El Campo de Gibraltar no habla caló
Día Internacional de la Lengua Romaní
"En muchos lugares nuestra lengua no ha estado tan perseguida como en la Península Ibérica, dice Teresa Vélez, presidenta de Nakera Romí.
La lengua del pueblo gitano está prácticamente desaparecida en el Campo de Gibraltar. Este martes se ha conmemorado el Día Internacional de la Lengua Romaní, el idioma propio que comparten miles de gitanos y gitanas de todo el mundo. No es una materia fácil. Tiene declinaciones, como el latín. Y en España, Portugal y el sur de Francia se topó con un problema histórico muy serio. Las doce pragmáticas antigitanas dictadas por los Reyes Católicos, que se traducían, en lo que se refiere al idioma, en que se cortaba la lengua y las orejas a todo gitano que hablase el romaní.
Teresa Vélez es mediadora intercultural y presidenta de la asociación linense de féminas gitanas Nakera Romí (Las mujeres hablamos). Es consciente de las dificultades por las que atraviesa el caló, la variante en España del romaní: "Es muy complicado el aprendizaje de una lengua casi perdida y tan complicada que, además, ha sido perseguida y machacada. Pero yo he estado en muchos congresos internacionales donde es una alegría ver a los gitanos de todo el mundo comunicándose en su lengua sin ningún problema porque en muchos lugares la conocen muy bien. Yo soy capaz de entenderla, pero no la domino con soltura como para expresarme con ella".
Sin embargo, se atreve a decir unas palabras y le quedan requetebién. El romaní no es como el italiano o el portugués, idiomas con los que el hispanohablante puede cuando menos intentarlo. O se sabe o no. No hay medias tintas. Ejemplos hay para dar y tomar. Balichó significa jamón y la bajañí es la guitarra.
Vélez, también vicepresidenta de la federación andaluza Fakali, afirma que el periodo de los Reyes Católicos fue decisivo por su persecución hacia este pueblo que tuvo sus orígenes históricos en la India. La misma opinión tiene la periodista gitana y sanroqueña Ana Segovia, técnica de Comunicación de la Fundación Secretariado Gitano: "En esa época hubo un empeño en que los gitanos perdiésemos todas nuestras señas de identidad y de ello no escapó la lengua. Es muy complicado que perdure un idioma solo a través de la transmisión oral en un momento en el que no solo se atacó la lengua, se trató una homogeneización cultural que perjudicó mucho a los gitanos. Se quería que fuésemos invisibles".
Ana Segovia, que es nieta del mítico y recordado cantaor Alejandro Segovia Camacho, Canela de San Roque (1947-2015), argumenta que los gitanos han aportado y aportan mucho a la cultura tanto de Andalucía como de España. También en lo lingüístico: "Muchas de las palabras que hoy usamos en la sociedad con toda naturalidad proceden del romaní, como por ejemplo chaval o chavala, entre otras muchas", subraya.
La fundación para la que trabaja esta periodista sanroqueña en su sede central en Madrid llevó a cabo en 2018 la campaña Lección Gitana, para acabar con los múltiples estereotipos que perviven y perjudican a muchas personas de esta etnia. "Ese trabajo se realizó para combatir la discriminación existente contra la comunidad gitana a través de un libro que muestra la historia del pueblo gitano, así como las aportaciones que ha hecho a la sociedad", apuntó.
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