Los neandertales en el extremo sur de la Península Ibérica: refugios, cultura y arte rupestre
OBSERVATORIO DE LA TROCHA – NUESTRO ARTE PREHISTÓRICO
Gibraltar representa uno de los últimos bastiones de los neandertales, lo que sugiere que ofrecía condiciones favorables para su supervivencia incluso cuando el resto de Europa ya había sido abandonada por esta especie
Las Cuevas de las Palomas, cuatro cavidades que narran la prehistoria a través de sus paredes, en Tarifa
Algeciras/En el imaginario colectivo, la figura del neandertal ha sido durante mucho tiempo la de un homínido primitivo, adaptado a la dureza de los climas fríos y a una vida de subsistencia básica. Sin embargo, los descubrimientos recientes en las regiones más meridionales de la Península Ibérica están transformando esa percepción, revelando que los neandertales eran mucho más sofisticados de lo que se pensaba. Los hallazgos en las cuevas de Gibraltar y las representaciones de arte rupestre en cuevas como las de Las Palomas, del Moro y Abejeras en la provincia de Cádiz están reescribiendo nuestra comprensión de estos antiguos humanos.
Este artículo se adentra en el legado de los neandertales en el extremo sur peninsular, explorando cómo sobrevivieron y prosperaron en este enclave único, y cómo las manifestaciones artísticas encontradas en varias cuevas gaditanas podrían estar relacionadas con ellos. Estas cuevas no solo revelan su capacidad para adaptarse a un entorno cambiante, sino también, posiblemente, su habilidad para desarrollar una expresión simbólica y artística que desafía las ideas preconcebidas sobre su comportamiento.
El último refugio neandertal: las cuevas de Gibraltar
Un refugio climático estratégico. La región de Gibraltar ha emergido como uno de los lugares clave para el estudio de los neandertales, especialmente porque parece haber sido uno de sus últimos refugios antes de su extinción hace unos 40.000 años. Las investigaciones arqueológicas en las cuevas de Gorham, Vanguard y otras en el área de Gibraltar han aportado pruebas concluyentes de que esta zona fue ocupada por los neandertales durante al menos 100.000 años, lo que la convierte en una de las áreas más importantes para comprender su forma de vida.
La ubicación estratégica de Gibraltar ofrecía a los neandertales varias ventajas. Durante las glaciaciones, cuando el norte de Europa se cubría de hielo, el extremo sur de la península disfrutaba de un clima más templado. Las cuevas proporcionaban un refugio seguro y estable, cerca de zonas ricas en recursos tanto terrestres como marinos. La abundancia de fauna terrestre, como ciervos y cabras, así como de recursos marinos, como moluscos, peces y focas, les permitió tener una dieta diversificada y constante. Este acceso a una rica biodiversidad hizo de Gibraltar un hábitat atractivo y sostenible para los neandertales durante miles de años.
Las cuevas de Gorham y Vanguard en Gibraltar son dos de los yacimientos más estudiados para entender el modo de vida neandertal en el sur. En la cueva de Gorham se han encontrado restos de herramientas de piedra que muestran un alto grado de sofisticación. Los neandertales utilizaban el sílex para fabricar cuchillas, raspadores y otros utensilios que les permitían cazar, procesar alimentos y fabricar vestimenta. Además, el hallazgo de restos de fuego en estas cuevas sugiere que controlaban este elemento, lo que les permitía cocinar sus alimentos, calentar sus refugios y protegerse de los depredadores.
La cueva de Vanguard, por su parte, ha proporcionado pruebas de que los neandertales también explotaban los recursos marinos de manera sistemática. En esta cueva se han encontrado restos de moluscos, peces y focas, lo que demuestra que estos homínidos eran capaces de adaptar su dieta según la disponibilidad de los recursos. Este uso del entorno marino representa una capacidad de adaptación que, hasta hace poco, se creía exclusiva de los humanos modernos.
Una desaparición con múltiples causas
El motivo de la desaparición de los neandertales sigue siendo un tema de intenso debate. Durante mucho tiempo, se pensó que los neandertales se extinguieron debido a la competencia directa con los Homo sapiens, que llegaron a Europa hace aproximadamente 45.000 años. Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que su extinción fue el resultado de una combinación de factores, que incluyeron cambios climáticos severos, una reducción en la disponibilidad de recursos y posiblemente una menor capacidad de adaptación frente a los sapiens, quienes tenían una mayor capacidad para innovar tecnológicamente y organizarse socialmente.
Lo que es indudable es que Gibraltar representa uno de los últimos bastiones de los neandertales, y su presencia aquí durante tanto tiempo sugiere que esta región ofrecía condiciones favorables para su supervivencia incluso cuando el resto de Europa ya había sido abandonada por esta especie.
Las Cuevas de Las Palomas, del Vencejo Moro y Abejeras
Una de las cuestiones más fascinantes y controvertidas en el estudio de los neandertales es si fueron capaces de crear arte simbólico. Durante décadas, el arte rupestre se atribuyó exclusivamente a los homo sapiens, pero recientes descubrimientos en el sur de la Península Ibérica han abierto un debate que podría cambiar esta concepción.
En las cuevas de Las Palomas, del Vencejo-Moro y Abejeras, situadas en la provincia de Cádiz, se han hallado pinturas rupestres que consisten en manos en negativo, trazos simples y puntos. Estas manifestaciones son visualmente austeras, pero su datación sugiere que podrían haber sido creadas por neandertales, lo que abriría la posibilidad de que estos homínidos también tenían una capacidad simbólica que hasta hace poco se consideraba exclusiva de los sapiens.
La cueva de Las Palomas contiene una serie de impresiones de manos en negativo, en las que se sopló pigmento alrededor de la mano para dejar su silueta en la pared. Este tipo de representación ha sido encontrada en otras cuevas de Europa, pero lo que hace único el caso de Las Palomas es la antigüedad estimada de las pinturas, que algunos estudios sitúan en una época en la que los neandertales todavía habitaban la región. Estas manos en negativo, un motivo común en el arte rupestre mundial, podrían haber servido como una forma de identidad personal o grupal, o quizás como parte de algún tipo de ritual que hoy en día nos resulta difícil de interpretar.
La cueva del Vencejo-Moro, situada también en la provincia de Cádiz, presenta trazos simples y puntos distribuidos por sus paredes. Estas marcas, aunque sencillas, podrían tener un significado más profundo, posiblemente relacionado con la comunicación visual o la delimitación territorial. La cueva de Abejeras, contiene una mezcla de ambas manifestaciones: trazos y puntos, además de manos en negativo, lo que sugiere que estas representaciones formaban parte de una tradición cultural local, posiblemente heredada entre generaciones.
El principal desafío de interpretar estas pinturas radica en la dificultad de datarlas con precisión. Las técnicas más modernas, como la datación por uranio-torio, han permitido a los arqueólogos fechar indirectamente algunas de las capas de calcita que se encuentran sobre las pinturas, lo que proporciona una estimación de su antigüedad. Sin embargo, todavía existe cierta controversia sobre si estos neandertales crearon las pinturas, o si los sapiens llegaron antes a la región de lo que se pensaba.
La Controversia del Arte Neandertal
Aunque hay evidencias crecientes que sugieren que los neandertales fueron capaces de crear arte simbólico, esta idea no está exenta de controversia. Algunos arqueólogos señalan que las pinturas encontradas en Cádiz, aunque antiguas, no son necesariamente indicativas de una capacidad simbólica avanzada, ya que son relativamente simples en comparación con las pinturas más elaboradas encontradas en cuevas habitadas por homo sapiens, como las de Altamira o Chauvet. Sin embargo, los defensores de la autoría neandertal argumentan que la simplicidad de las pinturas no debe ser un impedimento para considerarlas simbólicas. Después de todo, el hecho de que los neandertales hayan dejado marcas permanentes en las paredes de sus refugios indica un deseo de interacción con su entorno que va más allá de la mera supervivencia física. Esto sugiere un nivel de conciencia y de abstracción que podría compararse con el arte simbólico.
Además, algunos estudios genéticos recientes han mostrado que los neandertales compartían con los humanos modernos el gen FOXP2, asociado al lenguaje y la comunicación. Esto podría implicar que los neandertales no solo eran capaces de un pensamiento complejo, sino que también podían transmitir ideas y conceptos de manera simbólica, quizás a través de estas representaciones rupestres.
Los descubrimientos en las cuevas de Gibraltar y la comarca del extremo sur están contribuyendo a un cambio de paradigma en la arqueología. En lugar de ver a los neandertales como simples sobrevivientes en un entorno hostil, ahora se les considera seres complejos, capaces de adaptarse a diversos ecosistemas y de desarrollar una cultura material sofisticada.
Las cuevas de Gorham y Vanguard revelan que los neandertales fueron capaces de aprovechar una amplia gama de recursos, lo que les permitió sobrevivir durante miles de años en el extremo sur de la Península Ibérica. Además, los indicios de arte rupestre en las cuevas gaditanas sugieren que los neandertales también eran capaces de desarrollar formas de expresión simbólica, lo que podría indicar una mayor capacidad cognitiva de la que se pensaba.
A medida que avanzan las técnicas de datación y los métodos de análisis arqueológico, es probable que continúen surgiendo nuevas evidencias sobre los neandertales en el sur peninsular. Los estudios en las cuevas de Gibraltar y Cádiz han abierto una ventana fascinante al pasado, pero aún quedan muchas preguntas por responder. ¿Cómo interactuaban los neandertales con su entorno? ¿Hasta qué punto desarrollaron una cultura simbólica? ¿Qué relación tenían con los Homo sapiens cuando estos llegaron a la región?
Lo que está claro es que la región sur de España sigue siendo un lugar clave para entender la historia de los neandertales y su contribución a la evolución humana. Los hallazgos en Gibraltar y Cádiz nos obligan a reconsiderar muchas de las suposiciones sobre estos antiguos habitantes de Europa, y nos invitan a seguir explorando su legado con una mirada renovada.
Los neandertales del extremo sur de la Península Ibérica no fueron simplemente sobrevivientes en un entorno cambiante, sino seres adaptativos y, quizás, creativos. Las cuevas de Gibraltar, con su rica evidencia arqueológica, y las manifestaciones artísticas en las cuevas de Cádiz, presentan una imagen mucho más compleja y matizada de estos antiguos humanos. A medida que continuamos desenterrando los secretos del pasado, el legado de los neandertales sigue vivo en las rocas y los pigmentos que dejaron atrás. Un legado que nos invita a replantearnos no solo su lugar en la historia, sino también el nuestro.
Hugo Alberto Mira Perales es especialista en arte prehistórico de la Asociación Cultural La Trocha y consejero de número de la 2ª sección (Arqueología, Etnología, Patrimonio y Arquitectura) en el Instituto de Estudios Campogibraltareños, Miembro del comité ejecutivo de la revista 1902 COMMITTEE, Miembro del Proyecto First Art.
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