El fiscal pide 11 años de prisión para el conductor del vehículo en cuya persecución murió el guardia civil Fermín Cabezas
Lucha contra el narcotráfico
La Fiscalía le atribuye un delito de homicidio por imprudencia grave, conducción temeraria, desobediencia y atentado contra agentes de la autoridad, conducción sin carné y falsedad en documento oficial
En mayo de 2019, el guardia civil Fermín Cabezas perdió la vida cuando perseguía a un vehículo cargado de droga por la A-7, un coche al que había dado el alto y que lo había ignorado, emprendiendo una huida en la que puso en riesgo a todos los usuarios de la autovía y provocó el accidente en el que murió el agente. Ahora, la Fiscalía insta la apertura del juicio y pide una pena de once años y cuatro meses de prisión por varios delitos para K. L., el conductor del coche, además de 316.000 euros de indemnización para la esposa e hijo del fallecido.
Como recuerda el fiscal en su escrito de acusación, los hechos ocurrieron sobre las 16:20 del día 30 de mayo de 2019. El acusado circulaba conduciendo un vehículo Peugeot 308 con placas de matrícula francesa por la autovía A-381 en sentido Algeciras y a la altura del kilómetro 71 le fue dado el alto por los agentes de la Guardia Civil de Tráfico Fermín Cabezas González y un compañero, que habían sido informados de que venía siendo seguido a distancia por otros guardias civiles que lo investigaban por transportar sustancias estupefacientes.
El acusado hizo caso omiso a las indicaciones claras y terminantes de detenerse, y, acelerando hasta alcanzar una velocidad elevada, se dio a la fuga siendo seguido por los guardias civiles de tráfico que insistían en darle el alto con los dispositivos luminosos y acústicos activados; durante su huida "realizaba adelantamientos a otros vehículos a gran velocidad en zig-zag utilizando ambos carriles y el arcén derecho y obligando a los conductores de otros vehículos a realizar maniobras para evitar la colisión".
Al llegar al entronque con la autovía A-7, el acusado se incorporó a esta en sentido Málaga, pero cambió de sentido en dirección a Algeciras. Se sabía perseguido, pero insistió en su huida "pese a percatarse de que la densidad de circulación lo hacía muy peligroso para los demás usuarios". Así, detalla el fiscal, manteniendo una velocidad excesiva, "comenzó a adelantar por el carril derecho, por el izquierdo y entre ambos y por el arcén derecho a todos los vehículos que encontraba, los cuales se vieron obligados a realizar maniobras evasivas para evitar la colisión".
En un momento determinado de la persecución, el motorista de la Guardia Civil Fermín Cabezas logró colocarse a la altura del vehículo conducido por el acusado y este se desplazó hacia la motocicleta con el propósito de apartarla de la vía y que no continuara la persecución llegando a colisionar con el lateral de la motocicleta; no obstante, el motorista logró hacer una maniobra evasiva evitando la colisión.
Al llegar al punto kilométrico 112,400, a la altura de Los Cortijillos, el acusado adelantó por el arcén a un camión, tras lo cual de forma inesperada se pasó al carril derecho de circulación, lo que obligó al conductor del camión a desacelerar en el mismo momento en que el Fermín Cabezas se disponía a adelantar por el carril izquierdo. Esto provocó que el guardia civil colisionara contra la parte trasera izquierda del camión, saliendo despedido y golpeándose contra la bionda de separación de calzadas. El agente sufrió un traumatismo torácico con shock hipovolémico que le ocasionó el fallecimiento.
K. L. conducía el vehículo sin permiso de conducir francés por haber perdido la vigencia por pérdida de todos los puntos. Finalmente fue detenido a la altura del kilómetro 1,500 de la autovía A-381 y en el vehículo se encontraron 180 kilogramos de hachís. El dispositivo policial puesto en marcha también detuvo a otra persona, otro hombre que circulaba en un coche lanzadera, un método usado por los narcotraficantes para alertar al conductor del vehículo que traslada la droga de posibles incidencias. Una tercera persona sería arrestada al día siguiente. La organización a la que presuntamente pertenecían sería desarticulada poco después.
Por ello, el acusado tiene pendiente otro procedimiento judicial por un delito contra la salud pública. Por otra parte, el vehículo que conducía llevaba placas que no le correspondían.
El fiscal formula la acusación contra K. L., con pasaporte francés y sin antecedentes penales, y le imputa varios delitos. Así, se le acusa de un delito de conducción temeraria con consciente desprecio por la vida de los demás y un delito de homicidio por imprudencia grave, por los que pide cinco años de prisión, multa de 24 meses con cuota diaria de 10 euros y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo de diez años. Otros cuatro meses de prisión son reclamados por un delito de conducir habiendo perdido la vigencia del permiso por pérdida del saldo de puntos.
Por un delito de desobediencia a agentes de la autoridad y en progresión delictiva, un delito de atentado a agente de la autoridad, reclama el fiscal una pena de cuatro años de prisión. Y se le atribuye también un delito de falsedad en documento oficial, por el que se solicitan dos años de prisión y multa de 9 meses con cuota diaria de 10 euros.
La Fiscalía también solicita por la vía de responsabilidad civil, con la responsabilidad civil directa del Consorcio de Compensación de Seguros, una indemnización para la esposa del agente de 144.987,28 euros y otro para su hijo, que tenía diez años en el momento de la muerte, de 171.357,07 euros.
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