Un modelo matemático de la UCA desvela cómo se mueven los microplásticos en el Golfo de Cádiz y el Estrecho de Gibraltar

El estudio permite simular el transporte tridimensional de estos contaminantes y destaca la influencia de las corrientes y los vientos

Fotos del vertido de pellets en las playas de Tarifa
Vertido de pellets en las playas de Tarifa en enero de 2024. / Erasmo Fenoy

Algeciras/Investigadores de la Universidad de Cádiz (UCA), junto a otras instituciones, han desarrollado un modelo matemático que permite rastrear el movimiento de microplásticos en ecosistemas marinos, con aplicaciones relevantes para la gestión de vertidos contaminantes. Este trabajo se centra en el Golfo de Cádiz y el Estrecho de Gibraltar, áreas estratégicas para entender el transporte y la acumulación de estos residuos.

El modelo, descrito en el artículo Spatial distribution of microplastics in the Gulf of Cadiz as a function of density: A Langrangian modelling approach, publicado en la revista Science of The Total Environment, emplea simulaciones tridimensionales para analizar cómo los microplásticos se desplazan bajo la influencia de corrientes marinas y condiciones meteorológicas.

Además, el análisis muestra que las características de los plásticos, si flotan o se hunden, determinan dónde se acumulan y cómo se dispersan, desde las aguas costeras hasta el fondo del océano. En este texto, se detalla cómo se analizaron partículas de plástico con diferentes densidades, simulando desde materiales livianos como el polietileno, usado en bolsas, hasta plásticos más densos como el PVC, propio de tuberías, con el objetivo de entender cómo las corrientes marinas y diversos ríos de la provincia transportan y acumulan estas partículas.

Las conclusiones del estudio determinan que los plásticos menos densos, como los procedentes de bolsas o envases, tienden a flotar y acumularse cerca de las costas, especialmente en los primeros centímetros de la columna de agua y que los estuarios del Guadalquivir y Guadiana parecen ser las principales fuentes de estos materiales en la plataforma oriental del Golfo de Cádiz, mientras que los que llegan desde la bahía de Cádiz y el río Guadalete tienden a viajar más lejos, influenciados por las corrientes.

También se ha concluido que los materiales más densos, como el PVC o el poliestireno, se hunden rápidamente y se acumulan en el fondo del mar cerca de sus fuentes, en profundidades de hasta 50 metros, aunque algunos podrían ser posteriormente arrastrados por corrientes profundas.

En el Estrecho, los investigadores han identificado una circulación compleja, donde las corrientes que fluyen hacia el Mediterráneo, así como contracorrientes costeras impulsadas por vientos de levante, tienen un papel crucial en la redistribución de los microplásticos. En verano, el estudio destaca la presencia de una contracorriente costera favorecida por gradientes de presión, capaz de transportar residuos desde la plataforma continental hacia aguas más profundas.

Además, la interacción de las mareas con la topografía submarina, especialmente en zonas como el Cabo de Trafalgar, genera remolinos cíclicos que favorecen la retención de microplásticos en ciertas áreas.

Según los autores, los resultados del modelo pueden ser clave para diseñar estrategias de mitigación y limpieza en zonas de alta acumulación, mejorando la capacidad de respuesta ante episodios de contaminación marina. Este avance supone un paso importante hacia la protección de los ecosistemas marinos del sur de Andalucía frente al creciente problema de los microplásticos.

En un comunicado, la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía ha detallado que este estudio está siendo desarrollado por el Instituto Universitario de Investigación Marina (INMAR) de la UCA, el Instituto Português de Mar e da Atmosfera (IPMA) de la Universidad de Lisboa y el Centro Oceanográfico de Cádiz.

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