La presa del Gibralmedina, un proyecto con décadas de espera

Recursos hídricos

La Junta ultima la redacción del proyecto, crucial para garantizar la demanda de agua del Campo de Gibraltar con capacidad para 80 hectómetros cúbicos

El coste para su construcción está estimado en 239 millones de euros

La Junta asegura que la redacción del proyecto de la presa de Gibralmedina ya está en ejecución

La Junta licita por 2,8 millones la redacción del proyecto de la presa de Gibralmedina

Las alternativas que se plantean para la ubicación de la presa de Gibralmedina
Las alternativas que se plantean para la ubicación de la presa de Gibralmedina

La Junta de Andalucía ultima la redacción del proyecto de la presa de Gibralmedina, según indicó la Administración autonómica a principios de septiembre. Se trata de una iniciativa que nació hace más de 30 años, cuando fue consensuada por los agentes sociales de la zona y por la propia Junta. Sin embargo, las gestiones comenzaron en 2007, con el inicio del estudio de su viabilidad, concretado en noviembre de 2009, cuando la Agencia Andaluza del Agua anunció que ya contaba con un anteproyecto. Su construcción en uno de los afluentes del río Guadiaro, en el término municipal de Jimena de la Frontera y muy cerca de San Pablo de Buceite, garantizará "por completo" la demanda de la población del Campo de Gibraltar y servirá para abastecer a la Costa del Sol occidental en caso de urgencia. Aunque Acosol, la empresa pública que gestiona el agua en esta comarca, pretende asumir la mitad de su dotación hídrica.

No fue hasta 2019 cuando la Junta de Andalucía sacó a licitación la asistencia técnica para la redacción del proyecto, ahora en ejecución. El contrato fue adjudicado en octubre de 2020 por 2.277.220 euros a la UTE formada por Typsa e Inproes y la formación del contrato tuvo lugar en diciembre de ese mismo año, con una duración prevista de 18 meses.

Aunque la Administración autonómica es la responsable del estudio y la licitación del proyecto, deberá ser el Gobierno de España el que se haga cargo de la financiación de su ejecución, una obra faraónica que consistirá en la construcción de un embalse de unos 45 hectómetros cúbicos -Charco Redondo tiene capacidad para 79,17 y el pantano del Guadarranque, para 83,15-, además de sus conducciones. Con todos elementos, la obra tendrá un presupuesto estimado de 239 millones de euros: 155 millones para la obra de captación y la construcción de la presa, 39,2 para la conducción hacia el Guadarranque, otros 35,8 para la conexión con la zona regable y 6 millones para las minicentrales de turbinado.

En el actual contexto de sequía, la presa del Gibralmedina ha sido usada como arma arrojadiza entre la Junta y el Gobierno central. Se da la circunstancia de que el PP llevó al Senado en 2022 una moción en la que instaba el Ejecutivo a que acometiese esta y otras infraestructuras hidráulicas sin tener el proyecto redactado. A finales de agosto el secretario general del PSOE de Cádiz y alcalde de San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix, recordó que el contrato asistencia técnica de la presa fue adjudicado en el año 2020, con un plazo de ejecución de 18 meses. “Este plazo finalizó en abril de 2022 y ya deberíamos contar con el proyecto definitivo para la construcción. ¿Qué ha hecho Moreno Bonilla desde entonces? Porque desde abril de 2022 han transcurrido 17 meses en los que no sabemos qué han hecho”, preguntó. Unos días después la Junta respondió afirmando que la redacción estaba en ejecución y que estaría lista en unos meses.

Pedro Parias, secretario general de la Asociación Feragua de Comunidades de Regantes de Andalucía, ya explicó en una entrevista a Europa Sur en agosto de 2022Europa Sur la importancia de esta presa. "Es clave para el futuro del Campo de Gibraltar. De ella dependen el futuro de la cuenca del Guadiaro y del Guadarranque, que prevé conectarse esta infraestructura. La presa se encargaría de garantizar el abastecimiento de agua para 300.000 personas y un polo industrial importante junto con las zonas cercanas de Manilva y Marbella. Se trata de un proyecto sin impacto ambiental en un afluente del Guadiaro, sin afección a zonas protegidas, que también permitiría mantener los caudales ecológicos del Guadiaro en verano. Gibralmedina tiene, por tanto, una misión de garantía para el abastecimiento de la población, la industria, el regadío y el caudal ecológico del Guadiaro. Tenemos que recordar que el Guadiaro es el segundo río en caudal de Andalucía y, sin embargo, no está regulado".

La presa estará localizada al este de San Pablo de Buceite y el estudio de regulación de caudales del río Guadiaro elaborado en 2010 recoge cinco posibles alternativas para su construcción.

Según el pliego de condiciones técnicas, la presa de Gibralmedina tendrá tres objetivos principales: la mejora ambiental del tramo bajo del río Guadiaro, permitir el aprovechamiento de las aguas del río para garantizar el abastecimiento urbano y ambiental mediante su conexión con el canal de Guadarranque –con el apoyo a la Costa del Sol occidental– y atender la demanda de la zona regable de la cuenca del Guadiaro.

El documento destaca que el Guadiaro es el único río importante de Andalucía que no cuenta con infraestructuras de regulación. La presa estará ubicada en el arroyo de Gibralmedina, tributario del río Guadiaro, contará con unos 80 hectómetros cúbicos y constará de tres grandes elementos: la obra de captación, el embalse y las conducciones. Habrá dos de estas últimas. Una se encargará de trasvasar el caudal hasta el embalse del Guadarranque con una longitud de 19,6 kilómetros. La otra servirá para dar suministro a la zona regable.

El mejor emplazamiento

En la Memoria del Plan de Infraestructuras del Guadiaro, finalizada en 2017, se deja claro que la ubicación junto a San Pablo de Buceite es la más adecuada entre las pocas alternativas disponibles en esta zona. Para ello se utilizaron planos, fotografías aéreas y posteriores comprobaciones in situ. De hecho, los estudios han demostrado que no existen espacios libres en los cauces del propio río Guadiaro ni de sus afluentes principales, el Hozgarganta y el Genal.

El emplazamiento del embalse en el arroyo Gibralmedina, afluente directo del río Guadiaro por su margen izquierda, tiene varias ventajas: no tiene ninguna limitación ambiental y está emplazado muy al sur de la toma para el túnel Guadiaro–Majaceite y muy cercano al cauce del río Guadiaro, por lo que la derivación de caudales será más fácil y menos costosa que en emplazamientos más orientales. Además, su situación al sur de la cuenca del río Guadiaro permitirá que los caudales sean muy importantes y también se encuentra muy cercano a las conducciones de enlace con la sistema hidráulico del Campo de Gibraltar. Además, ni la presa ni el embalse afectan a infraestructuras de transporte o energía, ni a núcleos de población.

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