Las orcas y los neardentales colaboraban en el Estrecho de Gibraltar para pescar atunes
El biólogo marino y doctor en comportamiento animal Manu Esteve afirma que los restos arqueológicos indican que hubo una "colaboración intencionada"
Las orcas y los neardentales colaboraban intencionadamente en el Estrecho de Gibraltar para cazar el atún rojo del que se alimentaban, según una investigación basada en restos arqueológicos y el análisis del comportamiento animal.
Durante el estreno de la sección Naturaleza y biodiversidad en Conversaciones Aquae, la sección de podcast de Fundación Aquae, el biólogo marino y doctor en comportamiento animal Manu Esteve ha asegurado que esta colaboración entre orcas y neardentales era "intencionada" ante el "hecho constatado" de que los atunes para huir de las orcas saltaban a la playa donde los homínidos los capturaban y estos devolvían después partes al mar.
El estreno del podcast de la bióloga Mónica Fernández-Aceytuno acerca a los oyentes de Aquae los últimos trabajos de Esteve sobre relaciones y vínculos interespecies.
Esteve ha precisado que sus estudios se basan tanto en los restos arqueológicos encontrados en la zona como en el estudio del comportamiento de los mamíferos a la hora de cazar los atunes en su paso por el Estrecho de Gibraltar hacia las aguas de Baleares.
De hecho, según los registros fósiles encontrados en las cuevas de los neandertales de Gibraltar, se constata que estos homínidos se alimentaban con atún, pese a no tener instrumental ni embarcaciones para pescarlo.
Igualmente, el científico confirma que el gran temor de los atunes a las orcas provoca que en su huida puedan acabar saltando a la playa. Basándose en estas observaciones, la tesis de Esteve es que los neandertales aprovechaban este hecho para capturar los atunes y que lejos de que esta conducta entre homínidos y orcas fuera fortuita obedecía a una colaboración intencionada, ya que las orcas se beneficiaban a su vez de los restos de los peces que los homínidos volvían a arrojar al mar.
"Es una hipótesis que defiendo y apoyo en la Teoría de las Propiedades Emergentes y en la astucia de las orcas. ¿Cómo las orcas, que son tan inteligentes, no encontraron un método para cortar la retirada a los atunes y que no escaparan a la playa? A lo mejor querían que saltaran a la playa", afirma el investigador.
El biólogo ve "razonable" concluir que una respuesta posible a la pregunta de por qué las orcas provocaban que los atunes saltarán a la playa es la de una colaboración intencionada con los neandertales de Gibraltar, de modo que ambas especies resultaban beneficiadas. Al parecer estos neardentales de la zona de Gibraltar fueron los últimos que vivieron en el planeta.
Por su parte, las orcas tienen que hacer un gran esfuerzo para captura atunes en el medio salvaje, con persecuciones de hasta 30 minutos y durante 7 o 10 kilómetros, que acaban con los túnidos agotados o muertos por infarto y es en ese momento cuando las orcas los capturan.
De acuerdo con la tesis de Esteve "es muy probable que descubrieran que era mucho menos costoso arrinconar atunes entre varios miembros y hacerlos varar en la playa para recibir a cambio los restos de su consumo por parte de los neandertales". Esta asociación, según el científico, también esclarecería la capacidad de los habitantes de estos asentamientos de alimentarse de atún rojo sin disponer de tecnología para su captura.
En este podcast de Fundación Aquae, el investigador apunta además que en su último trabajo de campo en el Estrecho ha constatado como dos familias de orcas semi-residentes en la zona y ligadas la migración de estos peces, lejos de perseguir a los túnidos, arrebatan ejemplares de atún rojo a los pescadores artesanales con cebo una vez que estos peces "pican" el anzuelo.
Este comportamiento, según añade el experto, obedece a la inteligencia altamente desarrollada de las orcas, lo cual permite establecer una gran proximidad con el ser humano. "Relación entre orcas y hombres ha habido siempre y ese es uno de los apartados que quería explorar: la relación que distintas culturas han tenido con las orcas en Alaska, en la Columbia británica o en Kamchatka", añade Manu Esteve.
La Fundación AQUAE ha puesto en marcha el proyecto Conversaciones Aquae, donde expone y debate con profesionales y expertos sobre temas de interés social.
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