"La presa del Gibralmedina es clave para el futuro del Campo de Gibraltar"
Entrevista | Pedro Parias, secretario general de Feragua
El presidente de la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua) apremia a la Junta a desarrollar el embalse para regular el caudal del río Guadiaro
"Gibralmedina tiene una misión de garantía para el abastecimiento de 300.000 personas, la industria, el regadío y para el caudal ecológico del Guadiaro", defiende
Pedro Parias Fernández de Heredia, Sevilla (1966), es ingeniero agrónomo por la Universidad de Córdoba (1992) y Master MBA Instituto Internacional San Telmo de Sevilla (1999). Parias asume la secretaría general de la Asociación Feragua de Comunidades de Regantes de Andalucía desde 1996.
Asiduamente representa a Feragua en los órganos de gobierno, planificación y gestión del agua de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, siendo miembro de la Junta de Gobierno, Consejo de Agua, Juntas de Explotación, Comisión de Desembalse de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y de la Comisión técnica del Trasvase del Negratín-Almanzora.
En el ámbito de las cuencas litorales andaluzas, forma parte del Consejo Andaluz del Agua, y de los Consejos del Agua de las Cuencas del Tinto-Odiel-Piedras, Guadalete-Barbate y Mediterránea Andaluza.
¿Qué esperan del nuevo gobierno de la Junta de Andalucía para el sector?
Esperamos que la revolución hídrica de la que se habló en los últimos días de la campaña electoral dé soluciones a toda Andalucía y, particularmente a las cuencas litorales donde la Junta de Andalucía tiene las competencias. Se trata de la Cuenca Mediterránea Andaluza, que abarca de Tarifa a Pulpí, en Almería; de la Cuenca del Guadalete-Barbate y la Cuenca del Tinto-Odiel-Piedras. Cada una precisa de un tratamiento diferenciado. La depuración, regeneración y desalación de las aguas tienen muchas cuestiones pendientes en la región. Estamos satisfechos porque las competencias de agua se han quedado en la consejería de Agricultura.
¿En qué situación se encuentran las explotaciones de regadío del Campo de Gibraltar?
Entre los regantes del río Guadiaro y los del Guadarranque suman unas 7.000 hectáreas de explotaciones agrícolas. Debemos remontarnos al trasvase del Guadiaro-Majaceite, gracias al cual beben las principales poblaciones de la provincia de Cádiz desde finales de los 80, para poner sobre la mesa que a día de hoy las obras compensatorias del trasvase no se han llevado a cabo. El trasvase planteaba que el canon cobrado en la zona del Guadalete se destinaría a un plan de infraestructuras para la cuenca del Guadiaro del que apenas se han efectuado inicativas menores, casi de mantenimiento. Los usuarios de la cuenca del Guadiaro se encuentran, por tanto, agraviados y a la espera.
De ese paquete de obras, ¿cuál es la principal infraestructura pendiente en la cuenca del Guadiaro?
La presa del Gibralmedina es clave para el futuro del Campo de Gibraltar. De ella dependen el futuro de la cuenca del Guadiaro y del Guadarranque, que prevé conectarse esta infraestructura. La presa se encargaría de garantizar el abastecimiento de agua para 300.000 personas y un polo industrial importante junto con las zonas cercanas de Manilva y Marbella. Se trata de un proyecto sin impacto ambiental en un afluente del Guadiaro, sin afección a zonas protegidas, que también permitiría mantener los caudales ecológicos del Guadiaro en verano. Gibralmedina tiene, por tanto, una misión de garantía para el abastecimiento de la población, la industria, el regadío y el caudal ecológico del Guadiaro. Tenemos que recordar que el Guadiaro es el segundo río en caudal de Andalucía y, sin embargo, no está regulado.
Una de las recurrentes quejas de los regantes de la zona es la antigüedad de las infraestructuras, con canales centenarios.
En la Cuenca del Guadiaro se planteó un proyecto de modernización y un protocolo de intenciones con la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias para beneficiar a los regantes de San Martín del Tesorillo y San Pablo de Buceite. Al final no se llegó a concretar, aunque se cifró en más de 30 millones de euros. La idea a día de hoy es que las necesarias modernizaciones para hacer el regadío más eficiente, para pasar de canales y acequias a tuberías, se efectúen con el proyecto del Gibralmedina. Con el propio embalse se podrían dar unas tomas y enviar el agua por gravedad, por supuesto entubadas, para sendas zonas sin necesidad de construir bombeos en el río Guadiaro.
¿Es una obra imprescindible para la provincia de Cádiz?
Los embalses son obras mal vistas por los conservacionistas porque tienen impactos sobre el paisaje, pero los beneficios son superiores. Sin duda es la obra más importante para la provincia de Cádiz y la Costa del Sol Occidental. Existe un anteproyecto y su proyecto está en redacción. Está declarado de interés general y por tanto compete al Estado. Por sus beneficios, de los que hemos hablado antes, pedimos a la Junta que impulse, exija, demande y convenie con el Estado la construcción de la presa del Gibralmedina para evitar el impacto de futuras sequías y el cambio climático. Ante un futuro en el que se espera más evaporación de agua, sequías más frecuentes y lluvias torrenciales, la regulación de los ríos para evitar inundaciones y aprovechar sus recursos es vital. No hay mejor obra contra el cambio climático que una presa.
La presa del Gibralmedina está planteada para un horizonte en el año 2037. ¿Feragua ha pedido que se acorten los plazos?
Pedimos que se aceleren los trámites para que la presa esté al menos en obras en 2027. Una construcción de este tipo necesita como mínimo 12 años. Lleva tres o cuatro años de trámites, pero quedan siete u ocho. La idea es que pueda dar servicio en 2031 o 2032.
¿Hacia dónde se dirigen los cultivos de regadío del Campo de Gibraltar? ¿Se ha consolidado la tendencia de pasar del cítrico al aguacate?
El regadío apuesta por cultivos subtropicales por su rentabilidad, si bien necesitan unas dotaciones de agua similares a la de los cítricos. Sí requieren de unas infraestructuras antiheladas y de refrigeración para primavera que consumen, dependiendo del año, de 200 a 1.000 metros cúbicos por hectárea. Demandan más agua pero no mucha más que los cítricos y su dotación en los planes hidrólogicos, de hecho, es similar con una media de 5.400 metros cúbicos por hectárea como dotación neta. Los aguacates tienen salida y los cítricos, por desgracia, están en una situación desastrosa.
Ante esta mala campaña para el mercado de los cítricos, ¿de qué manera se puede elevar su valor añadido para competir con los del Levante?
Es difícil. Una puede ser apostando por variedades nuevas y de calidad que tengan mayor demanda en el mercado. Otra poniendo en marcha infraestructuras de producción integrada y ecológica. Hay que intentar diferenciarse porque el Campo de Gibraltar compite con toda la zona citrícola del resto de Andalucía, Murcia y Valencia. Y a su vez España compite con Marruecos, Túnez, Egipto, Italia y Turquía. En un mercado global, el que tenga mayor calidad será capaz de defenderlo mejor. Este año se ha dado un exceso de producción que ha hecho bajar los precios. La clave está en diferenciarse en calidad y en productos más compatibles con el medio ambiente. La agricultura ecológica es un nicho, pero no es la solución porque no hay mercado para todos.
¿Cómo les afecta la situación de los precios de la energía?
Los precios de la energía se han multiplicado hasta por cuatro para la electricidad y los carburantes, necesarios para bombeos, principalmente. Agosto era un mes valle en precios de energía y ahora ha dejado de serlo, precisamente cuando el regadío tiene bastante demanda. Sigue sin aprobarse una doble potencia eléctrica, algo que se ha puesto en marcha en tres leyes, que sería bueno para rebajar el recibo. Además, llevamos años pidiendo un IVA reducido como existe en Francia, Alemania, Portugal, Italia o Grecia ya que toda la competencia del Mediterráneo tiene el IVA en el entorno del 4% frente al 21% de España. Y el IVA en las comunidades de regantes no se puede compensar.
¿Y qué pueden hacer los agricultores para rebajar sus facturas energéticas?
Con o sin ayudas, debe apostarse por las energías renovables con parques fotovoltaicos y eólicos para autoconsumo. Pero debe también facilitarse la tramitación y hacer menos complejo la autorización del envío de la producción sobrante a la red convencional. Hasta ahora, encontramos todas las trabas del mundo si la autoproducción genera más energía de la que necesita. Endesa y Red Eléctrica no nos ayudan para nada en la tramitación de los derechos de enganche para los vertidos que ayudarían a amortizar con mayor rapidez la inversión.
Feragua ha presentado alegaciones al Plan Hidrológico del Mediterráneo. ¿En qué sentido?
La administración está comenzando a novar concesiones y demandamos que se traten de forma diferencial de las nuevas concesiones. Existen numerosas condiciones ambientales que se están demandando ahora a concesiones centenarias como las de San Pablo de Buceite o Tesorillo, como estudios ambientales para evaluar posibles impactos, que no estimamos necesarios. Otra cuestión es que se pide a las comunidades de regantes que controlen la contaminación difusa, cuando no hay capacidad legal para hacerlo. Quien debe controlar y tiene competencias para ello es la propia administración. Por último, demandamos que se permita que zonas que se modernicen y ahorren agua se les permita crecer. Las explotaciones que logren ahorrar agua deberían tener derecho a ampliar su superficie en una proporción equivalente. Es algo que ya ocurre en cuencas como la del Guadalquivir y que sería importante para la zona.
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