La venta de la planta de Abengoa a Cepsa, confirmada al no presentarse otra oferta

l traspaso de la propiedad de la planta de bioenergía de Abengoa a Cepsa está más cerca. El Juzgado Mercantil número 1 de Cádiz daba a finales del pasado año su autorización para que el grupo tecnológico vendiese la instalación a la petrolera por ocho millones de euros, pero había un plazo de diez días para que los posibles interesados presentasen ofertas que mejorasen la de la Cepsa. Era visto como algo improbable y el tiempo ha confirmado las expectativas: ninguna otra empresa ha presentado una oferta por la planta, por lo que será la multinacional petroquímica la que se haga con ella.

Para ello tendrá que esperar a que el auto que da el visto bueno al plan de liquidación presentado por el administrador concursal de Abengoa sea firme, algo que ocurrirá a mediados de febrero. En ese momento ya se podrá pasar a transferir la propiedad de una planta que destina a Cepsa toda su producción de biodiésel y que además está asentada en terrenos de la compañía petrolera.

Según Abengoa, el acuerdo suscrito con Cepsa permitirá la continuidad de la plantilla con la que cuenta la instalación, de 55 personas.

Cuando Abengoa Bioenergía San Roque solicitó el concurso al Juzgado Mercantil de Cádiz ya comunicó al juez que existía una oferta vinculante por parte de Cepsa, aunque entonces no se hizo público el coste de la adquisición. Hacía tiempo que la petrolera (propiedad de un fondo de inversión emiratí) quería integrar la fábrica de la multinacional sevillana en su complejo petroquímico de San Roque.

La instalación en venta tiene una capacidad de producción de 225.000 litros anuales de biodiesel, así como 18.500 toneladas/año de glicerina cruda de 18.500. Está diseñada para operar con distintos tipos de aceites vegetales –soja, colza y palma– y así no depender de un único suministro.

El proceso de producción que utiliza Abengoa Bioenergía se basa en la tecnología de Desmet-Ballestra, líder mundial en diseño y desarrollo de este tipo de productos. Primero, el refino de los aceites crudos con procesos de filtración, desgomado y desodorización del que se obtiene aceite refinado. Tras ello, el biodiésel se genera mediante la reacción del aceite refinado con exceso de metanol, en presencia de un catalizador (metilato sódico), del que se obtiene el denominado FAME y también glicerina.