La lluvia marcará el arranque de la Semana Santa 2025 en Andalucía, pero el sol brillará a partir del Miércoles Santo
El meteorólogo Juan Antonio Salado prevé inestabilidad desde este jueves, con chubascos intermitentes y claros. La incertidumbre es máxima para el Lunes y Martes Santo, pero los modelos apuntan a una posible mejoría a partir del Miércoles Santo
Semana Santa 2025 pasada por agua: las últimas previsiones apuntan lluvia en Andalucía occidental

Algeciras/El sur de Andalucía mira al cielo con más devoción que nunca. La Semana Santa se acerca, y con ella, la incertidumbre meteorológica que tantos desvelos causa entre cofrades, hermandades y fieles. ¿Lloverá durante las procesiones? ¿Podrán salir los pasos a la calle? ¿Habrá que cambiar los recorridos? Preguntas que, como cada año, flotan en el ambiente con la intensidad del incienso y el murmullo de los ensayos. Y este año, según el meteorólogo linense Juan Antonio Salado, todo apunta a que el arranque del ciclo estará marcado por la inestabilidad, aunque con ventanas de esperanza.
El primer gran cambio se producirá a partir de este jueves, 10 de abril, cuando una baja presión procedente de Canarias comenzará a ascender hacia el sur peninsular. Su presencia se notará rápidamente: cielos que se irán cubriendo, un incremento notable de la nubosidad, y una probabilidad de lluvia que alcanza ya el 75% para el jueves y el viernes. A esto podría sumarse un molesto acompañante: los depósitos de barro que traen consigo las lluvias de origen africano.
Las temperaturas se mantendrán estables o en ligero descenso, y el viento soplará de levante. No se espera, eso sí, un temporal de lluvia continua: serán chubascos intermitentes, con ratos de sol y otros de nubes.
Sábado de Pasión y Domingo de Ramos: la baja se queda
La incertidumbre se acentúa conforme avanzan los días. Para el Sábado de Pasión y el Domingo de Ramos (12 y 13 de abril), Salado mantiene un mensaje claro: la baja presión parece que se instalará sobre Andalucía y continuará condicionando el tiempo. El riesgo de precipitaciones sube hasta el 90%, y los vientos cambiarán de dirección, soplando ahora de poniente. Las temperaturas seguirán bajando ligeramente.
Estos dos días marcarán, sin duda, el termómetro emocional de la Semana Santa: si se confirman las lluvias, podrían verse alteradas algunas de las salidas procesionales más emblemáticas del Campo de Gibraltar, como la Borriquita en Algeciras.
Lunes Santo y Martes Santo: dos escenarios posibles
Lo que ocurra a partir del Lunes Santo (14 de abril) está aún en el aire. Y nunca mejor dicho. Los especialistas plantean dos posibles escenarios. El primero, el más probable a día de hoy, sugiere que esa baja presión que venía de Canarias se desplace, dejando paso a una borrasca atlántica procedente de Galicia. Este fenómeno es diferente: no hablamos ya de chubascos dispersos, sino de frentes asociados a lluvias más continuadas.
De confirmarse esta evolución, el Martes Santo (15 de abril) podría ser una jornada complicada para las hermandades, con alta probabilidad de precipitaciones sostenidas.
Aun así, la buena noticia es que la mayoría de los modelos coinciden en que la inestabilidad irá remitiendo paulatinamente a partir del martes, dejando paso a una atmósfera más benigna conforme avance la semana.
A partir del Miércoles Santo: señales de mejoría
Con todas las cautelas necesarias a una semana vista, el horizonte para la segunda mitad de la Semana Santa se presenta más optimista. A partir del Miércoles Santo (16 de abril) y sobre todo desde el Jueves Santo (17 de abril), las previsiones apuntan a que podría irrumpir una dorsal anticiclónica, estabilizando la atmósfera y permitiendo que el cielo se despeje.
Eso sí, la incertidumbre aún es alta. La dinámica primaveral del clima, unida a los movimientos de masas de aire y presiones, impide hacer afirmaciones categóricas. Pero la tendencia es clara: hay esperanza de buen tiempo para el Triduo Pascual y el Domingo de Resurrección.
Entre la incertidumbre y la fe
La Semana Santa de este 2025 se presenta como un compás de espera entre la inestabilidad de los primeros días y la posible mejora de la segunda mitad. No será una semana pasada por agua de principio a fin, ni mucho menos. No se esperan temporales ni lluvias continuadas día y noche. Más bien se trata de un escenario variable, donde los cielos se abrirán y cerrarán, dejando margen para el optimismo en algunos momentos.
La recomendación, por tanto, es seguir muy de cerca las actualizaciones diarias. Porque si algo define esta Semana Santa es que cada jornada, cada hora incluso, puede marcar la diferencia entre la procesión y el encierro.
Mientras tanto, los capataces afinan los martillos, los costaleros rezan bajo los respiraderos, y los cielos del sur se convierten, como cada año, en el principal protagonista de una pasión que también se vive mirando al cielo.
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