La N-340, desbordada por las retenciones entre Algeciras y Tarifa y a la espera de las rotondas

Algeciras/Un domingo soleado y con buen tiempo se plantea como el escenario ideal para disfrutar de una jornada de descanso en las extensas y magníficas playas de Tarifa. Sin embargo, el plan puede -y de hecho, suele- convertirse en una quimera en forma de interminables colas hasta llegar a la costa, las cuales se reproducen por la tarde-noche. ¿El motivo? Una N-340 colapsada y sin perspectivas de desdoblarse.

Por el momento, el único proyecto destinado a este tramo de carretera es la construcción de siete rotondas en los cruces de la nacional con los accesos a algunos de los campings y playas, con un presupuesto de 14,1 millones de euros. Esta medida no levanta pasiones a vecinos, instituciones y empresarios, pero es la medida adoptada por el Ministerio de Transportes con la intención de mejorar la seguridad vial de la zona.

El pasado año se anunció la aprobación definitiva del proyecto, que incorporó modificaciones para evitar perjudicar más de lo estrictamente necesario a los negocios anexos a la carretera, ya que los trabajos implicaban la expropiación varios puntos. Al incorporar las alegaciones, se cambió el planteamiento inicial ligeramente para minimizar la afección.

José Antonio Santos, alcalde de Tarifa, muestra su preocupación por el estado de la N-340 y asegura no tener "ni idea" del estado del proyecto de las glorietas. De hecho, manifiesta su intención de, próximamente, remitir una carta al Ministerio de Transportes para que se les informe de su situación.

Desde Transportes, consultados por esta redacción, aseguran que "en estos momentos" se encuentra en marcha la redacción del proyecto de construcción, sin que hayan concretado plazos, con cierta demora tras una primera licitación que quedó desierta. Está previsto que, una vez concluya esta fase, se proceda a licitar las obras.

Una cuestión de seguridad

La seguridad es uno de los aspectos que más preocupa a los conductores a la hora de circular por la nacional. Al ser una vía de doble sentido que, salvo en algunos tramos, no tiene desdoble, el riesgo de colisiones frontales es mayor. De hecho, en la madrugada del pasado sábado se produjo un accidente múltiple con varios heridos en el entorno de Tarifa.

A raíz de este accidente, el alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, se mostró crítico con el gobierno de España, al que pidió una intervención urgente en la vía. "Las retenciones y la escasa seguridad vial están generando tanto pérdidas económicas para los establecimientos de la zona por los colapsos que se generan, como un exponencial aumento de accidentes de tráfico que se está dando en esta vía, un factor que genera temor para los vecinos y visitantes de la zona", denunció el regidor.

José Antonio Santos, por su parte, lamenta que los únicos trabajos que ha recibido la vía recientemente sean "el pintado de una línea continua en la zona del santuario, después de haber llamado varias veces a tráfico, y un disco que limita la velocidad a 70 kilómetros por hora". El regidor tarifeño, que no cree que la construcción de glorietas sea la solución que necesita el tramo que rodea a su ciudad, sí entiende que es "una necesidad de primera urgencia". "Sigue habiendo accidentes y es una carretera peligrosa para los que nos visitan", añade.

En un limbo

La construcción de rotondas no es el único proyecto que involucra a este tramo de la N-340, pero sí el que parece más cerca de convertirse en realidad, ya que el desdoble está postergado sine die.

En 2022 el diputado popular por Cádiz en el Congreso José Ortiz, formuló una pregunta al Gobierno al respecto, pidiendo información sobre el estado del proyecto. El ejecutivo le respondió que Transportes había remitido al Ministerio para la Transición Ecológica en 2021 una nueva solicitud para la evaluación simplificada del impacto ambiental del proyecto. Dada esta situación, la contestación concluye con que "no es posible determinar con certeza el plazo para finalizar los estudios y licitar las obras".

En el olvido parece haber quedado la ampliación impulsada por el Gobierno de algunos tramos de la vía para, aprovechando la plataforma actual, obtener nuevos carriles en tramos críticos como la zona de los propios cámpings, aunque se mantiene en situación de anteproyecto desde 2022, cuando se informó de un acortamiento de plazos al evitar la declaración de impacto ambiental.

El que sí está en marcha es el proyecto de reordenación y mejora del acceso sur al Puerto de Algeciras, que involucra a los últimos kilómetros de la N-340 antes de llegar a la ciudad portuaria. El trazado de la nacional se verá mejorado con nuevos accesos a las urbanizaciones y polígonos anexos a la vía, además del carril auxiliar que permitirá desviar el tráfico hacia la dársena. La fecha prevista de finalización de los trabajos es mediados de 2025.

Del mismo modo, la futura variante de la A-7 que unirá la actual carretera con la A-381, salvando el tramo urbano de Algeciras, que comenzará aproximadamente donde lo hacen los trabajos del acceso sur, está llamada a mejorar la movilidad de la zona y reducir en parte las retenciones en sentido norte al aliviar una parte del tráfico que se marcha de Tarifa en días concurridos. Hace un mes, Transportes adjudicó el estudio informativo, por lo que aún faltan varios años hasta que se convierta en una realidad.

Sin perspectiva de desdoble

Pese a que se sitúa como un clamor en todo el Campo de Gibraltar, el Gobierno de España no acaba de dar el paso de desdoblar la N-340 en el tramo entre Algeciras y Vejer, el único de todo el trazado original que continúa sin ser autovía o autopista. Un tramo que, sobre todo en verano, vive colapso tras colapso y en el que, en fin de semana, solo una jornada de fuerte viento puede evitar las largas retenciones.

La situación actual de la vía, además de a los vecinos de la zona y a quienes desean disfrutar de un chapuzón en las playas tarifeñas, afecta al sector empresarial de la comarca. José Antonio Santos recuerda, en este punto, que son precisamente los empresarios que se encuentran en los márgenes de la carretera (campings, hoteles, restaurantes) los que concentran la mayor parte del volumen turístico de Tarifa.

Sin ir más lejos, este año Tarifa cuenta de nuevo con un autobús que va desde el casco urbano a la playa de Bolonia, recorriendo varios cámpings, que es usado por trabajadores y por turistas. Lamentablemente para ellos y para el resto de transportes públicos como los que unen la ciudad con otros municipios, se ven abocados a circular por la misma vía que miles de vehículos más.

El presidente de la Cámara de Comercio del Campo de Gibraltar, Carlos Fenoy, considera que no tener el desdoble de la N-340 influye de una forma importante a sector empresarial de la comarca por los "constantes" problemas en la vía. "Afecta al sector turístico, al marítimo por la conexión de Tarifa con Tánger y al día a día de las empresas, lo que supone un adicional de inseguridad y tiempo", comenta.

Fenoy recuerda la exclusión del tramo restante de la nacional del desdoble cuando se construyó la A-48 hasta Vejer por la afección medioambiental en la vega de Tarifa, pero considera "sangrante" la situación. "Es una reclamación histórica que seguimos manteniendo en nuestros encuentros con responsables del Ministerio de Transportes", insiste.

La posibilidad de acercar aún más las dos bahías de la provincia se suma como acicate a la demanda de aumentar los carriles de la nacional. Carlos Fenoy sitúa la A-381 como "un modelo de éxito porque ha acercado que se puedan desarrollar iniciativas empresariales entre las dos bahías". En caso ampliarse la N-340, considera, podría favorecer la conexión del mismo modo.

Un plan para Tarifa

Como ciudad, en materia de movilidad, Tarifa también mira hacia dentro. Afectada por los atascos de la N-340, el sector empresarial del casco urbano va más allá y demanda algunas mejoras que acaben con el colapso que se vive en las principales arterias del municipio.

Jeanne Wambergue, de La Residencia Puerto Hotel & Spa, considera que una ampliación de la nacional sin mejoras de la movilidad interior mantendrá el problema para los tarifeños. "Si no hay un plan de desarrollo a largo plazo de una ciudad como Tarifa, vamos contra la pared", valora.

Por el momento, de cara al verano, el Ayuntamiento ha reforzado el estacionamiento con varias bolsas de aparcamiento en el núcleo urbano y en Bolonia, aunque no acaba de restar el "agobio" que supone la masificación de turistas y los viajeros que cruzan por el puerto como parte de la OPE. "En verano es una locura", añade Wambergue.

También Carlos Fenoy se suma a la preocupación por el interior de la ciudad y demanda nuevamente al Ministerio el proyecto de un acceso norte al puerto que evite la necesidad de "atravesar y colapsar" el centro de una Tarifa que en verano empieza a mirar más hacia el asfalto que hacia el mar.