Piedras en el riñón: un problema común que cuenta con soluciones efectivas

HOSPITAL QUIRÓNSALUD CAMPO DE GIBRALTAR

Se estima que aproximadamente entre el 10 y el 15% de la población mundial padecerá litiasis renal en algún momento de su vida 

Litiasis renal
Molesticas por litiasis renal. / E.S.
E.S.

03 de octubre 2024 - 12:38

La litiasis renal, comúnmente conocida como piedras en el riñón o cálculos renales, es una afección que tiene lugar cuando se forman depósitos en el interior del riñón o en las vías urinarias. Es una enfermedad relativamente frecuente, ya que se estima que aproximadamente entre el 10 y el 15% de la población la padecerá en algún momento de su vida.

“Los depósitos sólidos que provocan la piedra en el riñón están formados por minerales que se encuentran en la orina y que bajo ciertas condiciones pueden cristalizarse, formando una masa sólida. Los cálculos pueden variar en tamaño, desde milimétricos cristales que pasan desapercibidos, hasta piedras de gran tamaño que pueden bloquear el flujo de la orina, provocar una obstrucción y causar un dolor intenso. No solo es una enfermedad dolorosa, sino que puede provocar graves complicaciones si no son tratadas de forma oportuna”, manifiesta el doctor Carlos Trelles, especialista del servicio de Urología del Hospital Quirónsalud Campo de Gibraltar.

Las causas de la litiasis renal son de diversa índole, pero en líneas generales están relacionadas en el desequilibrio en la composición de la orina. En palabras del urólogo del hospital de Palmones, “entre los factores que contribuyen a esta afección están la deshidratación, la falta de ingesta adecuada de líquidos; una dieta alta en sal y proteínas animales, que pueden favorecer la formación de cálculos; también factores genéticos, especialmente si un familiar cercano ha sufrido previamente litiasis renal; o trastornos metabólicos, con enfermedades como el hiperparatiroidismo que pueden provocar también la formación de piedras”.

Si no se tratan adecuadamente, los cálculos renales pueden provocar una serie de complicaciones relevantes para el paciente que lo sufre. “La consecuencia más típica es el cólico renal, que es un dolor intenso, generalmente localizado en el costado en la parte baja de la espalda, que puede irradiarse hacia la ingle o el abdomen. Ocurre cuando el cálculo bloquea el flujo de la orina en algun punto del sistema urinario. La litiasis renal también puede provocar infecciones por acumulación de bacterias en el sistema urinario o daños en los tejidos de los riñones con presencia de sangre en la orina. En casos más graves, puede causar daño renal irreversible o incluso insuficiencia renal con la consecuencia de la pérdida del riñón”, afirma el doctor Trelles.

A las personas que tienen antecedentes familiares de litiasis renal se les recomienda una supervisión médica de forma regular con su urólogo de referencia, ya que puede presentar una predisposición genética. Pero para reducir el riesgo de padecerla, el urólogo manifiesta que “existen diversas medidas que se pueden poner en práctica, como, por ejemplo, mantener una hidratación adecuada para prevenir la formación de cálculos (alrededor de 2-3 litros de agua diarios), ya que diluye la orina y disminuye la probabilidad de que los minerales se cristalicen”. Otro aspecto importante es controlar la alimentación para mantener una dieta equilibrada, ya que “reduciendo el consumo de sal y proteínas animales, se ayuda a disminuir el riesgo de formación de cálculos. Es importante abusar de alimentos ricos en oxalato, como espinacas, chocolate o nueces. Y asegurarnos de consumir cantidades adecuadas de calcio, ya que esto provoca una reducción de la absorción de oxalato en los intestinos. Además, el sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de desarrollar esta enfermedad, por lo que mantener este cuidado de la alimentación y establecer una rutina de ejercicio físico ayudan también a prevenir las piedras en el riñón”.

El tamaño y la composición de los cálculos renales, así como los síntomas que estén causando, son las variables que determinan cuál será el tratamiento a seguir. “En muchos casos, los cálculos pequeños se expulsan de manera natural, incrementando la ingesta de líquidos y tomando medicamentos que relajan los músculos del uréter y la vejiga para facilitar la evacuación. En cambio, cuando las piedras tienen un mayor tamaño o causan obstrucciones es necesario recurrir al tratamiento quirúrgico, que es denominado como ureteroscopia. Este procedimiento, que lo llevamos a cabo en el Hospital Quirónsalud Campo de Gibraltar, se utiliza para localizar y eliminar el cálculo renal a través de las vías urinarias, sin la necesidad de realizar cortes en la piel, generalmente bajo los efectos de la anestesia y actuando como un procedimiento mínimamente invasivo”, apostilla el doctor Carlos Trelles.

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