La posguerra en el Campo de Gibraltar: unos 30.000 prisioneros y 43 batallones de trabajo

HISTORIA

Cada batallón de trabajadores, además del personal militar del ejército franquista, estaba compuesto por una horquilla entre 600 a 1.000 prisioneros

Más de 500 prisioneros murieron durante su estancia en los campos de trabajo

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Puente sobre el rio Jara en la actualidad
José Manuel Algarbani

26 de agosto 2024 - 04:02

A propósito de la controversia sobre el número de prisionerosde posguerra en la comarca del Campo de Gibraltar, encuadrados en unidades disciplinarias pertenecientes al ejercito republicano vencido en la Guerra Civil Española, quisiera plantear algunas apreciaciones que pueden ayudar a aclarar este tema.

Cualquier investigación histórica está, podemos denominarla así, viva. Este es el caso de la estrecha relación entre los prisioneros republicanos de posguerra y los búnkeres y caminos que pueblan nuestra comarca y que llegan, ya en menor número, hasta la desembocadura del río Guadalquivir, por la costa oeste, y hasta Guadiaro por la costa este.

Fue un acontecimiento casual, cuando hace ya más de 20 años investigando documentación de la Guerra civil en la comarca me crucé con varios documentos que hablaban de unos 15.000 prisioneros encuadrados en unidades disciplinarias. En 2008, en el número 36 de la revista Almoraima publiqué estas cifras en un artículo donde quise dejar claro la relación necesaria y fundamental entre estas construcciones militares y los prisioneros republicanos que poblaron la comarca, y que denominé Los búnkeres del Estrecho y los prisioneros republicanos. En este artículo había trabajado con documentos que me exponían el número de prisioneros en un mes y año concreto, 1 de abril de 1942, donde aparecían reseñadas 15 unidades disciplinarias, además de la Subinspección de Campos de Concentración y Prisioneros de toda la II Región Militar que estaba ubicada en Algeciras, lo que demostraba la importancia de esta comarca en esta figura represiva.

Paso del cañón sobre el puente del rio Jara

Pero la investigación fue creciendo y desarrollándose. Y tras profundizar en esta temática, con nuevos documentos desclasificados de los archivos en los últimos años, llegamos a la conclusión de que debemos hablar de aproximadamente unos 30.000 prisioneros republicanos los que trabajaron en todo este entramado de construcciones militares y caminos. Estas últimas investigaciones sobre la presencia de las distintas unidades de prisioneros en la comarca han provocado una revisión en profundidad del número, fechas y lugares donde fueron ubicados estos batallones, esto ha sido posible gracias a la reciente consulta de los fondos de archivos descatalogados para los investigadores en fechas recientes. Investigaciones que ya fueron expuestas parcialmente en un artículo de la revista Al Qantir, número 21 de 2018, e incluso en otra aportación también en la revista de Estudios Campogibraltareños Almoraima, en su número 45, de octubre de 2016, y en algunos congresos nacionales e internacionales.

Estas unidades disciplinarias fueron cambiando de nombre a lo largo de su existencia; Batallones de Trabajadores, Batallones Disciplinarios, Batallones Disciplinarios de Soldados Trabajadores... Estas diversas denominaciones en la práctica eran continuación unas de otras.

La vida del prisionero comenzaba en los campos de concentración, que servirían para concentrar en un primer momento a los denominados 'desafectos' para, desde allí, una vez clasificados políticamente, encuadrarlos en los diferentes Batallones Disciplinarios. A estos serían destinados los desafectos desde sus respectivas Cajas de Recluta. Su estancia en esos campos o depósitos sería muy breve, permaneciendo posteriormente en los Batallones mientras mantuviesen su clasificación política de enemigos del nuevo régimen. A las Cajas de Reclutas se les ordenaba las operaciones de alistamiento y clasificación de útiles o inútiles para el servicio militar, y también su clasificación política.

Prisioneros transportando los cañones de Paloma alta

En el Campo de Gibraltar y zona de influencia, que llegaba hasta Conil, Rota o Gaucín, se ubicaron 43 unidades disciplinarias. Estos batallones se movían de emplazamiento en relación al trabajo que tenían que realizar, en algunos hay mucha movilidad y en otras los emplazamientos fueron más estables. Cada batallón de trabajadores, además del personal militar del ejército franquista, estaba compuesto por una horquilla entre 600 a 1.000 prisioneros que solían dividirse en cuatro compañías y destacamentos que se enviaban a destinos próximos entre sí.

Este hecho dificultó en los inicios conocer la situación geográfica exacta de los diversos batallones, ya que cada compañía podía situar su campamento en lugares distintos según las necesidades de mano de obra, algunas compañías podían convivir con otros batallones y a su vez existían destacamentos en multitud de lugares por la urgencia de alguna de las obras realizadas. También debe quedar claro que afirmar la cifra exacta, a día de hoy y con los documentos con los que contamos, sería muy difícil de determinar. Pero sí tenemos certezas como el número de unidades disciplinarias, con 43, y el número de prisioneros de cada unidad en los distintos lugares por los que pasó gracias a los recuentos mensuales. También dificulta el número exacto la movilidad a la que estaban sometidos, alguno de ellos pasó por cuatro o cinco batallones en su vida como prisionero. Además, estos recuentos mensuales dan información sobre los prisioneros muertos en las diversas unidades disciplinarias. Sin ser unas cifras exhaustivas, más de 500 prisioneros murieron durante su estancia en estos batallones en la comarca. Las causas fueron variadas, entre ellas enfermedades, muertes violentas, accidentes, intoxicaciones...

El primer grueso de prisioneros republicanos que llegó a la comarca en abril de 1939 estaba formado por un total de 900 personas. A finales de 1944 dejaron la comarca los últimos 3.466 prisioneros penados. Entre ambas fechas podemos situar la presencia de prisioneros en las distintas unidades de castigo en un número aproximado a los 30.000.

Para que las obras militares de la comarca fueran realizadas con la mayor rapidez dada la premura de tiempo, el Gobierno dictatorial utilizó esta mano de obra que podíamos denominar en 'semiesclavitud'. Durante los años 1939-1940 y 1943-1944 en la zona del Campo de Gibraltar trabajaron haciendo las labores más duros; construcción de pistas, descarga y acarreo de materiales, entre otras cosas.

De este modo y con asesoramiento técnico alemán, sobre todo en la construcción de búnkeres y fortificaciones, se construyeron una serie de obras: baterías de costa, caminos militares, senderos, puestos de vigilancia, obras de defensa, aeródromos, hospitales, pantallas de roca artificial, observatorios, entre otros.

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