Interior reforzará a los guardias civiles que luchan contra el narco en el Estrecho con chalecos antibala resistentes a fusiles de asalto

Algeciras/La creciente violencia del narcotráfico en las costas del Campo de Gibraltar ha puesto en alerta a las Fuerzas de Seguridad españolas. Ante la necesidad urgente de mejorar la protección de los guardias civiles que patrullan las aguas del Estrecho, el Ministerio del Interior ha decidido reforzar su equipamiento con chalecos antibala capaces de resistir disparos de fusiles de asalto, diseñados para ofrecer protección no solo contra disparos y cuchilladas, sino también en situaciones de riesgo en el mar.

Según una información publicada este lunes por 'El Confidencial Digital', la Dirección General de la Guardia Civil ha lanzado una licitación pública para adquirir 117 chalecos antibala específicos para las patrullas marítimas, con un coste total de más de 204.000 euros. Estos chalecos están pensados para resistir el impacto de armas ligeras y ataques con armas blancas, y cuentan con la capacidad de mantener a flote a los agentes en caso de una caída al agua, un peligro frecuente en las operaciones que realizan en lanchas y patrulleras.

La licitación también contempla la adquisición de 320 placas balísticas de nivel IV, capaces de soportar disparos de fusiles de asalto, un tipo de armamento cada vez más utilizado por las redes de narcotraficantes en sus enfrentamientos con las Fuerzas de Seguridad. Estas placas se añadirán a los chalecos para garantizar una mayor protección en situaciones de alto riesgo. El coste de las placas balísticas ascenderá a más de 319.000 euros, lo que eleva la inversión total en la mejora del equipamiento a más de medio millón de euros.

Alta flotabilidad y luz de localización

La peligrosidad de las operaciones contra el narcotráfico en el Estrecho no ha dejado de crecer en los últimos años. Las organizaciones criminales que trafican con droga desde Marruecos hacia España están cada vez mejor armadas y dispuestas a utilizar la violencia para evitar la captura de sus cargamentos. Un claro ejemplo de esta escalada en la agresividad de los narcos fue el trágico suceso ocurrido en febrero, cuando los guardias civiles David Pérez y Miguel Ángel González perdieron la vida tras ser arrollados por una narcolancha en aguas cercanas a Barbate. Estos incidentes han dejado patente la necesidad de dotar a los agentes de medios de protección más eficaces y especializados.

La licitación de estos nuevos chalecos antibala y placas balísticas responde a esta necesidad. En el caso de los chalecos de alta flotabilidad, se ha especificado que deben cumplir con exigentes requisitos, como proteger el pecho, la espalda y el cuello de los guardias civiles, y ofrecer una flotabilidad suficiente para mantener a los agentes en la superficie sin necesidad de realizar movimientos de natación, incluso cuando llevan las pesadas placas balísticas instaladas. Además, los chalecos deben ser capaces de girar el cuerpo de los efectivos para mantener su rostro fuera del agua en caso de que caigan boca abajo, una característica esencial para garantizar su supervivencia.

Otro elemento novedoso que incorporarán estos chalecos es una luz de localización, un dispositivo LED que se activa automáticamente al entrar en contacto con el agua. Esta luz, con una intensidad mínima de 0,75 candela, emitirá destellos visibles desde cualquier ángulo, facilitando que los equipos de rescate puedan localizar rápidamente a los agentes en el mar. Según las especificaciones técnicas, la luz se activará de inmediato y funcionará en cualquier condición ambiental, un detalle crucial para garantizar la seguridad de los guardias civiles que operan en el mar, especialmente durante intervenciones nocturnas o en condiciones meteorológicas adversas.