Sobre trenes, las obras del Llano y un gigante

Al sur del sur

Ausencia de campogibraltareños en Ifema en demanda de la mitad del Corredor Mediterráneo

La paralización de los trabajos del Lago Marítimo de Algeciras amenaza con prolongarse varios años

A la izquierda, mapa de los dos ramales del Corredor Mediterráneo; a la derecha, el de la plataforma Quiero Corredor.
A la izquierda, mapa de los dos ramales del Corredor Mediterráneo; a la derecha, el de la plataforma Quiero Corredor.

Ningún representante político o empresarial del Campo de Gibraltar figuró el pasado jueves, en Madrid, entre los 1.800 asistentes que acudieron a la convocatoria de la plataforma Quiero Corredor, celebrada en Ifema. Había razones de peso para ignorar las invitaciones cursadas al respecto por el potente lobby del empresariado levantino, que dejó oír su voz y trató de marcar la agenda al futuro Gobierno coincidiendo en fecha con el debate de investidura de Pedro Sánchez.

Sobre el papel, Quiero Corredor apuesta por el desarrollo del Corredor Mediterráneo, aunque su auténtico nombre debiera ser Quiero Medio Corredor. La razón es que los mapas del Corredor Mediterráneo que presenta esta plataforma empresarial no corresponden con los aprobados por la UE: aparecen mutilados y solo recogen las líneas que transcurren por la línea de costa, desde la Bahía de Algeciras a la frontera con Francia.

Cartel de 'Quiero Corredor', en Ifema
Cartel de 'Quiero Corredor', en Ifema / Europa Press

El Ramal Central del Corredor Mediterráneo, más acorde a los intereses de nuestra comarca por estar más avanzadas sus infraestructuras -parte igualmente desde Algeciras para conectar con Antequera y, desde ahí, con Córdoba y Madrid- aparece borrado en la web de Quiero Medio Corredor. Es la representación de la España de las dos velocidades, consolidada año a año, presupuesto tras presupuesto.

Será el Gobierno catalán -de acuerdo al pacto PSOE-ERC- el que diga qué trenes pasan por sus vías y qué prioridad le da a cada cual

Adenda: El acuerdo del PSOE con los independentistas ha puesto en manos de la Generalitat catalana la “gestión integral” de los servicios de trenes de cercanías, lo que incluye 1.100 kilómetros de vías. Hasta ahora, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana se había negado a dar ese paso puesto que por esas vías pasan también trenes procedentes y con destino a otras comunidades autónomas y países. "Eso no es legal, no se puede hacer la transferencia de la infraestructura”, decía rotunda hace unos meses la ministra Raquel Sánchez. Pues sí, al final ha sido posible, salvo que el Tribunal Constitucional dicte algún día lo contrario. Más allá de la amnistía a los condenados del procés, de ese bochornoso borrón y cuenta nueva que hará desaparecer los delitos cometidos, será el Gobierno catalán -de acuerdo al pacto PSOE-ERC- el que diga qué trenes pasan por sus vías y qué prioridad le da a cada cual. Tremendo.

Obras eternas en el Llano

La prudencia, la responsabilidad y también el respeto a la legalidad han llevado al Puerto de Algeciras a echar el freno al proyecto de construcción de los dos edificios proyectados en la esquina norte del Llano Amarillo, junto al ya levantado por la Universidad de Cádiz en ese espacio estratégico denominado con fines propagandísticos como Lago Marítimo. La sentencia del TSJA por la que se ha declarado insuficiente y nulo de pleno derecho el estudio de detalle aprobado por el Ayuntamiento de la ciudad está pendiente de ser recurrida ante el Tribunal Supremo (TS), tanto por el Consistorio como por la APBA, pero su resolución se prevé que sea a largo plazo.

El Supremo tiene vacantes el 30% de las plazas de magistrados y las sentencias se demoran hasta seis años

La crisis abierta en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) por la no renovación de sus 20 vocales -llevan 5 años con el mandato caducado- y la reforma que el Gobierno impulsó para limitar sus funciones ha provocado la suspensión de los nombramientos en el TS, donde el 30% de las plazas de magistrados, un total de 24, están vacantes. E irán a más, a medida que haya traslados y jubilaciones. La merma de efectivos tiene como efecto inmediato un aumento de la carga de trabajo y un retraso a la hora de dictar sentencias. Dependiendo de la sala, los fallos pueden demorarse la friolera de seis años.

En el Llano, al no haberse solicitado por el demandante la ejecución cautelar de la sentencia, tan solo continúan adelante las obras de saneamiento en la red de aguas pluviales y de habilitación de nuevos jardines por parte del Ayuntamiento: ninguna de ellas afecta a la volumetría de los futuros inmuebles, cuestión en la que sí incide el TSJA y que deberá ser resuelta por el Puerto mediante un plan especial.

Malla, un gigante

Siete años a cuestas con la maleta y los balones, encogido en los asientos de una furgoneta o al volante de esta recorriendo miles de kilómetros, pendiente los siete días a la semana de sus jugadores, de tácticas, de lesiones, de los rivales... sorteando las penurias de la LEB Plata, la categoría inferior del baloncesto profesional, que sobrevive con muchos sacrificios y modestos salarios. A este sumatorio que ha ido haciendo mella poco a poco se han unido, en el arranque de la presente liga, siete derrotas consecutivas del Udea Algeciras, una losa demasiado grande y pesada que han llevado al gran Javi Malla a renunciar al puesto de entrenador. La decisión le honra.

Javi Malla, entrenador de baloncesto.
Javi Malla, entrenador de baloncesto. / Andrés Carrasco

No puede haber rastro alguno de amargura en quien se ha dejado la piel por el deporte y llevado con orgullo el nombre de su ciudad por toda la geografía española. La miopía y el silencio mezquino de quienes han evitado brindarle un reconocimiento por los servicios prestados tiene su reverso en los aplausos que los aficionados brindaron a su equipo cada fin de semana, así saldasen los partidos con victoria o no, y en los cientos de mensajes de apoyo sincero que Malla ha recibido estos días.

Este gigante larguirucho hijo de La Bajadilla, de pies como barcas, sonrisa franca, cejas superlativas y nariz gongorina deja su huella alegre allí por donde asoma. Es su marca personal. Seguirá dando guerra -pero de la buena, sin tanques ni misiles- allá donde se le requiera, empezando por este periódico, en el que seguirá colaborando mientras le apetezca.

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