Un padre y su hijo construían en Castellar los drones submarinos para el narcotráfico

Un padre y su hijo, residentes en Castellar de la Frontera y detenidos el pasado 8 de junio en la localidad, eran dos de las piezas clave de una gran organización criminal desmantelada por la Policía Nacional que se dedicaba a la construcción de drones submarinos para el transporte de droga a través del Estrecho. En la operación, cuyos detalles se conocerán en la mañana de este lunes, han sido detenidas otras personas.

Como adelantó Europa Sur, estos dos hombres fueron detenidos por agentes de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía Nacional por su presunta vinculación con la fabricación de dobles fondos en vehículos y de drones para el transporte de droga. Ambos estaban siendo investigados por la Fiscalía Antidroga de Algeciras.

La intervención policial permitió la incautación de más de 40 kilos de droga en un vehículo, ocultos en un doble fondo, y de otro alijo en un segundo vehículo cuyo peso estaba pendiente de ser determinado.

Los agentes, según las fuentes consultadas, llevaban un año siguiendo los pasos de los dos detenidos, los cuales habían tomado grandes precauciones para intentar pasar desapercibidos.

Según explica la Policía Nacional, se trata de la primera ocasión en la que se han intervenido este tipo de vehículos submarinos no tripulados o UUV (Unmanned Underwater Vehicle), conocidos como drones submarinos, con capacidad para albergar entre 150 y 200 kilos de carga.

El delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández Peñalver; el jefe superior en Andalucía Occidental, Andrés Garrido Cancio; el subdelegado del Gobierno en Cádiz, José Antonio Pacheco Calvo; y el comisario provincial de Cádiz, Santos Bernal Uceda, junto a responsables operativos, darán todos los detalles de la operación este lunes en Algeciras en una rueda de prensa convocada en la Comisaría de la ciudad.

Artefactos submarinos

No se trata, sin embargo, del primer artefacto submarino empleado para el narcotráfico que se detecta en la zona, ya que en febrero de 2021 se localizó una embarcación semisumergible empleada para tal fin.

Fue en una nave de un polígono industrial de Málaga donde la Policía Nacional, en colaboración con la Europol, investigaba a una organización internacional de tráfico de cocaína.

Era la primera embarcación con esas características localizada en España y estaba en construcción cuando fue localizada. Tenía unas dimensiones de nueve metros de eslora, tres de manga y tres de calado.

Su fabricación fue artesanal, utilizando una quilla sobre la que se montó una estructura de cuadernas y refuerzos con paneles de contrachapado y fibra de vidrio para dotar al conjunto de la necesaria resistencia estructural.

Contaba con dos motores de 200 CV (caballos de vapor) cada uno, controlados desde una consola interior donde se encuentra el volante de gobierno y las palancas de embrague y aceleración de los motores. Los investigadores estiman que tenía capacidad para transportar hasta dos toneladas de estupefaciente.

En noviembre de 2019, una operación conjunta de Guardia Civil, Policía Nacional y el Servicio de Vigilancia Aduanera permitió interceptar otra nave semisumergible en Galicia, si bien en este caso procedía de Brasil, desde donde cruzó el Atlántico con 3.000 kilos de cocaína en su interior.

Transporte en drones

El uso de drones por parte de las mafias de la droga es habitual. El pasado mes de febrero, la Guardia Civil de Ceuta detuvo a dos personas por usar un dron aéreo para introducir drogas en Marruecos procedentes de España.

La intervención se produjo cuando los agentes observaron un dron que despegaba desde la barriada fronteriza del Príncipe Alfonso, se dirigía a la zona del perímetro fronterizo y acabó cayendo en las proximidades de la pista del mismo. Los guardias civiles constataron la presencia cercana de un vehículo, de matricula española, desde cuyo interior se pilotaba el dron.

En 2021, la Policía Nacional encontró un dron cargado de hachís tras cruzar el Estrecho de Gibraltar. Fue en el marco de la Operación Piñas, desarrollada en la comarca malagueña de la Axarquía. El Cuerpo Nacional de Policía, en colaboración con la Policía francesa, desarticuló entonces una organización criminal parcialmente asentada en la comarca malagueña que se dedicaba, presuntamente, a comprar partidas de hachís y marihuana en Marruecos para su transporte y distribución en territorio francés.

Anteriormente, en 2019, agentes de la Policía Nacional detuvieron en La Línea a doce integrantes de una organización criminal dedicada a la introducción de importantes cantidades de hachís mediante la utilización de narcolanchas y drones. Se trataba de dos mujeres y diez hombres investigados como presuntos autores de los delitos de tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal y otros delitos conexos relacionados con el narcotráfico. Algunos de los arrestados estaban altamente cualificados en el uso de drones que eran empleados para el desembarco del hachís.