El Puerto de Algeciras alerta a Exteriores de los riesgos de abrir Gibraltar al espacio Schengen
Negociación del Tratado Internacional
Gerardo Landaluce remite una carta al ministro Albares en la que pide “igualdad fiscal y aduanera” entre España, el Peñón y Marruecos y en la que advierte de la grave competencia que la colonia ejercería si no se rige por las mismas normas que los muelles europeos
Albares: "España está lista para firmar el acuerdo de Gibraltar"
Algeciras/Hace años que la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA) observa de reojo los muelles de pasajeros y mercancías gibraltareños, donde atracan los buques que abastecen a la colonia británica y los cruceros con los miles de turistas que inundan la Main Street en busca de los perfumes o de cigarrillos rebajados de precio por los bajos impuestos del Peñón. En la actualidad, la Verja actúa como barrera y esas mercancías y pasajeros no suelen pasar al lado español, al espacio Schengen, lo que impide que la Roca sea un competidor en los tráficos marítimos en el Estrecho. Sin embargo, las negociaciones de la UE y Reino Unido para integrar a la Roca en el área de libre circulación europea amenazan con dar un vuelco al panorama, especialmente si el posible acuerdo no fuerza a Gibraltar a asumir las mismas reglas del juego que se aplican en los puertos de los 29 países Schengen, particularmente, en su vecino de Algeciras.
El pasado 21 de junio, el presidente de la APBA, Gerardo Landaluce, remitió al ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, una carta en la que le advertía de las graves consecuencias que tendría para el Puerto de Algeciras la aprobación de un tratado sobre Gibraltar que no tuviese muy presentes las peculiaridades del Estrecho y de cada uno de los vértices del triángulo marítimo que junto con Algeciras, en territorio de la UE, componen Tánger, bajo la normativa marroquí, y Gibraltar, dependiente de Reino Unido. La competencia directa en el Estrecho que suponen los dos puertos extracomunitarios podría aumentar con un acuerdo sobre la colonia que obvie aspectos claves para la parte española.
La carta es fruto en buena medida de las dudas con las que salieron de la cita con el ministro buena parte de los asistentes y la sensación de que aún quedan muchos aspectos por atar
La misiva, a la que ha tenido acceso Europa Sur, tuvo en gran medida su origen en la reunión que el 13 de mayo mantuvo Albares en la sede de su ministerio con los agentes sociales y económicos del Campo de Gibraltar, entre los que se encontraba Landaluce. Las dudas con las que salieron de la cita buena parte de los asistentes en torno al grado de detalle del futuro tratado internacional y la sensación de que, pese a las aparentes prisas, aún quedaban muchos aspectos por atar, llevaron al máximo responsable de la APBA a reflejar por escrito las inquietudes que ya había esbozado en aquella reunión.
Las cinco claves
Las claves de la carta de Landaluce aluden al control del tráfico marítimo en el área del Estrecho, la ampliación del fondeadero gibraltareño al este del Peñón (en la cara opuesta a la bahía de Algeciras), los nuevos servicios marítimos para pasajeros y mercancías entre Marruecos y Gibraltar, la inexistencia de un control aduanero marítimo en Gibraltar y la necesidad de que se establezca un mismo marco normativo para las empresas españolas y llanitas.
“Lo que queremos trasladarle es que los intereses nacionales se tengan en cuenta en un enclave geográfico estratégico a nivel mundial, muy perjudicado ya por la competencia directa en el Estrecho de dos puertos extracomunitarios y que podría verse seriamente agravada con una negociación entre países que soslayara algunos aspectos fundamentales para la parte española”, expresa Landaluce al respecto.
“Esta situación”, añade a renglón seguido, “se agrava dado que el Campo de Gibraltar es una comarca con una delicada situación de desempleo en la que el Puerto Bahía de Algeciras actúa como auténtico motor económico y de creación de puestos de trabajo, algo que deseamos seguir haciendo, cuanto menos, en un contexto de igualdad fiscal y aduanera con Gibraltar y con el Norte de África, para lo que requerimos en esta compleja coyuntura negociadora del apoyo decidido a las cuestiones expuestas por parte de su Ministerio”.
“Tras haber intercambiado información con representantes de las principales organizaciones empresariales y asociaciones profesionales de la Bahía de Algeciras, me permito remitirle una síntesis de los temas avanzados [...] con el deseo de que puedan ser tenidos en consideración durante el periodo de negociaciones sobre Gibraltar posterior al Brexit”, indica el presidente de la APBA a Albares.
Hay que mejorar la "seguridad y coordinación" ante posibles episodios de contaminación: "Como es sabido, se alternan situaciones de colaboración con otras de hostilidad"
Mar, tierra y aire
“Estas preocupaciones tienen en común, en términos generales, subrayar la importancia que el lado mar debería tener en un futuro acuerdo, no inferior al medio terrestre y al aéreo, más a menudo tratados en la información que trasciende a través de los medios de comunicación, y son las siguientes:
- Deberían tenerse en cuenta la regulación y el control del tráfico marítimo en la Bahía de Algeciras, un aspecto de enorme importancia para la seguridad y coordinación, en su caso, de posibles episodios de contaminación, ya que en la actualidad, como es sabido, se alternan situaciones de colaboración con otras de hostilidad.
- Nos inquieta el fondeadero gibraltareño al este del Peñón propiamente, y su proyecto de ampliación fuera de las aguas en litigio.
- Es muy preocupante la posibilidad de que nuevos servicios marítimos para pasajeros y mercancías entre Marruecos y Gibraltar se faciliten e incentiven en competencia con los que desarrolla esta Autoridad Portuaria entre Algeciras y Tánger Med y Tarifa y Tánger Ciudad, ya que tendrían acceso directo a la Unión Europea. En general, resulta preocupante la influencia que podría adquirir Reino Unido y el propio Gibraltar en un entorno comercial estratégico y de gran trascendencia para España y la Unión Europea como representa el Estrecho.
- La inexistencia de aduana marítima en Gibraltar genera una gran incertidumbre en las empresas españolas de servicios de la Bahía, que desconocen si el acuerdo sobre el Peñón contempla aspectos tales como el procedimiento de los despachos aduaneros o el cambio de tripulación de los buques.
- Consideramos necesario establecer un marco normativo recíproco para las empresas, tanto para el establecimiento y el ejercicio de la actividad como en la sujeción a una normativa europea que ya genera desequilibrios en nuestra contra: sirva de ejemplo la entrada en vigor del Emmisions Trading System (ETS), que beneficia a los puertos extracomunitarios y penaliza a los de Algeciras, Valencia o Barcelona, principales puertos nacionales de contenedores, sin lograr su objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, o la amenaza que supone para nosotros, en competencia directa con Gibraltar y también con Tanger-Med, una previsible revisión de la Energy Taxation Directive (ETD), que eliminaría las exenciones impositivas a los carburantes de transporte marítimo y provocaría una nueva pérdida de competitividad de Algeciras frente a estos puertos. Este marco de reciprocidad jurídica debería abarcar un amplio espectro de situaciones, actuales y a futuro, y ser real. En la actualidad las empresas gibraltareñas pueden establecerse y operar en España con una libertad efectiva que no existe, en la práctica, para las empresas de nuestra Comunidad Portuaria que deseen prestar sus servicios en el Peñón”.
Primer puerto de España
Con más de cien millones de toneladas de mercancías transportadas cada año y en torno a cuatro millones de pasajeros, Algeciras es el primer puerto de España, el segundo del Mediterráneo -tras las terminales de Tánger- y el cuarto de Europa. También el más eficiente del continente, según un reciente informe del Banco Mundial. A su favor juega su proximidad con Marruecos y una posición geográfica que lo convierte en puerta batiente entre el Atlántico y el Mediterráneo. Sin embargo, su posición es muy delicada por su deficiente conectividad ferroviaria, la entrada en vigor del ETS y, ahora, la posible entrada de Gibraltar en escena.
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