Las orcas destrozan el timón de otro velero: "El barco de 13 toneladas fue arrastrado como una pequeña peonza"

Las orcas siguen cortando el paso de los navegantes que intentan cruzar el Estrecho de Gibraltar. La historia se repite pues, en la Antigüedad, se extendió la creencia de que la comunicación entre el mar Interior (el Mediterráneo) y el mar Tenebroso (el Atlántico) estaba plagado de monstruos que engullían a los marineros, llevándoles a un abismo sin fondo.

Las terribles criaturas de antaño han adoptado la forma de joviales orcas que, con sus embates, cada semana destrozan varios timones, lo que deja a las embarcaciones a la deriva. Precisamente esta semana, la bióloga marina Naomi Rose, del Instituto de Bienestar Animal, explicó que el acoso de la flota pesquera era la causa de este extraño comportamiento de los cetáceos, que han desarrollado un "juego rudo" con cualquier barco que encuentran a su paso.

"Una vez que rompen el timón, juegan con los pedazos y luego se van", aclaraba la científica y añadía que en los últimos cuatro años, desde mayo de 2020, se han documentado casi 700 interacciones y "solo" siete hundimientos de embarcaciones, pues el "juego" había desembocado en una vía de agua.

Uno de los últimos casos ha sido el del velero de regata Irina, de 14 metros de eslora, modelo Grand Soleil 45, que el pasado martes, 28 de mayo, sobre las 7:45, topó con un grupo de tres orcas cerca del cabo de Trafalgar, en el golfo de Cádiz. La manada persiguió al barco que, haciendo caso omiso a las recomendaciones del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco), acabó por detener la embarcación.

Uno de sus tripulantes describía en francés el acoso, de unos veinte minutos de duración, en la red social Facebook. "El ejemplar más joven intentó arrancar el timón en varias ocasiones, sin lograr hacer una vía de agua. pero nuestro viaje ha terminado y prevemos grandes reparaciones. Les lanzamos arena (a las orcas), lo que parece que las alejaba, e intentamos recolocar el timón en su eje central, mientras el joven trataba de arrancarlo de un lado y de otro. El vídeo (que acompaña esta publicación) habla por sí mismo. El barco de 13 toneladas fue arrastrado como una pequeña peonza", concluye el mensaje.

Según ha informado a este periódico el servicio de Salvamento Marítimo, la Salvamar Enif fue movilizada desde el CCS de Tarifa en auxilio del Irina, aunque finalmente no fue necesario remolcarlo. La embarcación con sus seis tripulantes a bordo logró llegar hasta la costa a motor.

Un día antes, el lunes 27 de mayo, a las 23:00, la embarcación recreativa Anita, de doce metros de eslora, sí que tuvo que ser arrastrada hasta el puerto de Barbate tras interaccionar con las orcas y quedar sin gobierno, según Salvamento Marítimo.

La leyenda negra de las orcas "que juegan duro" se acrecienta esta primavera en el Estrecho, zona de paso del atún rojo salvaje, su principal alimento.