Apoteosis en La Maestranza: Morante hace historia en Sevilla al cortar un rabo 52 años después

Sevilla/Morante de la Puebla ha hecho historia en la plaza de Sevilla al cortar las dos orejas y el rabo a Ligerito, de Domingo Hernández, en la décima corrida de abono de la temporada de toros en la capital hispalense.

El sevillano firmó una actuación apoteósica desde el recibo de capa hasta la estocada final que siembra la apoteosis. Saldrá por la Puerta del Príncipe 24 años después de la última vez.

El último rabo que se cortó en La Maestranza fue hace 52 años, cuando Ruiz Miguel se encontró con Gallero, de Miura.

Faena fabulosa y genial del cigarrero, que deslumbra en todos los tercios, en todas las suertes, ante un toro noble y encastado que le permitió enloquecer al público. La plaza se volvió un manicomio: lágrimas y abrazos porque el toro y Sevilla, al fin, hizo justicia con su mejor torero.

La Maestranza se puso en pie con el recibo capotero de Morante al cuarto, por su manera de bambolear las telas, de hundir el mentón en el pecho, de asentar los talones, por la forma en que todo el cuerpo del sevillano toreaba también de capa. Templadísimo y exquisito. Volvieron a tocarle la música a todo trapo. Le respondió Urdiales en los mismos medios. Y regresó Morante a darle la réplica al riojano, sacando su exquisita variedad de quites: faroles, tafalleras, gaoneras, verónicas… Ahí queda eso.

Una curiosidad: Morante ha elegido hoy, para su tarde histórica, un vestido que es una réplica a uno que usó en su época Joselito El Gallo. Era de estreno.