Masonería en Los Barrios durante el último tercio del siglo XIX (y II)

Instituto de Estudios Campogibraltareños

La fundación de Roncero nº224 adquirió una gran relevancia con la presencia de casi 150 masones de diferentes lugares y de una comisión especial del Grande Oriente Nacional de España.

En 1887 también se crearía el capítulo Asdrúbal y en Palmones llegó a haber tres logias en la década siguiente

El saqueo turco de Gibraltar en 1540 (I)

El saqueo turco de Gibraltar en 1540 (y II)

Logia González Roncero nº 52 de Los Barrios con algunos miembros de Trafalgar nº 20.
Logia González Roncero nº 52 de Los Barrios con algunos miembros de Trafalgar nº 20.
Antonio Morales Benítez

14 de julio 2024 - 23:59

Los Barrios/Posteriormente, la federación masónica mostraba su satisfacción por la organización y repercusión que había tenido el acto, al mismo tiempo que reconocía el trabajo de los hermanos y concedía menciones especiales a su nuevo venerable. También se proponía conceder “una gracia equitativa” a todos los miembros del taller “que se hayan distinguido en la construcción del magnífico templo” que había inaugurado la logia barreña. Asimismo, destacaba “el excelente espíritu que reina entre los hermanos de aquellos valles, así como la actividad desplegada para terminar la construcción de su nuevo templo”, considerado como un orgullo para la obediencia.

Sin embargo, pese a estos prometedores comienzos, esta logia iba a tener una escasa actividad, dada su corta trayectoria. No conocemos las causas, pero apenas tuvo presencia en la vida social, política y cultural de la localidad. Pero, podemos enmarcar el final de esta incipiente masonería barreña en un contexto comarcal presidido por las rivalidades entre diferentes federaciones. Tampoco podemos obviar que Roncero nació de una escisión de la logia algecireña Carvajal y que provocó un trasvase de masones de esa localidad a Los Barrios. Durante estos años, la masonería algecireña iba a actuar como auténtica plataforma para la difusión del masonismo en la comarca, ya que nos encontraremos con numerosos casos de masones iniciados en el interior de sus columnas que pasarán, posteriormente, a engrosar las filas de logias de otras localidades campogibraltareñas.

Sin embargo, pese a su corta existencia, la logia de Los Barrios iba a tener continuidad, de alguna manera, con la fundación, dentro de su término municipal, de otras instituciones en el cercano núcleo de Palmones.

Las logias de Palmones

Roncero había sido la primera entidad masónica en la localidad pero no iba a ser la única puesto que, el mismo año de su fundación, se crearía el capítulo Asdrúbal. Asimismo, y ya en la siguiente década, en Palmones conocemos otras tres logias: Aurora (1892/93), Aurora del Progreso nº 171 (1893) y Manzanares nº 325 (1894).

Domicilio de José González de la Vega, calle Los Francos de Los Barrios.
Domicilio de José González de la Vega, calle Los Francos de Los Barrios.

Por ello, el 1 de enero de 1893 se constituía Aurora del Progreso nº 171, cuyos miembros procedían de otra entidad denominada Aurora, que agrupó a un total de 11 miembros. De nuevo, nos encontramos entre sus integrantes a personas procedentes de logias de Algeciras, con una larga trayectoria en la Orden. A la cabeza del taller, se situó el profesor de Primera Enseñanza Manuel Pérez Muñiz, símbolo Abdón Terradas, grado 24 (venerable maestro), y el resto de los cargos estuvieron ocupados por el industrial Cándido Vázquez Martínez, símbolo Torrijos, grado 17º (primer vigilante) y el secretario del juzgado municipal, Tiburcio María Abásolo, símbolo Azpeitia, grado 18º (secretario). Los dos primeros eran residentes en Palmones y el último de ellos, antiguo miembro de Roncero, en Los Barrios.

La nueva entidad de Palmones solicitaba auspicios a la otra federación masónica, el Gran Oriente Español (GOE), que ya acogía en aquellos momentos a la algecireña Carvajal y manifestaba sus deseos de trabajar de manera firme para incidir sobre una sociedad necesitada de sus ideales para que “llevando la sabia de la civilización a estos ignorantes ciudadanos, se combata el fanatismo que los domina y embrutece”. El 26 de marzo de 1893, se inauguraban solemnemente los trabajos con la presencia de representantes de la logia San Juan de Gibraltar y de otros talleres de la comarca como Carvajal, José Cadalso y Torrijos”, cuyo Venerable intervenía en el acto pronunciando un discurso.

Pero las diferencias con su federación iban a provocar que pronto Aurora del Progreso se decidieran a cambiar de Oriente, por lo que un año después de su constitución, sus miembros proclamaban su reconocimiento al GONE, en base a la legitimidad que le daba su “historia, tradición y formalidad” y nombraba venerable honorario del taller de Palmones al delegado de la federación en la comarca y venerable de la algecireña Nerja el propio Ricardo de Mendoza. La operación culminaba con el cambio de nombre de la entidad, que pasaba a denominarse Manzanares nº 325, para constituirse durante los primeros meses de 1894 con 30 miembros.

Existen varias causas para explicar este repentino cambio de obediencia, como el choque con una logia de nueva creación en San Roque, aunque, quizás, la raíz de sus problemas con el GOE estaría en las diferencias con la logia Carvajal de Algeciras, que no dudaba en manifestar su malestar ante ciertas actitudes y comportamientos de los integrantes de Aurora del Progreso, a los que acusaba de estar abriendo una “brecha” en la masonería de la comarca, puesto que cada vez eran más las personas sin la formación adecuada que llamaban a las puertas de las logias, porque, según los algecireños, “hoy está en moda para ellos admitir profanos sin saber leer y escribir”. Este fuego cruzado entre logias y federaciones, así como las rencillas que parecían haberse instalado en el interior de la masonería campogibraltareña, explicaría este nuevo movimiento de talleres, y en este contexto, los masones de Palmones optaron por cambiar de Oriente.

Una militancia entre dos siglos

Conocemos también a otros barreños ilustres que iban a desarrollar su militancia masónica fuera de su localidad natal. Un caso significativo fue el de Tomás Roncero Moreno, uno de los escasos miembros de la Orden en la comarca que iba a pertenecer a talleres de los siglos XIX y XX.

Documento de la logia Roncero nº 224 perteneciente al Grande Oriente Nacional de España, 1887.
Documento de la logia Roncero nº 224 perteneciente al Grande Oriente Nacional de España, 1887.

Nacido en Los Barrios en 1844, de profesión militar y residente en La Línea, tuvo una amplia trayectoria masónica que se remonta el último tercio del siglo xix. En 1888, con el grado 1º, pertenecía a la logia Esperanza de Algeciras, que no llegaría a ser reconocida por el Oriente. Ese año, consta que era viudo y que tenía la profesión de industrial con residencia en Algeciras. Ya en la Línea, en 1894, participaba en la fundación de la logia Conciencia Libre nº 117, la última logia de esa centuria en la comarca y ocupaba el puesto de secretario en 1894 y 1895, figurando con el grado 3º. Tras el paréntesis que supuso la crisis finisecular que afectó de manera grave a la masonería, en 1911 era miembro de la logia Regeneración de La Línea. Diez años después, en abril de 1921, se afiliaba a Resurrección constando que procedía de Conciencia Libre, que había desaparecido hacía muchos años. En 1922, participó en la fundación del capítulo Firmeza nº 69 y fue segundo vigilante. (1922-1924). Esta logia lo distinguía con el título de socio activo y de honor y exento de toda tributación en octubre de 1927, en base a “los sacrificios que durante su larga vida ha realizado para que triunfen los bellos ideales francmasónicos en el mundo profano”, y era señalado como “ejemplo de masones dignos de imitar”. Posteriormente, la Asamblea de la Gran Logia Simbólica Regional del Mediodía de España aprobaba, en noviembre de 1927, una propuesta de Resurrección para su ingreso en la Orden de la Libertad. Fallecido en el año 1928, su logia anunciaba, en una circular del 29 de septiembre de ese año, la celebración de una tenida fúnebre en su honor, con la asistencia de miembros de otras logias de la comarca.

Conclusiones

Durante los años finales del siglo XIX, Los Barrios participó de la eclosión del movimiento masónico comarcal con la fundación de varios talleres y la militancia de algunos ilustres barreños que dejaron huella en la comarca.

Sin embargo, y a pesar de estas iniciativas, la institución no disfrutó de un período largo de permanencia y no echará raíces en la villa ni apenas tendrá incidencia en la vida local. Su supervivencia dependió, en numerosas ocasiones, del aporte de masones de otras ciudades vecinas, como Algeciras. En otras ocasiones, se verán arrastrada por los episodios de diferencias y luchas internas entre las diferentes federaciones. Además, con la llegada de la crisis finisecular, la Orden iba a desaparecer en toda la comarca y habrá que esperar más de tres décadas para recuperar el masonismo en la localidad.

Artículo publicado en el número 60 de Almoraima, revista de estudios campogibraltareños. (Abril 2024).

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