Los retos pendientes de la estiba
Puerto de Algeciras
Los estibadores están alerta ante el crecimiento de Tánger y trabajan para mantener la plantilla actual, con el cupo de puestos completo
Todavía sin reglamento, el sector espera la probable sanción de Competencia
Algeciras/Casi un año y medio después de que la estiba cerrase un periodo convulso con un acuerdo para llevar a cabo la obligada reforma del sector, todavía se ciernen dudas sobre una actividad que da empleo en Algeciras a 2.300 personas. Con el reglamento de desarrollo del real decreto ley que reorganizó la estiba todavía pendiente de salir, queda también pendiente la probable sanción de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia sobre el acuerdo alcanzado. Y los estibadores miran de reojo a la expansión de los puertos de Tánger-Med y Sines como competidores directos de Algeciras, con el objetivo prioritario de garantizar la carga de trabajo que permita mantener el empleo actual.
Tánger
El desarrollo al otro lado del Estrecho es una de las amenazas para el crecimiento del Puerto de Algeciras y, por ende, el empleo en la estiba. Con costes laborales muy inferiores en Tánger y un déficit de infraestructuras de transporte patente en el lado campogibraltareño, esa expansión supone un riesgo que no se puede obviar, recordaba hace no mucho el presidente de la Autoridad Portuaria algecireña, Manuel Morón. Otras fuentes empresariales van más allá y apuntan que la ventaja de estar en suelo europeo no es suficiente para compensar la diferencia en el coste del movimiento de mercancías entre uno y otro país, por lo que habría que plantearse una rebaja de esos costes para mantener la competitividad.
La expansión de Tánger vivirá un nuevo capítulo con la apertura de la nueva terminal de APM, prevista para el próximo trimestre. Y con los tráficos en juego, la estiba mira al otro lado "con preocupación, como no puede ser de otra forma", explica el responsable de la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar en la zona andaluza, Manuel Cabello. El sindicalista afirma que están pendientes de lo que ocurra, pero también recuerda en ese sentido que empresas y trabajadores acordaron una garantía de volúmenes de tráfico que, en caso de no cumplirse, supondría una penalización a las empresas. Y con esos volúmenes estaría garantizado el trabajo para los estibadores que forman parte del nuevo Centro Portuario de Empleo (CPE), ahora mismo 1.850 personas.
Aparte hay 483 eventuales que entraron el pasado mes de marzo y que por ahora están formándose, realizando servicios complementarios (limpieza, conexión de los frigoríficos) y apoyando en las puntas de trabajo. Su objetivo sería llegar en el futuro al CPE, pero para ello tendrían que darse dos condiciones: que haya plazas libres y superar un proceso de selección. Eso dependerá del trabajo que haya.
"Nuestra principal preocupación ahora es lograr carga de trabajo para esos eventuales", explica Cabello, "queremos que haya faena para todos, porque ahora están trabajando pero no al ritmo deseado". Por otra parte, señala, con los empleados existentes ya están cubiertas las necesidades portuarias, "el número de estibadores está cerrado desde mayo, no habrá más ampliaciones".
En cuanto a otro crecimiento portuario, el de Sines, también competidor directo de Algeciras, el sindicalista resume: "Lo de la conexión ferroviaria con Sines no tiene nombre". Coordinadora, como otras muchas entidades, alerta sobre la conexión que España y Portugal están promoviendo entre Sines, Madrid y Valencia, una vía que haría mucho daño a un Puerto de Algeciras que lleva lustros esperando que se mejore la vía Algeciras-Bobadilla. "Es frustrante que Tánger Med se esté desarrollando en parte con dinero europeo, pero aún peor que desde el Gobierno se esté impulsando esa línea con Sines", resume su portavoz.
Reglamento
En clave interna, la estiba sigue esperando el reglamento que desarrolle el real decreto ley aprobado en mayo de 2017. Tras los numerosos inconvenientes surgidos durante su tramitación, incluido el rechazo del Consejo de Estado a la propuesta al faltar informes –entre ellos, el de Puertos del Estado– el Gobierno anunció que cerraría una hoja de ruta para el sector en breve.
Para Coordinadora, el reglamento es clave para dar la estabilidad que tanto ansía el sector, respaldando los acuerdos sectoriales a los que se ha llegado y que todavía están en fase de desarrollo. Aún falta por cumplir la totalidad de los acuerdos alcanzados entre empresas y sindicatos (fuentes del sector cifran el cumplimiento en un 70%) y Coordinadora trabaja ahora en que estos convenios se vayan extendiendo y las distintas sociedades de gestión de activos portuarios se vayan reconvirtiendo a centros portuarios de empleo. "Es lo que dará garantías al futuro de la profesión", remarca Cabello.
Competencia
Otro elemento perturbador en el futuro cercano de la estiba es el dictamen que tiene que emitir la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. La CNMC incoó un expediente sancionador el pasado año con el foco puesto en el acuerdo de subrogación universal del acuerdo marco que puso fin a las tensiones por la reforma de la estiba. Y según la información que ha trascendido, el regulador estaría ultimando una sanción millonaria a las empresas que firmaron el convenio. No sería la primera: ya multó a las empresas en Vigo.
"Eso sería una hecatombe, que pondría en riesgo miles de convenios e incluso contradiría el Estatuto de los Trabajadores", considera Manuel Cabello. "Es un ataque a la línea de flotación de la negociación colectiva, porque imponiendo una multa elevada provocará que las empresas no quieran negociar nada", prosigue. Sin embargo, el sindicalista recuerda que la decisión de Competencia no es la última palabra. "Si es contraria, acudiremos a los tribunales".
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