Los pantanos del Campo de Gibraltar tienen más del doble de agua que hace un año y reservas para 30 meses
Las presas de Charco Redondo, Guadarranque y Almodóvar acumulan 130,82 hm3 frente a los apenas 57,5 de hace doce meses
En solo 22 días, las presas de Los Barrios y Castellar han ganado casi 70 hectómetros cúbicos
La Junta desembalsa 0,5 hectómetros del pantano del Guadarranque

Algeciras/La situación de las reservas de agua en el Campo de Gibraltar ha dado un giro de 180 grados en solo tres semanas. El paso de las borrascas Jana, Konrad, Laurence y Martinho permiten alejar la sombra de las restricciones para el próximo verano; tanto que la Junta de Andalucía ya prevé tomar las primeras medidas de flexibilización para el abastecimiento y los regadíos a partir de la semana entrante.
Los tres pantanos que abastecen a los ocho municipios de la comarca acumulaban este viernes 21 de marzo un total de 130,82 hectómetros cúbicos de agua, el 77,86% del aforo máximo conjunto de las presas (168 hm3). Una cantidad suficiente como para abastecer a la zona durante unos 30 meses con un hipotético (e improbable) escenario sin nuevas precipitaciones, dado que el Campo de Gibraltar demanda cada año unos 50 metros cúbicos para cubrir las necesidades de abastecimiento a la población, regadío, usos industriales e incluso la evaporación propia de la temporada estival. Hace ahora un año, las presas solo sumaban 57,58 hectómetros cúbicos (el 34,27%), prácticamente lo justo para cubrir la demanda de un año. En comparación con marzo de 2024, los recursos hidrológicos en el Campo de Gibraltar se han más que duplicado (hay 2,3 veces más).
El crecimiento del agua embalsada ha sido fruto de un auténtico sprint en forma de cuatro frentes borrascosos encadenados en 22 días, que incluso han llevado a aliviar, aunque muy ligeramente, las presas del Guadarranque y del Almodóvar en previsión de nuevos frentes que traigan más lluvias y escorrentías en los próximos días y semanas.
Los datos de la Red Hidrosur, el sistema que monitoriza los recursos en Andalucía, permiten trazar una comparativa entre el pasado 28 de febrero, fecha en la que entró la borrasca Jana, y viernes 21 de marzo. La situación de partida era de 61,29 hectómetros cúbicos contabilizados el Día de Andalucía entre las presas de Charco Redondo (25,83 hm3), Guadarranque (31,15 hm3) y Almodóvar (4,31 hm3). Tras las copiosas lluvias de las últimas tres semanas, el pantano de Charco Redondo tenía este viernes 52,06 hm3 (el 65,7% de su máximo); Guadarranque otros 74,51 hm3 (89,6% de su aforo) y Almodóvar (que había desembalsado en los días previos) acumulaba 4,25 hm3 (el 74,8%).
El principal caudal de abastecimiento a la población campogibraltareña llega desde las presas de Charco Redondo y Guadarranque, las más amplias y adscritas a la Cuenca Mediterránea Andaluza (Almodóvar pertenece a la Atlántica). En los 22 días entre el 28 de febrero y el 21 de marzo, las dos presas han elevado su nivel en 69,59 hm3, lo que ha supuesto duplicar ampliamente los recursos disponibles.
Final de las restricciones
¿Habrá duchas y lavapiés disponibles en las playas este verano? ¿Se podrán llenar las piscinas privadas? Para responder a estas preguntas, antes hay que definir la situación de la comarca en el escenario de los usos del agua. El Campo de Gibraltar permanece formalmente en situación de sequía prolongada desde octubre de 2021. Desde entonces, está prohibido el llenado de piscinas, baldeo de calles o la activación de fuentes ornamentales de circuito abierto que utilicen agua potable. Actualmente el caudal de agua por habitante está limitado a 200 litros por persona y día.
Para poder rebajar un escalón las restricciones y abandonar el estatus de sequía prolongada, es necesario que los embalses de Charco Redondo y Guadarranque superen conjuntamente los 77,6 hectómetros cúbicos durante dos meses sin interrupciones. La cota no se ha alcanzado hasta este mes de marzo, por lo que habría que esperar al menos hasta finales de mayo para poder comprobar si el nivel se mantiene por encima de dicho nivel objetivo. Sería entonces cuando la Junta permitiría levantar las restricciones más duras, las que conllevan mayor consumo de agua como los citados lavapiés y duchas en las playas, por citar dos ejemplos.
Aunque no necesariamente hay que aguardar dos meses para notar un alivio en las condiciones de uso de los recursos hidrológicos. Para la próxima semana, los comités del agua de las distintas cuencas prevén evaluar la situación y, con práctica seguridad, se elevarán los límites de abastecimiento por encima de los 200 litros por habitante y día.
Además, desde hace unos días, la empresa pública comarcal Arcgisa (suministradora final del agua en toda la comarca) ya ha suprimido la reducción de presión en horario nocturno (de 23:00 a 6:00) que provocaba una interrupción total del suministro en amplias zonas de la comarca y en otras apenas dejaba manar un hilo de agua por los grifos.
Una presa pendiente
La cara menos positiva de las últimas lluvias ha vuelto a estar en el Valle del Guadiaro. El pasado martes 18, amplias zonas de San Martín del Tesorillo y Jimena de la Frontera se inundaron como consecuencia del desbordamiento del río Hozgarganta, afluente del río Guadiaro. El río Guadiaro es uno de los pocos ejemplos de ríos caudalosos pendiente de ser regulado por un embalse.
Desde hace más de 30 años, la Junta de Andalucía y el Gobierno central tienen pendiente la construcción de la presa del Gibralmedina. El 11 de marzo, el presidente regional, Juanma Moreno, anunció el inicio de la tramitación ambiental del proyecto, un proceso que se prevé complejo y que podría extenderse durante aproximadamente dos años. Una vez concluido, sería el turno del Gobierno central, que debe financiar la construcción de la presa de unos 45 hectómetros cúbicos. Mientras tanto, las crecidas del Hozgarganta y su derivación al Guadiaro seguirán provocando daños mientras que unos valiosísimos recursos hidrológicos desembocan en el mar sin poder ser aprovechados.
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