España intensifica la vigilancia militar en el Estrecho de Gibraltar con el seguimiento de ocho buques rusos durante abril
Las Fuerzas Armadas, bajo el Mando Operativo Marítimo, intensifican sus operaciones de vigilancia y disuasión en aguas de interés nacional durante abril, siguiendo de cerca la actividad naval rusa en zonas clave como el Golfo de Cádiz y el mar de Alborán
El Estrecho de Gibraltar, clave en la vigilancia de buques rusos por la Armada española

Algeciras/Los patrulleros de la Armada española han seguido de cerca a ocho buques de bandera rusa durante su tránsito por aguas de interés nacional en el mes de abril, en el marco de las Operaciones de Presencia, Vigilancia y Disuasión (OPVD) dirigidas por el Mando Operativo Marítimo (MOM). La operación ha tenido uno de sus puntos clave en el Estrecho de Gibraltar, un paso estratégico donde la Marina española mantiene un control constante.
Según ha informado el Estado Mayor de la Defensa (Emad), las unidades españolas implicadas en estas maniobras han sido los buques Serviola, Isla de León, Audaz y Furor. Todos ellos forman parte de la estructura de vigilancia permanente de las Fuerzas Armadas, que actúan bajo la dirección del MOM, con sede en Cartagena y subordinado al Jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad).
El patrullero de altura Serviola, con base en Ferrol, inició las tareas de seguimiento en el norte peninsular, monitorizando a los mercantes rusos General Skobelev y Sparta IV durante su recorrido por el litoral cantábrico hasta su salida hacia aguas portuguesas. Posteriormente, el mismo buque vigiló a la fragata Soobrazitelny y al petrolero Kola en su tránsito desde el Atlántico hacia el Mediterráneo Oriental.
Al aproximarse al Estrecho de Gibraltar, fue el Isla de León quien tomó el relevo del seguimiento, escoltando a los buques por esta zona de alta sensibilidad geoestratégica y manteniendo la vigilancia hasta su entrada en el mar de Alborán.
De forma simultánea, el Buque de Acción Marítima (BAM) Audaz, desplegado en el mar de Alborán desde marzo, reforzó el dispositivo con una “estrecha vigilancia” a la fragata rusa Almirante Golovko durante su navegación por aguas de soberanía española. También realizó el seguimiento del buque de inteligencia Victor Leonov, que cruzó el litoral mediterráneo rumbo al Golfo de León.
Por su parte, el BAM Furor siguió a dos unidades rusas más —el submarino Krasnodar y el remolcador Eugeniy Churov— durante su paso por el sur del archipiélago balear en dirección al Estrecho.
Una estrategia de control constante en aguas clave
Las operaciones de abril reflejan la importancia de la presencia disuasoria de la Armada española en puntos calientes como el Estrecho de Gibraltar, el Golfo de Cádiz o el mar de Alborán, rutas habituales del tráfico naval ruso entre el Atlántico y el Mediterráneo Oriental.
Estas misiones forman parte de las Operaciones Permanentes que realizan las Fuerzas Armadas para garantizar la seguridad y la estabilidad en los espacios marítimos de soberanía, responsabilidad e interés nacional. Se trata de un modelo basado en la anticipación de amenazas y la capacidad de respuesta inmediata, en el que participan a diario unos 3.000 militares bajo el control operativo del Mando de Operaciones.
El Mando Operativo Marítimo, dirigido por el Almirante de Acción Marítima, coordina estos despliegues desde su cuartel general en Cartagena, y cuenta con buques especialmente asignados para cumplir con su misión de vigilancia y defensa.
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