"La mitad de las causas abiertas en el Campo de Gibraltar son ya de tipo informático"
Entrevista | Guadalupe Suárez, fiscal delegada de Delitos de Odio e Informáticos en el Campo de Gibraltar
La fiscal apuesta por "adaptar un poco el Código Penal a los nuevos tiempos"
"Los delincuentes van avanzando para ver cómo pueden engañar a cualquier perfil de víctima", advierte
Algeciras/Guadalupe Suárez (Sevilla, 1993) advierte del aumento exponencial en los últimos años de los delitos vinculados a internet, desde las estafas a los de odio. Aunque trianera y bética ejerciente a partes iguales, asegura que su horizonte vital a medio plazo es seguir trabajando y viviendo en el Campo de Gibraltar.
Pregunta.¿Qué nivel de incidencia tienen los delitos relacionados con la informática?
Respuesta.Hoy en día, tanto a nivel estatal como autonómico, y aquí, en concreto, en el Campo de Gibraltar, más o menos la mitad de las causas abiertas son de tipo informático. Casi todas las estafas se realizan a través de internet, de una llamada de teléfono, un correo electrónico... Pero ya no son solo las estafas, hay otros delitos a través de las redes sociales, como las amenazas, casos de child grooming, acoso… Los casos tradicionales de robos o hurtos se han desbordado con la informática. Quien más, quien menos, ha recibido una llamada sospechosa al móvil, un mensaje… en fin.
P.¿Son las estafas el delito informático más común?
R.Sin ninguna duda. Los criminales, por decirlo de alguna forma, van mucho más por delante que nosotros y que las Fuerzas y Cuerpos de seguridad de Estado. Van cambiando día a día. Está muy extendido el phishing o smishing, una estafa en la que te mandan un mensaje haciéndose pasar por, no sé, la Seguridad Social o por cualquier otra entidad, y tú clicas el link y, directamente, ya obtienen todos tus datos. Otra estafa es también la del hijo en apuros, que llaman a los padres haciéndose pasar por sus hijos: “Papá, me ha pasado algo, necesito 100 euros...“. Crees que no, pero mucha gente cae.
P.Esos tipos de estafa son dos clásicos ya.
R.Todas esas estafas vamos pillándolas, pero, a la vez, los delincuentes van avanzando y encontrando otra forma nueva de ver cómo pueden defraudar y cómo pueden engañar a cualquier perfil de víctima. Personas mayores, nuestros padres, nosotros mismos... El enlace de “¿estás esperando a recibir un paquete?”. En cualquier momento caes porque puede ser que, de casualidad, estés esperando a recibir un paquete. Suele pasar mucho. Personalmente, creo que es el principio, que todo esto va a ir evolucionando y que las estafas, en concreto, y los delitos informáticos serán la forma más usual de delinquir.
P.Muchas veces, entiendo que el problema para la Fiscalía a la hora de perseguir esos delitos es que el delincuente no se halla en el ámbito territorial de España.
R.Depende de la cooperación entre los países. A nivel de la Unión Europea, trabajamos bastante bien, la verdad, pero en otros casos es muy difícil, como cuando el delito se produce desde Rusia o China. Depende también de los delitos.
Hay muchos casos de pornografía infantil. Son mucho más delicados que el resto y la cooperación es casi inmediata entre los países
P.¿Por ejemplo?
R.En los delitos informáticos también hay muchos casos de pornografía infantil. Son mucho más delicados que el resto y la cooperación es casi inmediata entre los países, tanto a nivel policial como a nivel nuestro. Y hay muchos casos, por desgracia. En delitos el ámbito informático, tras las estafas, la pornografía infantil ocupan el segundo lugar en número. Y en el Campo de Gibraltar creemos que hay bastante, la verdad. Y nos llega solo la mitad de la mitad de los casos. Muchos casos se detectan gracias a la cooperación policial con otros países o porque se ha detectado que, a través de una dirección IP, hay una persona que se está descargando pornografía infantil de niños o distribuyéndola. Las actuaciones en esos casos, con el juzgado, con la Guardia Civil y con la Policía Nacional, son bastante rápidas.
P.¿Cuándo es más difícil perseguir esos delitos?
R.En las ocasiones en las que, incluso cuando los delincuentes están dentro de España, su localización es muy complicada. Muchas causas se ven abocadas al archivo, al sobreseimiento provisional, porque es difícil identificar al autor. Cuando a una persona le quitan sus datos personales y le suplantan la identidad, es difícil localizar al autor original del delito.
P.Alguien, por ejemplo, puede introducirse en un ordenador a través de un virus y utilizarlo para distribuir pornografía infantil. Me imagino la cara de esas personas cuando la Policía entra en sus casos...
R.Sí, claro, pero como la dirección IP se localiza... Al final todo lo esclarecemos, pero sí, el susto es lógico.
Vamos a tener que hacer reformas y adaptar un poco el Código Penal a los nuevos tiempos y a las nuevas modalidades delictivas
P.¿Falta ampliar el nomenclátor del Código Penal para definir con más exactitud nuevas modalidades delictivas?
R.Vamos avanzando. Por ejemplo, con las estafas pasa que se va modificando el Código Penal para adaptarlo a las nuevas formas de defraudar. A veces hacemos interpretaciones de los hechos y de los delitos, pero no pueden ser muy extensivas para no ir en contra del principio de legalidad. El legislador intenta abarcar y adaptarse, pero es difícil, sobre todo porque los delincuentes van encontrando al final los recovecos y van mucho más rápido que nosotros. Vamos a tener que hacer reformas y adaptar un poco el Código Penal a los nuevos tiempos y a las nuevas modalidades delictivas que van a surgir, especialmente en el ámbito informático.
P.¿Se ajustan las penas a la gravedad de los delitos? ¿Hay que hacer algún tipo de modificación en ese sentido?
R.Depende. En 2023 entró en vigor una reforma del Código penal en cuanto a las estafas. Antes había la diferencia en las estafas informáticas: se consideraba delito leve si el dinero estafado era inferior a 400 euros. Hoy en día ya da igual. Aunque te defrauden un euro, si es por medios informáticos, ya es delito. Es un intento de adaptarse a los nuevos tiempos y a la normativa europea, para resarcir un poco a las personas como víctimas: antes, a lo mejor conseguían defraudar 20 euros a una persona por la típica estafa que hemos hablado y, como era delito leve, muchas veces no se conseguía hacer nada. Ahora ya no. Y aun así, las penas a veces se nos quedan un poco pequeñas por el daño que causan y porque muchas veces son muchísimas víctimas las afectadas. Con un mensaje enviado de forma extensiva a un montón de personas, las víctimas pueden ser muchas, pero quizá denuncien la mitad.
P.¿Cómo están de medios? Tiene a dos fiscales de apoyo para los delitos informáticos.
R.Bueno, siempre van a ir haciendo falta más gente y más medios materiales para luchar contra los delitos informáticos porque creo que van a ir más. Hasta hace poco estaba yo sola, pero la nueva fiscal jefa de Algeciras, doña Aurora Andrés, ha considerado que deba contar con dos compañeros fiscales de apoyo. Toda ayuda siempre será buena, ya que en el Campo de Gibraltar hay muchas personas dedicadas a este tipo de actividades ilícitas.
P.¿Hay una incidencia especial en el Campo de Gibraltar respecto a otras zonas?
R.No, no hay una incidencia especial, lo estamos viendo en las jornadas que hacemos los distintos fiscales especialistas. La inquietud es la misma en distintos puntos de España.
P.A lo mejor la víctima está aquí, en Algeciras, pero el autor está en Palencia. ¿En ese caso, dónde se produce el delito? ¿En Palencia o aquí en Algeciras?
R.Se supone que el domicilio del autor es el que indica dónde se realiza la instrucción de un caso si solo hay un investigado, aunque depende también del principio de ubicuidad. Si hay más de un investigado, la causa la debe asumir el del domicilio del primero que haya empezado a conocer del asunto. Si se denuncia aquí, teóricamente lo llevamos nosotros. Hay muchos casos en los que aparecen un montón de víctimas; entonces, el vínculo en común, pues a lo mejor está en otro lado.
La Guardia Civil y la Policía a veces no pueden hacer tan rápido como ellos quieren los informes periciales porque existe un colapso al no disponer de los medios materiales que necesitan
P.¿La Policía Nacional y la Guardia Civil tienen medios suficientes para actuar contra este tipo de delitos?
R.Tendría que preguntárselo a ellos, pero trabajo con los equipos de delitos tecnológicos de la Guardia Civil y de la Policía Nacional y trabajan maravillosamente bien. Van incorporando cada vez más efectivos y entiendo cuál es el sentido. Lógicamente, esto va avanzando. Sí es cierto que a veces no pueden hacer tan rápido como ellos quieren los informes periciales porque, efectivamente, existe un colapso al no disponer de los medios materiales que necesitan. Ojalá tuvieran más medios para que todo fuera mucho más rápido. La colaboración con ellos es estupenda.
P.¿Hay algún tipo de particularidad en Gibraltar en relación con estos delitos?
R.No especialmente, la verdad. Pero no ha habido tampoco a nivel de colaboración ningún problema.
P.¿Las empresas colaboran a la hora de poner coto a los delitos? Google, Facebook, Instagram, X...
R.Depende un poco de cada caso. Por ejemplo, con las estafas sí se detecta que depende de la cuantía estafada o de la modalidad delictiva. En los casos donde hay víctimas menores, de pornografía infantil, del denominado child grooming de acoso a través de internet, o de contactos online, de gente que se hace pasar por menores, la cooperación es estupenda. Tampoco suele haber problema con las compañías telefónicas para ofrecernos los datos de las direcciones IP. Se hace a través de autorizaciones judiciales con informes de la Fiscalía. Lo más importante es actuar lo más rápido posible porque se van detectando víctimas por todos lados.
P.¿Y la colaboración de los países donde están alojados los servidores desde los cuales se opera para este tipo de delitos? China, Rusia, Corea del Norte...
R.Depende también del país. Hay algunos en los que la persecución de los delitos patrimoniales es más difícil. En concreto, con China, Rusia y Corea del Norte es muy complicado. Muchos casos en ese sentido van abocados al sobreseimiento, porque llega un momento en que no tenemos nada que hacer. Por lo menos se intenta. Tenemos los instrumentos legales en España para intentarlo, pero muchas veces es cierto que se quedan ahí, sin nada que hacer y crea frustración. No obstante, se detectan muchos casos y se consigue identificar a los autores, aunque otros no.
P.¿Y con los delitos de odio?
R.Igual. Cada vez hay más cooperación y se van creando más instrumentos jurídicos a nivel europeo para, precisamente, incentivar la colaboración en cuanto al discurso del odio.
Los delitos de odio
P.Constituye un delito de odio cualquier acción que atente contra las personas por razón de su raza, ideología, religión, enfermedad, discapacidad... Se cuentan más de 100 nacionalidades conviviendo en el Campo de Gibraltar. ¿Ese hecho hace que haya más delitos de odio que en otros lugares?
R.No parece que haya más delitos de odio que en otros lugares. Sí se detecta que tienen motivaciones iguales a las del resto de España: el racismo y la xenofobia, el miedo al inmigrante, al extranjero, a otras nacionalidades... En segundo lugar, están las razones de género o de identidad sexual.
P.¿Van en aumento o se mantiene estable más o menos el número de ese tipo de delitos?
R.No es que vayan en aumento, pero sí que se detectan ahora más y mejor. ¿Por qué? Porque esto va evolucionando en el tiempo. Desde 2021 existe una coordinación mucho mejor con la fiscal delegada provincial de Cádiz y con el fiscal de Sala de la Fiscalía General del Estado contra Delitos de Odio y Discriminación, que es el coordinador de delitos de odio de toda España. Se van registrando todos los casos mucho mejor, se va haciendo una especialización mucho mejor, no solo en la Fiscalía, con la creación de la fiscalía de odio y discriminación, sino también a nivel de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, que también han creado sus equipos, tanto en Policía Nacional como Guardia Civil. Se detecta más y se anima más a las personas a denunciar los casos.
Estoy segura de que hay mucha infradenuncia de delitos de odio, mucha gente que todavía no se anima a denunciar por distintos motivos
P.¿Normalizábamos antes este tipo de delitos?
R.Antes, a lo mejor, la gente vivía con ese tipo de hechos en su vida diaria. “Me insultan un poco, bueno…”. Y ahora, como sí se va conociendo más, hay mucha más sensibilidad. No puedo decir que haya un aumento en sí, pero sí una detección mucho mayor. También estoy segura de que hay mucha infra denuncia, mucha gente que todavía no se anima a denunciar por distintos motivos. Por eso irá creciendo, pero porque está aumentando la sensibilidad.
P.Es contradictorio y chocante que, en un estado social democrático de derecho, en pleno siglo XXI, existan este tipo de delitos.
R.Es contradictorio y chocante. Te hace razonar qué problema hay aquí, qué trasfondo, que es a lo mejor de educación.
P.¿Se da más entre jóvenes ahora ese tipo de delitos o es una simple percepción al ser quizás ellos quienes más se expresan a través de las redes sociales?
R.Se detecta mucho más entre ellos el denominado ciberodio. Los jóvenes tienen por lo general un gran manejo de las redes sociales, de todas las aplicaciones informáticas. Las redes nos desbordan y, por decirlo de alguna forma, las ventajas que ofrecen también pueden ser unas desventajas, como el anonimato que ofrecen. Me puedo crear un perfil bajo cualquier nombre o seudónimo y utilizarlo para insultar a una persona, para hacer este tipo de discurso de odio. En cuanto a un determinado tipo de delictivo, a través de las redes sociales y de las aplicaciones informáticas, yo creo que sí, que los jóvenes son mayoría. Ahora bien, eso se va extendiendo, porque cada vez hay más mayores de 18 años. El uso hoy en día de las redes es diario, casi cada hora y minuto.
P.¿Y los más adultos?
R.Todo el mundo tiene una red social. Tenemos que educarnos en cuanto al buen uso de estas herramientas y, sí, se detecta entre adultos y menores de edad.
P.¿Menores?
R.Pues sí, hay algunos. En eso trabajamos con la Fiscalía Menores, pero no hemos detectado por ahora tampoco una cosa, que podamos decir, desmesurada. Por lo menos por ahora. Otra cosa es qué pase después judicialmente y procesalmente, que se llegue a detectar que finalmente hay delito de odio o no. Si no es así, puede haber al final una sanción administrativa.
P.En el caso de los menores, ¿coincide usted con las formas y las penas que impone el juez Emilio Calatayud? Del te vas a pasar tres horas de trabajo con no sé quién para que te enteres de las cosas.
R.A mí me parece maravilloso, como todas las medidas que usa.
P.Las ONG supongo que dan muchas veces la voz de alerta ante determinados mensajes.
R.Sí, de hecho son el canal de enlace entre la Fiscalía y algunas víctimas que no se atreven a denunciar. Acuden primero a las asociaciones, a las fundaciones, que son las que las asesoran. Pues mira, hay que poner una denuncia o tal, o está la Fiscalía de delitos de odio. De hecho, cada vez trabajamos más con ellas e iremos trabajando más. Está la asociación Roja Directa, la Fundación Márgenes y Vínculos y otras que nos van poniendo en alerta de estos casos y con personas que ven la Fiscalía como un ente abstracto que no sabemos qué hace. Nuestro trabajo consiste precisamente ayudar a las víctimas y acercarles un poco el sentido de la justicia. El trabajo con estas asociaciones es maravilloso e irá a más.
P.¿En este tipo de delitos también el Código Penal se ajusta a la realidad o hay que introducir algún tipo de modificación para dar una respuesta adecuada?
R.El Código Penal se va adaptando un poco también a los nuevos tiempos porque la figura de los delitos de odio, que fue introducida en el artículo 510, tenía como sentido recoger una amplia casuística, pero van apareciendo nuevos motivos, nuevos móviles discriminatorios. Para ellos tenemos una agravante un poco genérica que se puede aplicar a cualquier modalidad delictiva de toda la vida, un delito de robo, un delito de lesiones, si subyace una motivación discriminatoria. Eso a los fiscales nos da mucho juego porque podemos aplicarlo a casi todos los delitos y ese catálogo de motivaciones sí se va adaptando. Se introdujo en el Código Penal la aporofobia, el antigitanismo e irá adaptándose a los nuevos tiempos porque van surgiendo nuevas motivaciones. Parece que vamos avanzando, pero también van surgiendo nuevos móviles de discriminación a los que se va respondiendo poco a poco; no de forma superrápida o ágil, pero sí se va adaptando la legislación. Los fiscales podemos detectar las necesidades y estamos en contacto con Madrid. Lo que sea, lo trasladamos a los efectos de que exista una propuesta en ese sentido.
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