Encontronazos entre orcas y veleros frente a Portugal anticipan otro verano complicado en el Estrecho
MEDIO AMBIENTE
En una de estas interacciones, al verse rodeados, los marineros encendieron una bengala y la aproximaron a la borda, lo que consiguió espantar a los cetáceos
Los almadraberos gaditanos llevan años observando cómo el atún rojo, el alimento preferido de las orcas, adelanta a mediados de abril su viaje desde el Atlántico al Mediterráneo
Un mapa de calor indica a los navegantes las zonas libres de orcas para cruzar el Estrecho
¿Cómo actuar si se siente amenazado ante la presencia de orcas?
Las orcas, que se convirtieron en la pesadilla de los navegantes durante el verano de 2023, han atacado a varios veleros frente a las costas de Portugal durante el mes de marzo. Los científicos, que aún no han encontrado la causa de este extraño comportamiento, prefieren utilizar el término de "interacciones".
Uno de estos encontronazos de produjo hace unas cuatro semanas, cuando un grupo de orcas jóvenes causó diversos daños en un barco francés tras morder el timón de la embarcación que, a pesar de todo, pudo continuar su ruta hacia Port-Camargue. Los marineros encendieron una bengala y la aproximaron a la borda, como puede observarse en el vídeo que ilustra esta noticia, lo que consiguió espantar a los cetáceos.
No es un caso aislado. Por las mismas fechas y también frente a la costa portuguesa, un velero del equipo femenino de la regata Québec-Saint Malo, que se celebra cada cuatro años entre Canadá y Francia, también sufrió una "interacción" cuando navegaba hacia Marruecos. El barco sufrió daños materiales cuando los cetáceos mordieron el timón hasta romper los guardines: cada uno de los dos cabos o cadenas que van sujetos a la caña del timón y por medio de los cuales se maneja.
Según el mapa interactivo elaborado por la asociación Orca ibérica, donde los propios navegantes indican las interacciones con estos animales, en las últimas semanas se ha producido una concentración de avistamientos entre Lisboa y el cabo de San Vicente, lo que invita a pensar que las orcas están descendiendo hacia la zona del Estrecho, cuando las almadrabas de Barbate, Conil, Zahara y Tarifa esperan con los brazos abiertos a los atunes rojos salvajes.
En busca del atún rojo
Como publicó el pasado viernes el Diario de Cádiz, los almadraberos gaditanos llevan años observando cómo los túnidos, el alimento preferido de las orcas, adelantan cada vez más su viaje desde las frías aguas del Atlántico al Mediterráneo para aparearse. El pasado año comenzaron a verse atunes cerca del Campo de Gibraltar entre el 15 y el 20 de abril.
La psicosis entre los navegantes es tal que, durante el invierno, se han desarrollado diversas aplicaciones de seguimiento y reporte diseñadas para proporcionar información sobre la localización y comportamiento de las orcas en tiempo real.
El máximo exponente de los incidentes entre veleristas y cetáceos el pasado verano en el Estrecho tuvo lugar a finales de agosto, con el caso de los tripulantes de un velero que dispararon contra un banco de orcas frente a Tarifa. Días después, una vez localizados en Almería, la Guardia Civil resolvió investigar a dos de ellos por un supuesto delito penal y por falta administrativa contra la flora y fauna, tipificados en la Ley 42/2007.
Ante esta situación, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) puso en marcha un proyecto de marcaje satelital de seis ejemplares de orca para mejorar en el conocimiento sobre la distribución y los hábitos de comportamiento de la especie en las aguas españolas. El contrato fue adjudicado a la asociación CIRCE, asentada en el Campo de Gibraltar, sin embargo, los mapas periódicos con información sobre la presencia de orcas dejaron de actualizarse a partir del 26 de julio.
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