograron el domingo. Los datos también evidencian que el sentido el trasvase de votos es múltiple: hubo quien votó al bloque de izquierdas en 2015 y ahora ha optado por Vox.
En ese panorama, hacer predicciones sobre posibles resultados del 26 de mayo, fecha de las elecciones municipales, se antoja arriesgado. El panorama actual daría una composición muy distinta del Pleno municipal: triple empate de Ciudadanos, PSOE y VOX a seis concejales, cinco para el PP y cuatro para Adelante Andalucía (en 2015 el PP tuvo 14, el PSOE 6, Podemos 3, Cs 2 e IU 2). Aunque las singulares características de las elecciones municipales hacen que los resultados no sean extrapolables, lo que sí cuenta, reconocen los partidos, es la tendencia marcada, el rupturismo en el voto, y ahí viene esa llamada a la reflexión de Landaluce.
El regidor insistía no obstante en que “nuestro examen es dentro de seis meses” y en él se evaluará de forma positiva el “paso de gigante de Algeciras, que se ha conseguido gracias a este equipo de Gobierno. Vamos a seguir dando zancadas”.
A pesar del mal resultado andaluz del PP, que ha perdido 300.000 votos y siete parlamentarios en la noche electoral, el presidente local del partido se felicitó por el hecho de que “si todo se desarrolla tal y como han votado los ciudadanos”, el PSOE quedaría fuera del Gobierno de la Junta de Andalucía. “Estoy contento porque eso permitirá que entre aire fresco y que haya un compromiso con Algeciras que hasta ahora no ha existido”, destacó.
El otro alcalde con mayoría absoluta de la comarca, Juan Carlos Ruiz Boix, pedía ayer un “ejercicio de autocrítica. Algo hemos hecho mal para que un 41% de la población, más de 2,6 millones de andaluces, se quedaran en su casa y no votaran. La abstención más alta de la historia. Ahí estaba y está la izquierda. Los nuestros. Seguramente algo desencantados”, destacaba en su perfil de una red social. “Aunque hemos visto que si se quedan en casa aparecen hasta 400.000 andaluces de extrema derecha que sí se han movilizado”, apostillaba el socialista.
En San Roque el PSOE sigue siendo el partido más votado. De hecho, obtiene un porcentaje del 29,35% de los apoyos que dentro de la debacle general podría parecer un resultado menos malo, pero que suponen un fracaso en un municipio que siempre ha mostrado un apoyo masivo al PSOE en las autonómicas, con porcentajes por encima del 40 y el 50% de los apoyos. Si los electores mantuvieran su postura los socialistas quedarían sin su mayoría absoluta y el gobierno local estaría al alcance de un tripartito de derechas.
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