Arcgisa plantea el uso de agua regenerada como una necesidad frente a la sequía
PLANIFICACIÓN HIDROLÓGICA
La compañía comarcal cifra en 30 millones la inversión para llevar recursos no potables a la industria y los campos de golf
La mesa de la sequía mantiene las restricciones actuales
El presidente de la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar, Juan Lozano, y el director general de Arcgisa, José Manuel Alcántara, han presentado los datos y la propuesta técnica a la Mesa de la Sequía, que se ha reunido este martes.
En la reunión se ha informado que, con las restricciones adoptadas desde octubre de 2021, se ha conseguido ahorrar un millón de metros cúbicos: un 3% en los hogares y un 4,5% de consumo de agua en las empresas.
Aunque los dos embalses que abastecen a las poblaciones de la comarca, el de Charco Redondo y Guadarranque, se encuentran en mejor situación que hace exactamente un año, la zona, como toda la demarcación hidrográfica de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas, sigue en estado de excepcional sequía.
"En relación sobre qué nos espera para el presente año hidrológico, mirando las series pluviométricas, la probabilidad de que las precipitaciones sean iguales o inferiores a la media son del 53%", ha informado Alcántara. "En ese escenario, vamos a llegar en situación muy similar a septiembre de 2023. De hecho, llegaremos un poquito peor", ha vaticinado.
Planificación a corto y medio plazo
Desde Arcgisa proponen, a corto plazo, mantener las medidas actuales como reducciones de presión, sustitución de tramos de alta incidencia, campañas de concienciación, aportación de la captación superficial de la Viñuela y mantener una reunión de reevaluación a finales del presente trimestre. A medio plazo, se prevé la puesta en marcha del sistema de abastecimiento de agua regenerada y la construcción de la presa de Gibralmedina.
Sobre el uso de agua regenerada, se precisa de una inversión de unos 15 millones de euros por parte de la Junta en las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR) de San Roque y La Línea, y de otros 15 millones de euros por parte de Arcgisa, para la construcción de las conducciones necesarias que lleven este agua a las industrias y a los campos de golf de la zona de Guadiaro. Ello supondría reducir a la mitad el actual consumo de la comarca, en torno a 15 o 20 hectómetros cúbicos. Si los plazos se cumplen, dentro de aproximadamente un año, podrían entrar en funcionamiento estas infraestructuras.
La otra solución consiste en la construcción de la presa de Gibralmedina, que garantizaría el agua para 50 años, tanto para el Campo de Gibraltar como para la Costa del Sol, en especial con fines agrícolas. Se estima que ésta podría estar terminada en unos dos años.
Niveles de los embalses
El embalse de Charco Redondo está al 35,15% y acumula 27,83 hectómetros cúbicos de agua, mientras que el de Guadarranque se encuentra al 43,48% de su capacidad, con 36,15 hm³. Entre ambos suman 63,98 hectómetros cúbicos, por los 54,19 que tenían hace justo un año.
El Campo de Gibraltar demanda al año unos 46 hectómetros cúbicos para el abastecimiento a las ciudades, riego agrícola y usos industriales, por lo que hay agua embalsada para más de un año.
La situación también es mejor que hace un año en el embalse de Almodóvar, que abastece a Tarifa, dentro de la confederación hidrográfica del Barbate-Guadalete. Ahora está al 59,33%, con 5,68 hectómetros cúbicos, y en 2021 tenía 2,72.
Desde Agaden-Ecologistas en Acción, solicitaron este lunes a la Mesa de la Sequía que restringieran el consumo de agua "en determinados sectores y para determinadas actividades", según pedían en un comunicado. "El Campo de Gibraltar está viviendo de las rentas de unas lluvias que cayeron en abril de 2022, por lo que las administraciones competentes no pueden esperar que venga durante el año hidrológico lluvias que salven las restricciones de última hora", denunciaban.
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