"Presentar 'Sufficit Animus' en Italia fue como superar el examen de reválida"

Entrevista | Alfonso Escuadra, escritor e investigador

"Sin la aparición de 'El italiano' de Arturo Pérez-Reverte es muy posible que 'Sufficit Animus' nunca se hubiese escrito", detalla el investigador linense

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Alfonso Escuadra, en la Sala de Honores del Comsubin en Varignano, junto al busto de Teseo Tesei y el “Torpedo del Espigón".
Alfonso Escuadra, en la Sala de Honores del Comsubin en Varignano, junto al busto de Teseo Tesei y el “Torpedo del Espigón".

Algeciras/El historiador y escritor especializado en la II Guerra Mundial Alfonso Escuadra (La Línea, 1961) presentó recientemente en Italia su obra Sufficit animus que relata las misiones de la Décima Flotiglia MAS, un puñado de jóvenes italianos valerosos y decididos que lucharon contra la Marina inglesa. Durante su estancia en el país transalpino tuvo la oportunidad de visitar enclaves destacados relacionados con su investigación.

Pregunta.¿Cómo ha sido el proceso para presentar su obra en Italia?

Respuesta.Poco después de la aparición en Europa Sur de los primeros capítulos de la obra -accesibles en Italia gracias a la versión digital- comenzaron a escribir al periódico editores e investigadores italianos, familiares de los marinos que habían tomado parte en aquellas misiones y también veteranos de los actuales medios de asalto de la Marina Militare. Entre estos últimos se encontraba Gaetano Zirpoli, actual presidente de la Asociazione Nazionale Arditi ed Incursori della Marina (Anaim) de quien yo tenía conocimiento por sus interesantes podcast sobre la historia de los medios de asalto. Tras un intenso intercambio de e-mails, origen de la sincera amistad que hoy nos une, fue el apoyo entusiasta de Zirpoli y de los miembros de Anaim lo que realmente hizo posible la presentación de Sufficit Animus en Italia; nada menos que en su sede central de La Spezia, donde está la base naval que en su día acogió el centro de mando de la Xª Flotilla MAS. En aquellos momentos, tenía la intención de regresar a Italia a fin de incluir La Spezia y Boca di Serchio en una guía que estaba preparando sobre los lugares del Campo de Gibraltar relacionados con las acciones de estos italianos. Los astros terminaron alineándose de tal suerte que no sólo he podido visitar los lugares previstos, algunos de ellos vedados al público, acompañado de unos guías de excepción, sino presentar Sufficit Animus en la sede de aquellos que consiguieron conservar y transmitir toda su excelencia táctica y sus tradiciones a las unidades especiales donde hoy sirven los incursores de la Marina italiana. Como les confesé durante el acto de presentación, aquello suponía dar cumplimiento a un anhelo intensamente emotivo para mí y que ni mi mujer ni mis hijos quisieron perderse.

P.¿Cómo ha sido la experiencia en Italia tras presentar la obra en Madrid, Sevilla, Cádiz y La Línea?

R.He de reconocer con toda honestidad que la experiencia ha superado todas mis expectativas, que le aseguro eran muchas. Antes del acto en sí, nos habíamos reencontrado con la historia de la Marina italiana, con los maiali y con los restos del Olterra durante una visita al Museo técnico Navale de La Spezia. Un recorrido ilustrado por los eruditos comentarios de Salvatore Orlando, de Mauro Moscatelli y del investigador Stefano Foti, autor junto a Romano Pinelli y Gianfranco Pianigiani -también presente- de uno de los trabajos de recopilación documental más importantes sobre las actuaciones de la Xª MAS en la Bahía de Algeciras. Posteriormente, en el Circolo d'Uffiziali della Marina, fuimos recibidos por el director del centro y atendidos por el responsable del servicio, Capitano di Fregata Giovanni Libardo. A continuación, tuvo lugar el acto de presentación en sí. Un acto entrañable, intenso y lleno de significación en muchos sentidos. Para mí, como autor, era algo así como superar el examen de reválida de Sufficit Animus ante una representación de investigadores italianos y sobre todo, ante los que eran los albaceas del espíritu militar, de la memoria y de las tradiciones de los antiguos medios de asalto naval. Quise dirigirme a ellos en su propia lengua y le aseguro que esperaba con cierta ansiedad la acogida que pudiesen tener mis palabras. Y ello no tanto por el hecho de expresarme en una lengua extranjera sino por el contenido de las mismas. Por fortuna, el aplauso final y las posteriores felicitaciones despejaron toda duda al respecto. El resultado quedaría luego refrendado con la imposición por parte del presidente Zirpoli de la insignia de los incursores veteranos y la entrega, entre otros obsequios, de una exclusiva y elegante edición del viejo decálogo de la Xª MAS; una edición que, según me dijeron, era de difusión más que restringida para los miembros de Anaim. En las primeras páginas del mismo se podía leer: “Para el amigo Alonso Escuadra, apasionado custodio de la historia de los medios de asalto de la Marina de Guerra italiana con afecto, estima y gratitud”. Aquello me dio la sensación de que el objetivo último de aquel viaje estaba más que cumplido. Finalmente el presidente Zirpoli clausuró el acto diciendo: "Ha sido un gran placer recibirte aquí, en esta nuestra casa, donde siempre serás bienvenido". Ante todo este cúmulo de emociones compartidas, sólo pude responder que lo que acaba de ocurrir otorgaba a Sufficit Animus su verdadero sentido y su razón de ser. Y le aseguro que en forma alguna era una respuesta de simple cortesía sino la expresión de un íntimo y sentido convencimiento.

Escuadra, con el Contrammiraglio Stefano Frumento, Comandante del Commando Subaquei e Incursore “Teseo Tesei” en Varignano.
Escuadra, con el Contrammiraglio Stefano Frumento, Comandante del Commando Subaquei e Incursore “Teseo Tesei” en Varignano.

P.Sería un día cargado de emociones.

R.Y las emociones continuaron aquel 4 de julio. Al término del acto, nos dirigimos a la antigua fortaleza de Varignano donde nos recibió el Almirante Jefe del Comando Subacquei Incursore “Teseo Tesei”, Contrammiraglio Stefano Frumento, y el Capitano di Vascello Luigi Romagnoli, comandante del Grupo Operativi Incursori; la unidad especial donde se concentran los actuales incursores de la Marina italiana. Gracias a una autorización especial gestionada por el presidente de Anaim pudimos visitar el Sacrario; donde, bajo las fotografías y grabados de sus altos condecorados -entre ellos varios de los que actuaron en esta zona, se encuentra el maiale conocido como “Torpedo del Espigón”. El mismo que su inventor Teseo Tesei había pilotado en aguas de la Bahía y que, como reza la cartela que lo acompaña, tras aparecer varado en la costa de La Línea, había sido devuelto por la Armada española en 1975 convirtiéndose en una venerada reliquia. También se nos autorizó a visitar el acuartelamiento de los incursores y disfrutamos de un recorrido muy especial por su Sala Storica, un lugar habitualmente cerrado al público, ilustrado por los precisos comentarios del incursor Mauro Moscatelli que nos descubrió, con una exposición pedagógicamente magnífica, algunos de los secretos del desarrollo técnico y táctico de los torpedos tripulados. No obstante, tal vez lo que más me impresionó de todo lo que pude escuchar aquel día fueron las palabras que pronunció, con la bahía de La Spezia al fondo, tras establecer un paralelismo entre esta y la bahía de Algeciras como escenario geográfico y tras recordar el sacrificio de Visintini, Magro y Leone. Aquello fue un gesto increíble que nadie que no sienta amor por su patria, que alguien que se avergüence de ser italiano, puede llegar a comprender... No se debe olvidar nunca a estas personas. Yo estoy seguro de que ninguno de los presentes los olvidaremos jamás. Porque al fin y al cabo, hoy nosotros somos la Décima. Fue la primera vez en aquellos días que sentí lo que, entre los veteranos de los medios de asalto, se conoce como el “Espíritu del Serchio”, aunque no sería la última. Volvería a encontrarme con él de forma aún más intensa al día siguiente, precisamente a orillas del río que le da nombre.

P.¿A qué se refiere exactamente?

R.A la mañana siguiente, de nuevo gracias a las gestiones de Anaim, pudimos visitar la mítica Casina degli Incursori. Esta se encuentra a algo más de una hora de La Spezia, en una propiedad del Duque de Salviati y durante la guerra había sido el alojamiento de los oficiales de maiali de la Décima. Aquel era el lugar por el que habían pasado todos los que habían actuado en aguas de la bahía de Algeciras, donde habían descansado tras las duras jornadas de adiestramiento, donde habían celebrado sus triunfos y donde habían llorado a sus muertos. A su alrededor estaban los escenarios descritos por Borghese o por Toschi en sus memorias o esos mismos encuadres tantas veces vistos en las fotografías de época. Pero lo más emotivo para mi fue contemplar cómo los veteranos incursori que nos acompañaban paseaban por el lugar con un recogimiento perfectamente perceptible, alzando de cuando en cuando su mirada hacia la parte alta de la Casina, en una imagen que condensaba perfectamente el intenso poder de evocación que aquellas viajes piedras conservaban. De pronto Mauro Moscatelli comenzó a entonar L'Uomo Siluro, la vieja canción de los operadores de maiali. Inmediatamente todos los veteranos presentes le siguieron. Escuchamos aquellos versos con respeto y reverencia, conscientes de que había algo sagrado en aquel lugar y convencidos de que, junto a Nino Zirpoli, Mauro Moscatelli, Salvatore Orlando o Gianfranco Pianigiani también cantaban Tesei, Visintini, Magro, Birindelli, Leone, Nortari y todos los demás. Fue un momento realmente mágico al que nuestros anfitriones supieron dar continuidad con las emotivas estrofas de Dove il Serchio sfocia al Mar. Fue allí, frente a la Casina degli Incursori donde el “Espíritu del Serchio” realmente se nos reveló en toda su intensidad.

Visita al Museo Tecnico Navale de La Spezia junto a los incursores veteranos de Anaim.
Visita al Museo Tecnico Navale de La Spezia junto a los incursores veteranos de Anaim.

P.¿Podría decirse que, dentro del conjunto de su obra, Sufficit Animus es el de más trascendencia mediática?

R.Sufficit Animus sigue la estela abierta por Objetivo Gibraltar, mi libro anterior. Aunque es igualmente evidente que ha contado con una ayuda muy especial. Me refiero a la publicación de la novela El italiano de Arturo Pérez-Reverte. Como reconozco en la introducción de la obra, este best seller ha dado a conocer al gran público, con un alcance que un ensayo difícilmente hubiese conseguido, una historia cuyo conocimiento estaba hasta entonces circunscrito a los interesados en los temas navales de la última Guerra Mundial. Y ello a pesar de que el tema encierra interesantes aspectos, poco o nada estudiados hasta ahora, que matizan de una forma importante el papel jugado por España en ese conflicto. Un asunto de enorme significación historiográfica cuyas claves estratégicas, políticas o diplomáticas se encuentran extensamente expuestas y documentadas en Objetivo Gibraltar. Dicho esto, es preceptivo reconocer que, dentro del conjunto de mi obra, la repercusión que ha tenido y está teniendo la obra en Italia realmente no tiene precedentes.

P.Pérez-Reverte acudió a la presentación de su obra en Madrid. ¿Qué influencia tuvo la publicación de la novela El italiano en la aparición de Sufficit Animus?

R.Como le comenté a Arturo en aquella ocasión, sin la aparición de El italiano es muy posible que Sufficit Animus nunca se hubiese escrito. Hay que tener en cuenta que había tenido oportunidad de entrevistar a los italianos que tomaron parte en las acciones en la Bahía hace ahora casi treinta años y que, desde entonces, el resultado de aquellas entrevistas no había salido de mis archivos. Indudablemente, ese lapsus de tiempo ha permitido al trabajo beneficiarse del volumen de documentación desclasificado en las últimas décadas. Por eso, a un comentario muy amable por parte del famoso académico no pude sino responderle que, si bien el autor es siempre el padre de su criatura, en este caso también había que reconocer que el hecho de haber escrito El italiano, en cierta medida le convertía en algo parecido al padrino de Sufficit Animus. No obstante, como también se explica en la introducción y como he insistido en todas las presentaciones de la obra, han sido dos las razones que esencialmente me habían empujado a escribirla. La primera de ella era el deseo de abordar el conflicto desde una perspectiva distinta, alejada de las habituales servidumbres hacia la historiografía de orígen anglosajón o excesivamente inspirada en ella. Y la segunda, impedir que los verdaderos protagonistas de aquellos hechos terminasen excesivamente desdibujados tras unos personajes de ficción. Dicho esto, quiero aprovechar la ocasión para agradecer a Arturo su asistencia a la presentación, la amabilidad de su trato y el gesto que un autor con toda seguridad más agradece, que comprase y leyese el libro.

Escuadra, junto a incursores veteranos y familiares de los protagonistas del libro frente a la Cassina de Boca di Serchio
Escuadra, junto a incursores veteranos y familiares de los protagonistas del libro frente a la Cassina de Boca di Serchio

P.¿Tiene constancia de cómo han recibido los familiares de los protagonistas de estos episodios la publicación de Sufficit Animus?

R.Junto a la acogida de la Marina italiana y de los herederos, tanto en activo como en la reserva, de aquellos pioneros medios de asalto, una de las grandes satisfacciones de este paso por Italia ha sido precisamente constatar de forma directa la reacción de los familiares de los que fueron los protagonistas de aquellos hechos. Entre ellos quiero mencionar especialmente a Maria Grazia Minozzi-Ramognino-Pianigiani, que nos acompañó durante todos los días de nuestra estancia en La Spezia, a Pietro Luigi Crasti-Visintini con quien tuve la ocasión de departir en Bolonia y a Marino Tadini que no dudó en hacer público sus amables comentarios sobre el libro. El contacto con ellos fue la mejor demostración de que el estudio de la Historia tiene una dimensión humana a la que por razones fácilmente comprensibles no siempre es posible acceder.

P.La labor de investigación es siempre sacrificada y costosa ¿Se siente compensado con este último trabajo?

R.Cuando terminó el proceso de edición del libro, mi gran amigo el editor Julián Cano ya predijo que Sufficit Animus iba a proporcionar grandes satisfacciones. Y a fe mía que no le faltaba razón. La respuesta del público en las diferentes presentaciones, la acogida que le ha dado la colonia italiana en los diferentes ciudades, la reacción de los familiares de los protagonistas y esta última presentación en Italia han estado siempre muy por encima de lo que esperaba. En ese sentido, me siento más que compensado. Llegados a este punto no puedo sino volver a agradecer a Javier Chaparro y a Juan Fernández de Mesa de Europa Sur por su confianza y apoyo a la obra y, por supuesto a la Fundación Don Rodrigo, cuyo concurso ha sido esencial para su aparición en forma de libro.

Un momento de la presentación en La Spezia.
Un momento de la presentación en La Spezia.

P.¿Está trabajando en algún otro proyecto actualmente?

R.Al escritor le pasa como al torero, lo es 24 horas al día, siete días a la semana y 365 días al año. De manera que cuando un libro se presenta es habitualmente meses después de que ya esté trabajando en otro proyecto. En mi caso, hay varios proyectos en marcha, unos a corto y otros a más largo plazo; proyectos de los que tan sólo espero que sean tan apasionantes y agradecidos como este Sufficit Animus que me ha llevado nuevamente a Italia y que me ha dado la oportunidad de conocer a quienes son ya para mí y mi familia unos amigos entrañables. Aprovecho para dar las gracias a la Marina italiana en la persona del Almirante Jefe del Comando Subacquei Incursori “Teseo Tesei” de Varignano, del comandante del Grupo Operativi Incursori y del director del Circolo Uffiziali della Marina, a los responsables del Museo Tecnico Navale de La Spezia y a la Associazione Nazionale Arditi Incursori della Marina; y de forma muy especial a Gaetano “Nino” Zirpoli, presidente de Anaim y orfebre de todo el intenso programa que disfrutamos, siempre junto a sus colaboradores Mauro Moscatelli, Salvatore Orlando, Gianfranco “Ragno” Pianigiani, Maria Grazia Minozzi-Ramognino, y Stefano Foti. A todos ellos, gracias de corazón por permitirme comprobar que el “Espíritu del Serchio”, aquel antiguo espíritu de los incursores que operaron en nuestra Bahía, no sólo no ha muerto sino que sigue intensamente vivo.

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