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Entrevista | José Manuel Rodríguez Saucedo, secretario regional de Industria de la UGT
El secretario regional de la Federación de Industria de la UGT, José Manuel Rodríguez Saucedo, hace un llamamiento para que se reconduzca el conflicto laboral en Acerinox cuando se alcanzan 117 días de movilizaciones. Para el histórico dirigente sindical y empleado de la siderúrgica, la negociación debe evitar a toda costa la pérdida de empleos que provocaría la reconversión de la factoría de una planta con cinco turnos a tres.
¿Cómo se valora desde Federación de Industria de la UGT el proceso negociador que se ha seguido hasta el momento?
Se podrían haber hecho muchísimas cosas mejor. La negociación del convenio llegó al punto en el que tuvo que intervenir el Consejo Andaluz de Relaciones Laborales (CARL) por haberse superado un año sin acuerdo. Y todo terminó de romperse cuando se convocó la huelga por parte del sindicato ATA. Está claro que está siendo una huelga muy dura. Tras cuatro meses, la plantilla lo está pasando muy mal y no me quiero olvidar de los trabajadores de las empresas auxiliares, que la mayoría está cobrando el desempleo (en ERTE).
¿Qué cree que se podría haber hecho mejor?
El comité de empresa, en conjunto, debería haber aunado su estrategia sindical antes de dinamitar la negociación. No hubo una postura uniforme, ya que desgraciadamente ATA convocó la huelga sin consensuarla. Esto, en cierto modo, ha enturbiado la posible negociación y la posible salida del conflicto.
¿Comparte las decisiones y el liderazgo del sindicato ATA? Este sindicato lleva la portavocía del comité de huelga y es la cara visible del conflicto.
Que ATA convocase la huelga y luego tuviéramos que hacerlo el resto de sindicatos no fue lo más aconsejable. A la vista está que, desgraciadamente, estamos en la situación en la que estamos. Respetando, como no puede ser de otra manera, la voluntad de los trabajadores que votaron en su mayoría en contra de la última propuesta para el convenio que elaboró el CARL.
¿Ha tenido la UGT la oportunidad de participar de igual a igual en el comité de huelga? ¿Han existido discrepancias o fricciones?
No, fricciones y discrepancias no. Pero sí es cierto que todos los sindicatos no hemos estado perfectamente de acuerdo con todo lo que se ha hecho. Me he alejado del conflicto para dejar espacio a mis compañeros de la UGT en la fábrica. Si lo hubiéramos liderado desde la UGT, lo hubiéramos hecho de forma distinta.
¿De qué forma?
Agotando más la vía de negociación y consensuando el momento de convocar la huelga.
¿Cree que la UGT y el resto de sindicatos están siendo eclipsados por la figura del portavoz del comité de huelga, José Antonio Gómez Valencia (de ATA)?
En todas las asambleas cada sindicato interviene en la medida que conoce del tema. El compañero Valencia es responsable y portavoz del comité de huelga para todos.
Sin embargo, tengo entendido que ATA le ha vetado. ¿Eso es cierto?
Estuve el primer día de la huelga en la fábrica. Luego tuve que volver a mis responsabilidades en el sindicato. En una asamblea, el 10 de febrero, el compañero Valencia llegó a cuestionarme. Dijo que si volvía a aparecer por la fábrica, él mismo me echaría. Esa es la pura realidad. Y por eso no he vuelto a aparecer. Luego tuve la oportunidad de hablar con él por teléfono y me dijo que era mejor que no apareciera, porque él no podía responder de lo que hicieran algunos compañeros.
¿Y cómo valora la actitud de la empresa en todo el proceso, desde el inicio de la negociación del convenio?
La empresa tiene una situación económica que quien no quiera verla es porque no quiere. Todos los que trabajamos y pertenecemos a la plantilla de Acerinox sabemos que los últimos años la factoría no está dando beneficios. Eso ha provocado que la empresa se plantee desde el principio un cambio de modelo organizativo. Es ahí donde nacen las diferencias entre el comité de empresa y la empresa, cuando se ponen sobre la mesa cuestiones como la disponibilidad o la flexibilidad que se aplica en muchas otras empresas del metal. Aunque a nosotros nos gustaría otra cosa, el convenio no puede ser el que quisiéramos todos.
Comparte por tanto los argumentos económicos de Acerinox.
Es que eso no lo puede rebatir nadie. Acerinox cotiza en el IBEX 35 y sus datos económicos son transparentes y auditados. En 2004, cuando hubo 29 días de huelga, los datos de la empresa eran totalmente distintos. Acerinox plantea un cambio de modelo organizativo que no podremos compartir, pero que sí entiende que es la única forma de hacer la empresa viable sin que se resienta el empleo. Pues hay que asumirlo.
Antes de la situación actual estaba la propuesta del CARL, más ventajosa en comparación con la última de la empresa y, por supuesto, del planteamiento inicial.
Aunque me gusta separar la disponibilidad de la flexibilidad, es importante apuntar que la disponibilidad en principio era obligatoria, cuestión que mejoró y que la propuesta del CARL recoge perfectamente. En el momento en que pasó a ser voluntaria ya no tiene por qué afectar a nadie. Y es una cuestión que se ha ido mejorando desde el inicio. Ahora, un trabajador que acepte la disponibilidad, que sería un mes de cada cuatro, con la última propuesta del CARL podría ser remunerado con 625 euros en ese mes si lo llamaran el máximo de veces. Y con seis días de descanso. La flexibilidad está regulada en el artículo 34 del Estatuto de los Trabajadores y la empresa ni tan siquiera tenía la necesidad de plantearla en el ámbito del convenio.
Ante la votación del 16 de mayo, el comité de huelga recomendó el "no". ¿UGT mantuvo esa postura?
Mis compañeros de la sección sindical explicaron la propuesta y dejaron al trabajador que votase lo que considerara oportuno. Me sorprendió la negativa de los trabajadores a la propuesta del CARL, aunque la respeto absolutamente. Pero ha llevado a que ahora tengamos una propuesta del consejo de administración que supondrá una reducción de la plantilla al pasarse de cinco turnos a tres, algo con lo que por supuesto no estoy de acuerdo. Muchas veces es mejor perder algo y que se mantengan todos los puestos de trabajo. Desgraciadamente, tengo experiencias cercanas.
¿De cuánta reducción de empleo estaríamos hablando?
De aproximadamente unas 500 personas.
¿Hay alternativa?
Invito a las partes, tanto a la empresa como a mis compañeros del comité de empresa, a un tiempo de reflexión. Ni la plantilla, ni las empresas auxiliares podemos permitirnos pasar de cinco a tres turnos. Ni la comarca se puede permitir el lujo de que se destruya ni un solo empleo por la negociación de un convenio colectivo. Desde aquí le digo a la empresa que estamos a tiempo de reconducir la situación. Y a mis compañeros de la empresa, que debemos tener un poco de raciocinio.
El portavoz del comité de huelga dijo el miércoles que primero se negocie el convenio y luego se vea el posible ERE para una salida "digna" de trabajadores, como se hizo en 2019. ¿Comparte la UGT ese planteamiento?
En absoluto. El ERE de 2019, que firmó la UGT y no ATA, era una barbaridad y ahora se pone como ejemplo. Desgraciadamente hubo 24 compañeros que salieron de una forma más traumática, pero 192 lo hicieron con condiciones dignas. Pero ahora, si no somos capaces de revertir la situación, podemos llegar, y me da miedo decirlo, hasta el cierre de la factoría. Y eso sí que sería ya la hecatombe en empleo y para toda la comarca. No lo quiero ni pensar. Insisto, tiene que haber un momento de cordura. A la empresa le pido que reconsidere y retire la reducción de turnos. La Junta tampoco debe dejar de estar pendiente de la situación. El cierre de Malasia tiene que ser una oportunidad para mejorar en Palmones.
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