La amistad de Isco Tejón con tres policías de La Línea centra el juicio contra los Castaña

Macrocausa por narcotráfico

Los agentes admiten que son amigos del supuesto líder de la organización de narcotraficantes, pero niegan que le hayan facilitado información y que hayan recibido sobornos

"Soy inocente; no tengo nada que ver con los que están en el banquillo", declara Antonio Tejón

Gonzalo Boye se dirige a Izco Tejón durante el juicio en Algeciras.
Gonzalo Boye se dirige a Isco Tejón durante el juicio en Algeciras. / Erasmo Fenoy

El policía nacional ahora en suspenso L.B.B. acaba de prestar declaración en la Audiencia Provincial de Algeciras como supuesto integrante de una red de narcotraficantes a la que niega que perteneciera. La jueza le pide que vuelva a sentarse con los demás acusados y él se gira y emprende el camino hacia su silla, pero antes pasa junto a Isco Tejón, El Castaña, uno de los supuestos jefes de la organización. Al llegar a su altura le da un golpe cariñoso en el brazo. Casi una caricia. El gesto de un amigo.

Porque eso son el policía y el considerado como uno de los mayores narcotraficantes de España. No se esconden. Amigos desde muy jóvenes. De los que se ven con cierta asiduidad. De los que salen juntos, se invitan a los cumpleaños y a las comuniones de los niños. De los que se cruzan por la calle y se toman un café. De los que van al mismo gimnasio, de los que quedan para jugar al fútbol. Dos linenses casi de la misma edad. De hecho, el agente no hace el gesto con discreción. Cualquiera que estuviera en la sala lo ve.

El agente no lo niega: Isco es su amigo. Pero desconocía que se dedicara al narcotráfico, lo considera un empresario con varios negocios aunque ha oído mil rumores como cualquier linense, jamás le facilitó ningún dato o información que pudiera ayudarle a traficar con drogas, porque nunca se lo pidió, y porque él tampoco tiene acceso como policía. Tampoco recibió dinero a modo de soborno por ello, según dijo.

Todo esto han defendido L.B.B., su hermano M.B.B., también agente de la Comisaría de La Línea ahora en suspenso, y el policía local J.Z.B. Los tres están acusados de pertenecer a la supuesta organización de narcotraficantes dirigida desde La Línea por Francisco y Antonio Tejón, conocidos como Los Castaña. Los tres defienden que solo les une una larga relación de amistad con el primero, que con el segundo apenas han cruzado algún saludo por la calle porque es un hombre más discreto y que jamás facilitaron sus actividades delictivas aprovechando que eran agentes de la Ley porque, sencillamente, desconocían a qué se dedicaban.

Isco Tejón, en la entrada de la Audiencia.
Isco Tejón, en la entrada de la Audiencia. / Erasmo Fenoy

Este es el resumen de la segunda sesión del juicio que se lleva a cabo en la sede de Algeciras de la Audiencia Provincial contra 17 personas que, supuestamente, engrosaban la red de los Castañas. Una investigación de la Policía Nacional sirvió para desarticular la organización y originó el proceso judicial que ahora se lleva a cabo en Algeciras.

La Fiscalía pide 11 años de cárcel, por delitos de tráfico de drogas y receptación, para ellos y para otros 12 acusados. Para Isco y Antonio Tejón solicita 20 años de prisión por delitos de tráfico de drogas, tenencia de armas y receptación. Los dos policías nacionales y el local son los únicos que han querido prestar declaración. El resto se ha acogido, tal y como habían anunciado, al derecho a no declarar.

Los representantes de la Fiscalía han preguntado a los dos policías nacionales por varias conversaciones grabadas por Asuntos Internos, algunas para intentar demostrar que sí que conocían las actividades delictivas de Isco Tejón. L.B.B. ha defendido que algunas de estas llamadas se comprenden por el contexto: eran entre amigos que siempre están bromeando. También la amistad justifica que el portaplacas de L.B.B. apareciera en un coche en que Isco fue interceptado en un control. "Decimos burradas", ha explicado el agente. "Nos gastamos bromas, solo eso".

Los tres policías aseguran que nunca han recibido dinero a cambio de información. Cuando quedaban pagaban casi siempre a escote. Cuando no, ponían un fondo común. M.B.B. afirma que solo dos veces en dos años salió con Isco. Era radiopatrulla, por lo que no conoce los operativos contra el narcotráfico en La Línea, como su hermano, que trabajaba en Secretaría. No tiene, dijo, nada que ver con la operativa, ni acceso a ninguna base de datos e Isco nunca le ha pedido un favor.

J.Z.B. trabajaba en Atestados de la Policía Local. Lo mismo, solo tiene una relación con Isco de amistad. Juntos fueron a un viaje a Sevilla. Él reservó el hotel a su nombre y se pagó de un fondo común. En el informe de la Fiscalía se dice que consume drogas. Él lo niega y se realizó un análisis para confirmarlo. "Hago mucho deporte", dijo. "Es una insinuación absurda que Isco pagara nada y nunca me ha pedido nada", recalcó.

Las declaraciones de los policías llegaron después de que fuera llamado a declarar Antonio Tejón. Isco se encuentra en la actualidad en libertad provisional bajo fianza, mientras que Antonio permanece interno en prisión provisional por su presunta relación con la Operación Dismantle. Es el único que dijo, algo, aunque poco. No reconoce los hechos, no pertenece a ninguna organización criminal, no se dedica al tráfico de drogas y está siendo objeto de una "injusticia", según manifestó. "Soy inocente, no tengo nada que ver con los que están en el banquillo", apostilló.

La segunda sesión de la macrocausa.
La segunda sesión de la macrocausa. / Erasmo Fenoy

Como en la primera sesión, el juicio volvió a comenzar accidentado. Esta vez la causa fue la decisión de la Fiscalía de llamar también como testigos a 6 policías que llevaron a cabo la investigación para desarticular esta organización. El lunes iban a ser 16 los testigos, pero finalmente se han quedado en media docena. Esto provocó las protestas de los abogadores defensores, entre ellos Gonzalo Boye, abogado de Puigdemont, Torra y Sito Miñanco, entre otros, y que defiende a Isco. Entienden los representantes de los acusados que la Fiscalía debió incluir estos testimonios hace mucho tiempo y no a última hora. Al tratarse de un sumario ordinario y no abreviado, afirman, no deben admitirse. La magistrada Nieves Marina, que preside el tribunal, decidió finalmente admitir a los nuevos testigos al entender que hay jurisprudencia al respecto.

Todos ellos declararán a partir del día 3 de mayo, cuando se reanudará el juicio. Hay sesiones previstas también los días 4, 5 y 6 de mayo y 3, 20 y 21 de junio. Es de las primeras macrocausas contra el narcotráfico que se ven en el Campo de Gibraltar. Vendrán más. Lo de ahora no deja de ser una experiencia nueva en la comarca que está sirviendo para aprender. Ayer asistió incluso Lorenzo del Río, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Ceuta y Melilla, que recibió algunas explicaciones de cómo se estaba desarrollando el juicio.

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