Escritores campogibraltareños firman un manifiesto por la concordia entre España y Marruecos
Campo de Gibraltar
Entre los firmantes se encuentran Juan Antonio Palacios Escobar, Higorca Gómez Carrasco, Juan Emilio Ríos Vera, Antonio Bravo Nieto, Juan José Téllez y Paloma Fernández Gomá
Un grupo de escritores campogibraltareños se encuentran entre los firmantes de un manifiesto en árabe y español en el que varios centenares de artistas e intelectuales piden a los gobiernos de España y Marruecos que busquen un espíritu de concordia en sus relaciones bilaterales, después de los últimos desencuentros producidos a la acogida por razones humanitarias del líder del Frente Polisario por parte del Gobierno de Pedro Sánchez y a la crisis migratoria en la frontera de Ceuta.
Entre los firmantes se encuentran Juan José Téllez, ex director de Europa Sur;Paloma Fernández Gomá, la poeta madrileña afincada en Algeciras y directora de la revista intercultural Dos Orillas; Higorca Gómez Carrasco, poeta y pintora barcelonesa; Juan Antonio Palacios Escobar, exalcalde de Algeciras; Juan Emilio Ríos Vera, presidente del Ateneo José Román, y Antonio Bravo Nieto, cronista oficial de Melilla, entre otras personalidades.
Los escritores apuestan por el diálogo entre ambas orillas del Estrecho de Gibraltar para establecer relaciones de mutua confianza y alejarse de los discursos de odio y xenófobos que se difunden a través de algunos altavoces mediáticos o en las redes sociales.
Manifiesto
La crisis actual hispano-marroquí ha provocado una preocupante escalada verbal teñida de reproches y discrepancias, que nos retrotrae a épocas pasadas, ajenas por completo tanto a las circunstancias de un mundo globalizado, como a las relaciones bilaterales que unen las dos orillas del Estrecho desde tiempos remotos. Durante semanas, desde los dos lados, escuchamos discursos, referencias y prejuicios de antaño, que no pensábamos que pudiesen aparecer de nuevo en la escena pública.
La amplitud del espacio mediático, especialmente en las redes sociales, ha proporcionado a estos discursos una vasta difusión, que pone en peligro la convivencia entre dos pueblos hermanos y amigos, y que supera incluso la naturaleza diplomática del conflicto actual, hasta llegar a una fase de enfrentamiento nacional, casi religioso y totalmente fuera de lugar.
Recuperar las épocas de conflictos bélicos de nuestra historia común y destacar solamente la hostilidad es un camino peligroso que va en contra de la lógica humana y del patrimonio de convivencia interreligiosa e intercambio cultural que los pueblos ribereños hemos construido durante nuestras etapas históricas. Estamos ante un discurso radical e innecesario que pretende acabar con el gran esfuerzo de diálogo, investigación y mutua comprensión que la sociedad civil y la clase intelectual de España y Marruecos han desarrollado.
La situación actual no encaja en absoluto, desde el punto de vista científico, con el resultado de años de investigación humanista en las universidades marroquíes y españolas, que ofrecieron una nueva visión de esta historia compartida fundada sobre los fecundos solapamientos de las civilizaciones ibérica y magrebí. Un riguroso trabajo académico en las ramas de historia, literatura, lengua y codicología, que condujo tanto a reforzar los vínculos intelectuales y culturales como a fomentar los valores comunes entre las dos orillas del estrecho de Gibraltar.
Una realidad histórica contrastada, hasta tal punto que ha llegado a ser reflejada en la actual Constitución marroquí en vigor desde 2011, y en la que el reino de Marruecos reconoce la cultura andalusí con sus dos ramas árabe y sefardí, como principales elementos de la identidad del país. De la misma manera, la cooperación cultural, artística y creativa entre marroquíes y españoles se ha intensificado en los últimos años hasta cotas nunca alcanzadas antes. Es la interrelación personal de la población civil la que ha logrado este espíritu de hermanamiento.
Somos del criterio de que la política no puede convertirse en un obstáculo para que aquel siga creciendo; al contrario, ha de ser un instrumento para desarrollarlo más y más. El espíritu de concordia y convivencia debe reinar en todo momento entre nuestros países y estar en el epicentro de la mirada en cualquier conversación política para así asegurar la soberanía y la estabilidad interna en Marruecos y España.
Por lo tanto, invitamos a la sociedad civil de ambas orillas del estrecho de Gibraltar a que despliegue su gran capacidad intelectual y esgrima su inventiva para plantear nuevas alternativas de convivencia y hacer aportaciones constructivas por un fecundo patrimonio que beneficie a las dos sociedades en su conjunto. Instamos a las personas de bien de ambos lados del Estrecho a sumarse a los esfuerzos de recuperación de unas relaciones hispano-marroquíes basadas en la mutua confianza y en el respeto, que nos impulsen hacia un futuro, donde deben dominar la paz, la cooperación y la prosperidad.
Para ello, debemos plantar cara españoles y marroquíes a ese discurso erróneo y envenenado que están utilizando algunos grupos mediáticos y redes sociales, basado en bulos y manipulaciones perversas, que solo pretenden levantar el telón de fondo xenófobo y de sentimientos que hemos de erradicar con total firmeza. Por último, apostamos por una cooperación sólida entre las organizaciones de la sociedad civil de ambas orillas del estrecho de Gibraltar, para que nuestra aportación sea consensuada, colectiva y útil para un amplio abanico de ciudadanos ribereños que convergen en el Estrecho.
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