"El narcotráfico es cada vez más poderoso y cuenta con más armas"
Juan Cisneros del Prado · fiscal jefe del campo de gibraltar
Algeciras/Más atlético que Simeone y El Niño Torres juntos, Cisneros (Madrid, 1967) puso sus pies en Algeciras hace 18 años y aquí sigue: "Soy de los que dicen que cuando estás bien en un sitio, para qué te vas a ir". Licenciado en Derecho por la Complutense, se graduó en Criminología siendo ya fiscal, "estudiando a distancia y sin ir a clase, pero con todas las de la ley", apostilla con sorna. Aficionado a series como Billion y 27 segundos, en su maletín tiene espacio para una novela, Un hombre al margen, de Alexandre Postel. En la mesita de noche reposa el ensayo de Josep Martí Cómo ganamos el proceso y perdimos la república.
-En marzo pasado le rajaron las ruedas del coche en el aparcamiento oficial de los juzgados. ¿Se han incrementado desde entonces las medidas de seguridad?
-Algo. A partir de las ocho de la tarde sigue sin haber vigilancia, pero al menos hay un proyecto para instalar algunas cámaras de seguridad, que ahora no hay ninguna, lo cual no quiere decir que eso evite los riesgos. Lo que pasó con mi coche y la amplia difusión de la noticia ha servido para agilizar un poco algo que se venía exigiendo desde hace mucho tiempo.
-¿Es la Justicia la hermana pobre de las administraciones públicas?
-En parte, sí. Hay muchos reproches que se hacen a la Justicia que son debidos a la carencia de medios. Es verdad que hay muchas cosas que se han mejorado, como poder realizar determinados actos que tienen que ver con los pueblos de la comarca por videoconferencia, aunque el aparato está en mi despacho y yo me tengo que echar a un lado cuando viene un compañero.
-¿Cuenta la Fiscalía con medios suficientes?
-A mí lo que me falta sobre todo es plantilla. Necesitamos más funcionarios de todo tipo. Lo normal sería que cada fiscal contase con un funcionario. Aquí somos 16 fiscales, más dos de menores, y tenemos solo nueve funcionarios, de los que dos son agentes judiciales, dedicados a tareas de auxilio. Eso provoca un cuello de botella en el funcionamiento de la actividad judicial.
-¿Y en cuanto a medios materiales?
-El principal problema nos viene con la pretendida digitalización de la Justicia. Aquí, afortunadamente, vamos muy atrasados en su aplicación. Le pongo un ejemplo: en vigilancia penitenciaria, ahora podemos dar el visto bueno a 50 autos en diez minutos, pero se han hecho pruebas con el nuevo sistema y se tardan 20 minutos con uno solo... Es inviable.
-También hay carencia de medios en las fuerzas de seguridad
-Tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil trabajan muy bien, aunque me consta que tienen carencia de medios. También se nota que para muchos de los agentes, el Campo de Gibraltar es su primer destino. Eso nos pasaba también mucho en la Fiscalía, que pasábamos formando a la gente mucho tiempo y luego se iba. Ahora ya no.
-Hace unas semanas, el decano de los jueces de Algeciras advirtió de que si no se producía con carácter inmediato un refuerzo policial en la comarca para frenar a los narcos, las consecuencias podían ser imprevisibles.
-¿En cuanto a que pudiera pasar algo? Claro, es verdad que hemos pasado por momentos duros.
-Hasta el punto de rajarle las ruedas del coche al fiscal jefe.
-Bueno, tengo serias dudas de que eso fuera causado por los narcos... Eso ya me pasó otra vez y no estábamos en este fenómeno de los narcos.
-Pero existe ese aumento de la violencia de los narcos y del número de organizaciones criminales en el Campo de Gibraltar.
-Ha habido un cambio, sin duda. Yo estuve dos años en Ceuta antes de venir a Algeciras. En aquella época, en Ceuta había muchos asesinatos y tiroteos, cosa que aquí no se veía. Había pequeñas bandas compuestas por un señor que con su cuñado y un par de sobrinos tenían un cortijillo en San Roque donde almacenaban algunos fardos de hachís. Ahora se ha producido con el narcotráfico lo que en términos económicos se denominaría concentración de empresas: cada vez más grandes, más poderosos y con armas. Aún no ha habido muertos por enfrentamientos entre las bandas ni afortunadamente entre las fuerzas de seguridad. Esperamos que no lleguemos a eso.
-El narcotráfico lleva parejos otros delitos, como el blanqueo de capitales.
-Así es, el narcotráfico genera muchísimo dinero y ese dinero hay que colocarlo. Los cambios normativos han permitido poder actuar desde un principio sobre los bienes de los narcos sin esperar a que haya una sentencia condenatoria. Gracias a ello hay abiertos muchos procedimientos al respecto.
-En estos casos y en otros, ¿están las víctimas suficientemente amparadas por la Justicia?
-Hay medios. Y en esta Fiscalía se cuida mucho. Yo he llegado a llevar al juicio a una víctima de violencia de género en mi coche. Y hace un momento, usted lo ha visto, ha sonado mi teléfono móvil particular y era otra víctima. Tenemos una implicación absoluta con las víctimas, especialmente en delitos de violencia de género o sexuales. Y cuando detengamos al delincuente que agredió de manera brutal a una señora el otro día en un portal de Algeciras (la entrevista se hizo el jueves), no le quepa duda de que no llegaremos a acuerdo con él.
-¿Y las otras administraciones responden de igual forma con las víctimas?
-Sí. La Junta de Andalucía asigna desde el principio a las víctimas de violencia de género un abogado, aunque es cierto que las compensaciones económicas fijadas quedan muchas veces en nada porque muchos condenados son insolventes.
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