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David Fernández
El problema del PSOE-A no es el candidato, es el discurso
¿Por qué atacan las orcas a los veleros en el Estrecho de Gibraltar? ¿A qué se debe la escalada de ataques vivida en los últimos años? Estas preguntas traen de cabeza a biólogos, marinos, científicos, ecologistas y expertos de todo tipo que tratan de averiguar el por qué del comportamiento de este gran cetáceo. Los patrones de las embarcaciones que navegan por el Estrecho y el Golfo de Cádiz se han visto obligados a costear para reducir los riesgos de unos encuentros que se han elevado a 700 incidentes en los últimos cinco años, según el Grupo de Trabajo del Atlántico Orca-GTOA.
Un nuevo estudio científico ha señalado las posibles causas de las embestidas de las orcas ibéricas. Según publica NBC News, una investigación realizada por miembros del Bottlenose Dolphin Research Institute de Cerdeña (Italia) que se publicó recientemente en Ocean and Coastal Management explica que los barcos están sirviendo como un sustituto de las presas más pequeñas (y más móviles) a medida que las orcas adultas enseñan a los miembros más jóvenes de la especie a cazar.
Este enseñanza de las orcas mayores tiene que ver con la preparación de la manada para la caza de atunes, la presa favorita de las orcas ibéricas. “Tienen que embestir, golpear, morder para aislar a este gran atún. Y esto tiene que hacerse en cooperación", explicó Bruno Díaz López, biólogo jefe del instituto que ha publicado la investigación.
Dicho de otra manera, las orcas entrenan a sus pequeños contra los veleros, yates y barcos de dimensiones semejantes para la temporada de caza del atún. "¿Cómo refuerzan esta técnica? Practicando”, concluye el estudio.
Los expertos están divididos en cuanto a los motivos de estos encuentros en el mar. Hay teorías que sugieren que las orcas podrían estar “jugando” con las embarcaciones, como opina Janek Andre, de la organización WeWhale, que se dedica a la protección de las orcas. No obstante, quienes estudian a este gran animal marino siguen sin soluciones firmes para establecer estrategias y conductas preventivas ante los ataques. De hecho, hay patrones que han probado medidas como pintar los cascos de diferentes colores e incluso tocar música heavy metal para ahuyentar a las orcas.
El Estrecho de Gibraltar, uno de los puntos calientes del Mediterráneo, ya ha registrado varios hundimientos debido a las orcas. El clan Gladis es uno de los más conocidos y temidos por los navegantes de la zona y por las aguas gallegas patrulla la manada que lidera la Abuela Toñi, acompañada de un macho llamado Pingu y otra docena de orcas.
Las orcas ibéricas, una subespecie de las orcas, están catalogadas como especie en peligro crítico según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), con menos de medio centenar de especímenes vivos y una baja tasa de reproducción. La orca ha formado parte del paisaje natural de las comunidades costeras desde tiempo inmemorial en la zona del Estrecho. Son muchos los vecinos allegados al mar que han visto cómo las orcas perseguían a los atunes tan cerca de las playas que era posible verlo desde la orilla.
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