Análisis
Santiago Carbó
Algunas reflexiones sobre las graves consecuencias de la DANA
Conflicto laboral
La huelga del metal vive este sábado su quinta jornada el Campo de Gibraltar de intensas movilizaciones. Este sábado se ha vuelto a cortar el acceso a La Línea desde El Toril, por lo que ha vuelto ha notarse un tráfico muy intenso en la ciudad al estar solo abierta la entrada por El Higuerón, aunque ha estado abierto a primera hora de la mañana, aunque con el acceso al polo químico cerrado por los piquetes. La jornada ha comenzado con piquetes informativos a las puertas de los centros de trabajo y se han levantado algunas de las barricadas para que los vehículos pudieran salir, como ha sido el caso de Indorama, donde los trabajadores que han acudido a su puesto han entrado con una hora de retraso.
Desde FICA-UGT apuntan que, con la huelga avanzada, "están entrando en el capítulo de amenazas de las empresas a los operarios para que trabajen este fin de semana". Antonio Montoro, secretario generald e FICA-UGT en Cádiz, recuerda que hoy continúa la huelga indefinida, ya que siguen sin contacto de la patronal para la negociación del convenio colectivo.
Los sindicatos UGT y Comisiones Obreras consideran que las posturas entre la patronal y los representantes de los trabajadores en la negociación del convenio provincial del metal están "más cercanas que al inicio del conflicto" pero "aún lejos de lo que consideramos aceptable para los trabajadores".
El periodo de vigencia del nuevo convenio y el incremento salarial suponen los principales escollos para el acuerdo entre patronal y sindicatos del sector del metal, que este viernes ha sufrido el cuarto día consecutivo de huelga indefinida, con nuevos incidentes en la ciudad de Cádiz.
Ambas partes estuvieron reunidas en Sevilla hasta bien entrada la madrugada de este viernes con la mediación del Consejo Andaluz de Relaciones Laborales. La Federación de Empresas del Metal de Cádiz (Femca) ofrecía un periodo de vigencia de 2021 hasta 2024, con un incremento salarial del 2% en cada año (en el caso de 2021 con carácter retroactivo desde el 1 de junio) salvo en 2024, que habría un 2,25%. Al término de este intervalo, si el IPC hubiera sido superior a estos porcentajes, se abonaría en un pago único el diferencial entre el alza del coste de la vida y el incremento salarial.
A continuación se lanzó una segunda propuesta, con un año menos de vigencia, hasta 2023. En este caso, se recogería un alza salarial del 2% en cada ejercicio, y al igual que en la anterior, se abonaría el diferencial con la inflación si el IPC es superior a este incremento salarial.
Al mantener los sindicatos como exigencia la revisión anual de las tablas salariales, los mediadores lanzaron su propia propuesta con un incremento del 1,5% a aplicar en 2021, elevándose al 1,75% en 2022 y 2023. Si el IPC es superior, se consolidaría en la tabla salarial en un porcentaje variable, entre el 20% y el 30% de la desviación en función del año. Además, se abonaría en un pago único la diferencia entre las subidas aplicadas y el IPC real de los tres años de vigencia del convenio.
Las tres propuestas fueron rechazadas por los sindicatos, que este viernes argumentaron que su objetivo prioritario es que “los trabajadores no pierdan poder adquisitivo” y consideran que el nuevo convenio no puede tener un periodo de vigencia superior a dos años. Así exigen que se traslade cada año a las tablas salariales el incremento del IPC real, que se ha desbocado en los últimos meses como consecuencia de la subida de los precios de la energía.
Además, insisten en que el convenio no debería tener un periodo de vigencia mayor a dos años para acometer una revisión en profundidad de su articulado y adaptarlo a las condiciones cambiantes de la economía.
También te puede interesar
Lo último
2 Comentarios